Tenía clavado los ojos en esa mujer... buscando algún lugar, algún movimiento que le dijera que realmente esa mujer, que años atrás se había enredado con su padre, era la madre de Candy.
Nada, ni siquiera el color rubio de su cabello.
Mientras tanto Elroy, recordaba y recordaba hechos que para él eran literalmente pesadillas, Albert sentía su cabeza a reventar.—¿Porque aquí y porque ahora?
—Lo siento, realmente lo siento mucho —respondió con la mirada baja, Albert tenía tanto parecido con su padre, que prácticamente sentía que estaba frente a él.
—No voy a cancelar la boda. No tengo una prueba fehaciente de que lo dice esta mujer...
No tía, ¡nada de lo que dice tiene sentido!. —Albert levantó la voz, golpeando la encimera cerca del escritorio central. George, se levantó sigilosamente como era su costumbre y se colocó estratégicamente, cerrando la conexión directa entre Albert y aquella mujer.—Tenga Señor William — entregó a Albert una copa de Whisky. Sabía que necesitaba algo fuerte.
—Creo que las cosas se pueden solucionar estoy segura de ello, pero no es el momento para la boda, es *"mejor que no hablemos por ahora"*,...nos vamos a herir o tu me heriras y *no es correcto espiritualmente ni para ti ni para mi* hay que ser sensatos William, sus actitudes, que en esos momentos reactivos de tu padre me herian mucho o me quedaba callada o decía algo que tambien me hería o no era el momento de dar un consejo de mi parte, no podían seguir así...
—William, es necesario que escuches el resto de la historia — intervino Elroy.
La mirada asesina de su sobrino hizo que Elroy decidiera que lo mejor que podría hacer era no intervenir para nada más —Gracias Elroy —respondió Victoria —William, cuando tu padre falleció yo ya estaba embarazada de tres meses. Albert perdonó mi desliz y...—Desliz de dos años...
—Por favor...
—Eras digna del psiquiatra Victoria y de una estadía en el manicomio de por vida...
—Por favor William... solamente necesito que me escuches. —George volvió a llenar el vaso y Albert se lo tomó de un golpe, Elroy le hizo una señal para que continuara...—Candis, tiene el cabello... —una confusión en lo que estuvo a punto de decir hizo que se quedara callada frunciendo el ceño — de mi mamá —mintió —y los ojos de —¿acaso iba a decir Albert? Pensó —mi padre... Cuando nació, Albert dijo que podría fácilmente ser su hija, así que la dimos en compromiso con el duque de Grandchester
—¡Como! —El grito salió desde el punto más hondo de la garganta de Albert e hizo que Victoria y los demás retrocedieran de sus lugares... la tía Elroy, abrió la puerta pidiendo que le trajeran un té de valeriana y su medicina para la presión... la botella de Whisky cayó de la mano de George para estrellarse en la esquina izquierda de la coctelera. Victoria no pudo evitar que las lágrimas brotaran con fuerza y se tumbó a un lado dejándose llevar por la impresión.
—¿Sucede algo? ¡Albert! ¡Tía Elroy!— se escuchó el sonido de un golpe en la puerta del despacho, era Candy.—Solo negociaciones Candy, ve a tu habitación por favor.—Respondió Elroy mientras Albert se agachaba tomando su cabeza entre sus manos y tratando de controlar su respiración su memoria empezó a flaquear.
Como un telón negro, la mano misteriosa de lo invisible cubría el pasado de Albert una vez más.Un hombre puede ser visto bajo dos aspectos muy diferentes; un profesor de matemáticas durante su clase no deja ver más que una parte de sí mismo y hasta él olvida, momentáneamente, todo lo que se halla fuera del grupo de sus conocimientos especiales. Pero yo supongo que salido de su clase, es un buen músico. La familia le verá con más frecuencia bajo el aspecto de un violinista. Imaginad ahora que a consecuencia de un accidente o fuerte tensión, este hombre pierda todo recuerdo de la música. No queda entonces más que el matemático. Le habláis de su violín y no os comprende. Nunca lo ha tocado. Pero al cabo de algunos días, la memoria del músico reaparece y, en cambio, el grupo de recuerdos matemáticos se ha borrado. Tal es el aspecto —no digo la explicación sino el aspecto—, bajo el cual puede presentarse cierto fenómeno conocido con el nombre de división de la personalidad. Albert Olvidaba con frecuencia los nombres de las cosas, se extraviaba en el caserón, confundía a los criados. Un día era Albert y al segundo después la personalidad de William salía estando solo o en compañía.
Victoria al verlo calmado,supuso que le estaba dando espacio para proseguir con su relato.
—Mi esposo decidió un día llevar a Candy a la mansión Grandchester en New York, le colocó la cadena con su nombre y partió con ella y la comitiva otorgada por el Rey. Fue en ese viaje que Candy había sido secuestrada, Nos exigían 50.000 libras, Albert vendió la mayor cantidad de las propiedades del principado, yo no sabía nada porque aún estaba dentro de la cuarentena de parto. —Elroy colocó su mano derecha en su hombro en señal de apoyo — Pago lo establecido sin ningún lugar a miramientos. Fue cuando al salir una tarde con nuestra hija mayor que fueron asesinados, de Candy se logró establecer la conexión gracias al conde McKinahan que fue quien compró las tierras y consiguió su pista.
—No es mi hermana.
—Candy nació el 7 de mayo, la fecha la recuerdo muy bien y consta en la documentación entregada al colegio San Pablo. Su nombre lo encontró la hermana Maria en la canasta donde había sido abandonada, tiene las características heredadas de la familia y... —terminó con su relato dando una última estocada...— Si no fuera entregada a los Grandchester, sería tomado como alta traición... el contrato dejaría a la corona sin autoridad, sin tierras, toda la élite de los caídos, no solo el ducado Grandchester, sino todos... volverían a ser nobles.
George levantó una ceja, tomó una pluma, escribió algo y se lo entregó a Albert en sus manos.
Albert levantó la cabeza para leer lo que su mano derecha le había escrito.
—Rosemary. —Con todavía un dolor punzante en la cabeza, Albert se levantó, mirando con desprecio una vez más a Victoria, y tomando el bastón de su padre para sostenerse, dio su última opinión.
—Mañana habrá boda, lamentablemente me abstengo de considerar tenerla entre nuestros invitados. Con permiso.— William... —Es todo tía, George.
—Inmediatamente Señor.Albert se encerró en su habitación, hasta que pasado el resto de la tarde y ya buena parte de la noche, buscando nadar en licor para no permitirse dudar. Candy entró sigilosamente en su habitación.
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Sujeción de Escocés
FanfictionCentral a la narrativa de tanto la serie y manga, como la novela; es la estrecha relación de confianza entre George Villers y el patriarca William Albert Ardlay, una persona acaudalada que destaca en innumerables ámbitos, arrogante por naturaleza, d...