XVII

1.5K 196 13
                                    

— Los voy a matar a todos si vuelven a pedir que me quedé aquí sabiendo que soy jinete ahora.

Los presentes en la Sala estaban aterrados.

— Mi reina, debe resguardar su vida ahora más que nunca — Criston Cole habló.

Horas antes de la reunión de Consejo que estaba siendo llevada acabo en esos momentos el rey Aegon había regresado de la batalla de Reposo del Grajo con heridas tales que el mismo rey pedía la muerte a gritos, haber perdido la vida era la mejor opción.

El cuerpo de Aegon tenía quemaduras graves, la cadera y costillas rotas, pero la peor parte era su brazo izquierdo, el fuego en la batalla había fundido parte de la armadura en ese lugar, causando un dolor insoportable.

— ¿Acaso no lo has visto? Él sufre, sus heridas son muy graves — el enojo seguía vivo en ella — ¿Cómo podemos pensar en puestos?

— Él la ha elegido como regente, ha ordenado que todo el Consejo le obedezca en su ausencia. Su gracia, lo mejor es; ahora más que nunca, cuidar su vida y salud — la ahora mano del rey volvió a hablar.

Aegon había despojado a Otto Hightower de cualquier poder en la Corte, dándole su antiguo puesto a Criston Cole y pasando las fuerzas de la Guardia al príncipe Aemond. El rey había desechado su desesperación y esperaba que Sir Criston hiciera más en el campo.

Aemond suspiro a su lado.

— Ahora es usted quien tiene el poder de decisión — Lord Tyland Lannister habló.

— Él confía en que puede voltear la guerra a nuestro favor, una mujer siempre será más dulce y confiable que un rey — Aemond dijo.

Ella miro al príncipe que se encontraba a su derecha, ella estando situada a la cabecera de la mesa.

Entrelazo sus manos sobre la mesa y suspiro, demasiado afligida por su esposo.

— Es usted quien comandara nuestro ejército ahora.

— Lo sé, mi Lord mano, pero no podemos tomar acciones a la ligera. Necesitamos ver por otras cosas, por el momento, mi única preocupación es mi esposo. Convocare otra reunión de Consejo cuando sea el momento adecuado, mientras tanto pueden volver a sus actividades — dijo levantándose de la silla y comenzando a caminar en dirección a la salida.

Una buena oportunidad se presentaba ante ella, como si fuera el mismo destino poniéndola en sus caminos, demasiado arriesgado.

No podía simplemente hacer que sus hombres marcharán a Harrenhal porque la concentración de hombres de Daemon era peligrosa, no podía tomar Dragonstone porque también era demasiado arriesgado. No sabía sobre guerra.

Pero las guerras no se juegan solamente en el campo de batalla.

Al llegar a la habitación que antes había sido de Alicent Hightower, ahora su recámara, se sentó detrás del pequeño escritorio que constaba de una mesa de madera oscura con una bella silla con decoraciones de bronce y plata.

Escribir Cartas ya no era una opción, Aegon la había negado por completo.

Un golpe en su puerta la sacó de sus fatídicos pensamientos.

— Pase.

Momentos después de lo pronunciado su dama de compañia entró a la habitación, la mujer caminó hasta quedar frente a la mesa, haciendo una reverencia y tocando su muñeca derecha donde había una pequeña marca en forma de mariposa. Daeelyn asintió dándole a entender que tenía su atención.

— Las alianzas de los bandos caen — habló con un tono bastante bajo — se nos ha informado de la furia de la Serpiente de agua hacia la reina en la playa de Roca. Una oportunidad sin dudas.

The Name of Blood - HOTDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora