Escenas un poco fuertes.
________ ________ _________Después de algunas horas en las que permitió que su cerebro tomará el control y no sus sentimientos como hacía unos momentos en el comedor, decidió enfrentarse a su esposo.
Entró a la habitación, cerrando la puerta tras de sí y caminando por el lugar que anteriormente había estado habitado por su tío.
Él estaba de espaldas, sentado frente al fuego.
— No vengas a discutir conmigo.
Ella suspiro.
— Vengo a pedir tu ayuda, mi rey.
Hubo silencio, detestaba discutir con él, cuando ambos eran niños a veces ella se molestaba con él por sus bromas crueles, pero él simplemente le prometía no volver a hacerlo. Extrañaba a ese Aegon.
— Mientes — se levantó de la silla y dirigió su mirada a ella.
— No lo hago, sabes que no miento al decir que quiero tu ayuda.
— Tienes demasiada devoción por esas basuras — su tono se elevó un poco.
— No deseo discutir con mi esposo — afirmó, elevando el tono también — deseo hablar con mi rey para que entienda las consecuencias de una muerte como esa.
— Es una guerra, la muerte no importa. Fue una pelea y el niño no pudo.
— No fue una pelea.
— Él le quitó un ojo, es un cobro.
— Ni siquiera fue justo.
— ¡Tú estuviste ahí cuando Aemond Sangró y perdió el ojo!
— ¡Lucerys Velaryon era un niño, Aemond un adulto, el tamaño del dragón del niño no era ni una pequeña parte de Vhagar. No fue una pelea, fue una ejecución!
Ambos estaban alterados a este punto, las voces hicieron eco en el lugar, podía escuchar la respiración de Aegon.
— No importa lo que tú digas, eres simplemente una consorte.
— Soy tu reina y la de tu pueblo.
— Sólo por usar la corona de mi madre no te vuelve alguien ante mi — el hombre camino, sus pasos demasiado lentos y amenazadores, hasta quedar frente a ella — Debes matar la devoción hacia la estúpida hija de mi padre.
Se vieron a los ojos unos momentos y él volvió a girar, dispuesto a ir a su cama.
— Pudimos ser nosotros.
El paso del hombre se detuvo.
— ¿Qué?
— Pudimos ser nosotros. Pudo ser Baelor — ahora fue su turno de caminar hacia él.
— Deja de decir estupideces.
La sangre de Daeelyn hervía bajo su piel, la furia albergada en su pecho.
— ¿Eso dirías si vienen por mi bebé?
Aegon no respondió, hubo unos minutos de silencio.
Sus ojos se llenaron de lágrimas y su garganta ardió. Soltó una pequeña risa.
— Claro, el poder va antes que tu sangre.
— Mi poder, el poder que me pertenece por derecho.
— No es tuyo.
Los ojos de Aegon se abrieron.
— Repitelo.
— No es tu poder, no es tu trono, no es tu Reino y no es tu deber. Hace un tiempo te arrodillaste ante mi jurando tu amor, rogaste que te liberarán y que huirías, ahora demandas un trono que no es tuyo y crees tener poder sobre mí.
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The Name of Blood - HOTD
FanfictionLa historia de una guerra narrada desde el corazón de una madre. Aviso: esta es una historia contada desde el bando verde. ¡Disfruten! 11-2022 #1 en aegoniitargaryen Gracias por leer! <3 © winterfaaall_ /2022