Decisión

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Terry se levantó con entusiasmo, se puso su segunda muda de ropa, salió a la calle y se dirigió en busca de la oficina de Don Lauren. Caminaba tranquilamente mientras pensaba que, por fin tendría un trabajo honesto y que su nueva vida la podía contar a partir de ese día.
Con su increíble memoria, recordando la explicación que le había dado el barrendero el día anterior, llego al edificio, le preguntó al portero las indicaciones para llegar a la oficina de Lauren Brandom, este a su vez, lo acompañó amablemente a la oficina, una vez ahí, se dirigió con la única secretaria que se veía en el lugar.
— Disculpe, buen día señorita, buscó al señor Lauren Brandom. — ¿Tiene cita?
— Bueno, pues no, pero mire — le mostró la tarjeta — medio su tarjeta, dijo que viniera, me ofreció trabajo, por eso estoy aquí.

Después don Lauren se acercó a él – muchacho, sígueme te llevaré a tu nuevo trabajo.

Terry se fue con don Lauren bajo el resguardo de su guarda espaldas, fueron en auto hasta el gran almacén. Donde don Lauren lo llevó con el capataz, al cual le informo que a partir de ese momento Terry trabajaría ahí, el capataz asintió con la cabeza. Después de haber presentado a Terry, don Lauren se retiró a sus negocios.

Mientras el capataz, el cual se llamaba Wilson, decía.

—Necesitó que vayas a los muelles y entregues un paquete que te voy a dar, buscas a un sujeto llamado Toni, le dices que es algo especial que don Lauren le manda, por ese favor que le hizo a don colombo. Él ya sabe, así que anda muchacho ve ya.
— Sí, enseguida.
Terry salió de ahí, y fue hacia los muelles, era un paquete rectangular.

Cuando llegó a los muelles y preguntaba por Toni, lo Mandaron a un bar que estaba a una calle de ahí, le dijeron que ahí lo encontraría. Llegó al bar indicado y entro, en la barra había hombres tomando y unos pocos en las mesas. Terry se acercó al barman y preguntó por Toni, antes que el barman pudiera responderle, alguien le dijo – y dime, ¿tu porque buscas a Toni? — A lo que Terry respondió — traigo un paquete para él, pero con todo respeto, no creo que sea algo que a usted le importe – hey, tranquilo chico, yo soy Toni, dime y ¿Quién manda eso? — Respondió el sujeto. — Bueno, ¿cómo saber si usted es Toni?
— hey chico, él te dice la verdad, este caballero que ves aquí, es Toni. – le confirmo el barman con la mirada temerosa.
— Muy bien, pues este paquete se lo manda un tal señor colombo.
— Bien, si es de parte del señor colombo es bienvenido.
— Ahora si te toco día de pago hey Toni. — insinuó barman con alegría.
Toni abrió el paquete, y Terry se impresionó al ver que el paquete contenía un gran fajo de billetes «deben ser como quinientos de los grandes» pensó.
— hey barman, dame un whisky con soda para mi nuevo amigo y otro para mí. — dijo Toni, poniendo un par de billetes sobre la barra. El barman sirvió los tragos, Toni lo pago y dejó otro trago pagado más para Terry, por si quería tomárselo más tarde, y se marchó «Don Lauren había mandado ese mensaje, pero el paquete lo entregue diciendo que era de parte de don colombo ¿Por qué? — analizaba — será que don Lucas está involucrado en cosas ilegales »
— Hey chico, tienes suerte que Toni no te volara la cabeza por la manera que le contestaste — dijo el barman  — es un asesino bajo sueldo. Con tipos como el, no hay que meterse.
— Muy bien, entiendo – respondió, después salió del bar y se dirigió de nuevo al trabajo, aunque seguía pensando en que asuntos staba involucrado don Lauren, pero bueno, no era algo que le interesara, así que lo olvido pronto.

Llegó al almacén y le informó al capataz que el trabajo estaba hecho, así que continuó trabajando. Pronto llegó hora de salida, y Terry se fue a un café situado a un par de calles de su trabajo, en ese café vendían, whisky, vino, coñac, etc. Clandestinamente necesitaba saciar su sed. Se sentó en una mesa que estaba hasta el rincón, mirando hacia la puerta, cuál fue su sorpresa cuando vio entrar a una hermosa mujer, cabello rubio, peinada con un fleco que cubría un poco unos de sus ojos, hermosos ojos azules, tenía unos labios gruesos y pintados de un rojo intenso y un cuerpo despampanante que tentaba al mismo diablo, parecía una diosa griega. Terry quedó totalmente flechado y boquiabierto, la chica cruzo a su lado, dejando a su paso un delicioso aroma a perfume, olía a rosas y fresas «es rodita» pensó. De lejos vio como entro en el despacho de don Lauren sin pedir algún permiso a la secretaria. En ese momento el llegaba, acompañado por su guarda espaldas, el cual era todo un gorila, le decían "Ruso", pero era alemán. Lucía un cuerpo musculoso y poderosos brazos, estaba muy bien trajeado y bien armado.

Sujeción de EscocésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora