Memorias IV: La mariposa

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Daeelyn se encontraba sentada en la silla de siempre, viendo el mismo panorama que veía desde hacía un mes cuando Aegon había mandado a poner tapas en sus ventanas y balcón; absolutamente nada más que pequeños detalles, su cuarto parecía una prisión.

Estaba siendo peinada por su dama, la misma desde que se había casado, la mujer era amable y solían hablar mucho antes de los últimos acontecimientos.

— Helaena dice que los insectos son bonitos, pero solamente me gustan las mariposas — dijo acariciando el pequeño juguete entre sus dedos.

Al estar detrás de ella, Daeelyn no pudo ver la expresión de dolor que su dama había puesto al verla en ese estado, como ida y sin conciencia, solo hablando por acto con una voz tan ronca y baja.

— ¿Qué piensas de las mariposas, Leima?

— Qué son muy bonitas, Alteza.

— Helaena también dijo que las mariposas primero eran gusanos, luego entraban en algo llamado capullo y salían con lindas alas un tiempo después.

— Eso es muy interesante, Su gracia.

— ¿Crees que yo sea eso?

La dama no comprendió su pregunta.

— ¿Crees que eso seamos todos? Tenemos historias y todas nos llevan a lo que somos ahora.

— Supongo que si, Alteza, todos tenemos un camino.

— Quisiera saber cuál habría sido la historia de Baelor, qué sería de él en el futuro, cómo habría sido de grande.

Ella suspiro con pesadez aún admirando el pequeño juguete y cerró sus ojos unos segundos.

— Hay gente que desearía ser un Lord, Alteza, muchos en las calles dicen que de tener un ejército ya habrían caminado por usted.

Los ojos de Daeelyn se mantuvieron cerrados unos momentos, no prestando mucha atención a lo que decía.

— Muchos hombres quieren ser Lores, Leima, muchos.

Hasta que algo en ella se encendió, trayendo a su mente una idea que podría sonar tonta si se ejecutaba de mala manera.

— Ellos no tienen un ejército — dijo volteando su rostro hacia la otra mujer — pero pueden ser uno, si desean vengar la muerte del príncipe en lugar del rey inútil que se sienta en ese trono, ellos podrían ayudarme.

Los ojos de su dama brillaron.

— Todos somos una mariposa, nos hemos convertido en una debido a nuestras historias y eso es lo que representaremos. Reúne a los hombres que puedas de manera silenciosa en la ciudad, sé que la conoces y si escuchas voces de las calles también tienes permitido traerlos a mi.

— Hombres dentro del castillo también le son leales, pero es peligroso Alteza, cualquiera podría ser de los negros.

Ella asintió, de acuerdo con lo dicho por la pelinegra.

— Necesito más que palabras.

Al levantarse completamente de la silla vió a su dama caminar hasta el sillón en la habitación, tomando entre sus dedos una aguja que antes estaba usando para arreglar una parte de su vestido.

La muchacha se alejó, calentado la aguja en una de las antorchas bajas de la habitación y, cuando la punta estuvo lista, se acercó a su reina y comenzó a dibujar en su muñeca con la punta del metal caliente.

De vez en cuando escuchaba un siseo de dolor de parte de la mujer, no era un dibujo grande, era fino y seguramente cuando se curará dejaría una marca. Daeelyn despertó del pequeño trance y dijo:

— Haz una en mi muñeca también, no es justo que solamente quienes me sirven tengan una, yo prometo a ustedes protección con este acto también.

Y así fue, ella también recibió la marca que sería el sello de sus espías y trabajadores directos.















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Mini maratón 2

Jajajs al rato actualizare nuevamente.

Acepto donaciones navideñas 💐😦

Gracias por leer <3

-winterfaaall

The Name of Blood - HOTDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora