Capitulo 22

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—¿A donde vamos? —me alarme, debía ser mentira.

—¡A Londres! —Gemma abrió sus brazos en un tono de emoción como el de mi hermana.

—No puedo irme, lo sabes —le hablé a Aida —,yo tengo familia, que les dire?

—Yo también tengo —Gemma se excusó. No ayudan.

—Que te vas de vacaciones, estirado —Fior se metió.

No puedo decirles que me iré a Londres así como si nada. ¿Y si les pasa algo mientras yo no esté? Debo cuidarlas, debo estar pendiente de mi hermanita, prometí que pasaríamos las vacaciones juntos.

—Vamos, ya hablaremos todos —Aida me hizo seña para que saliera.

Andamos a mi casa y no sabía cómo haríamos las cosas, yo no sabía si quería irme con ellos. Obviamente si quería ir a Londres, pero no creo que sea por vacaciones, hay algo más.

—¿Por que debo ir yo? —me quede afuera del auto, viendo cómo subía ella.

—Nos casaremos, lo olvidas? —uso el sarcasmo y se acomodó en el asiento del copiloto —¿sabes manejar? Estoy cansada —me tendió las llaves y cerró la puerta.

Esto es ridículo, me dije a mi mismo. No me casare aún, estoy muy joven y no sé qué implique esto, tal vez termine muerto para antes de la llamada luna de miel.

No quiso hablar, yo lo sabía. Pretendió quedarse dormida. ¿Que mierda estás pensando hacer Aida? La mire por el espejo de ves en cuando. Era linda hasta durmiendo.

No podía llegar a mi casa luego de irme unos días, luego de haber peleado con mi madre y decir que me iría a Londres de viaje. Sabía que mi mamá se alegraría, pero Billie querrá ir y no la podré llevar si es que voy, lo que más quiero es llevarla a conocer muchos lugares y me siento mal solo por el hecho de que yo si puedo ir y ella no.

Aparqué el auto en la cera de mi casa y Aida se despertó.

—Déjamelo a mi —se bajo del auto.

—¿Que te deje a ti mi familia? Estás loca, mujer —,ella frunció el ceño, pero no replicó.

Entre a mi casa y justo ahí en la cocina estaban las dos mujeres del la casa.

—¡Jack! —Billie corrió hacia mi, me agache y la tome en brazos —te extrañe mucho, ¿donde estabas?

—Conmigo —Aida entró detrás de mi —,buenos días —saludo con un tono amable.

—¡La trajiste!, ¿Jugaremos hoy? —la fue a abrazar y mis brazos quedaron vacíos.

Ella la levantó en brazos, cargándola como si nada.

—Hoy no linda, pero prometo la próxima llevarte a donde quieras y jugar contigo —le pico el ojo mientras toco su nariz.

Mi mente imagino dos escenarios. Meneo mi cabeza apartándolos.

—¿Lo prometes? —ella asintió —iremos los tres.

¿Desde cuando Aida se metió en mi casa y hizo que su presencia fuera necesaria?

—Billie termina tu desayuno, antes de que se enfríe —,mamá se la quito de los brazos a Aida, pero obedeció mi pequeña hermana.

—Quería pedirle permiso —Aida se acercó a mi mamá sin que Billie escuchara

—¿Sobre qué, mi niña? —¡hasta mi mamá la trataba lindo!, ni yo me he ilusionado tanto.

Yo se que ellas quieren que me quede con Aida, que más quisiera yo, pero las cosas no son tan fáciles como parecen.

—Es mi cumpleaños y quería saber si deja a Jack irse de viaje a Londres conmigo y unos amigos, será muy seguro lo prometo y no debemos gastar nada —le explico, calmadamente.

Pecado culposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora