XXI

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La Danza de Dragones, una guerra escrita con sangre y fuego que había marcado el antes y el después de la casa Targaryen.

Eso es lo que se podía apreciar en todos los libros de historia escritos desde perspectivas de diferentes personas, muchas incluso, ni siquiera participaron de ella o vivieron para presenciarla.

Pero hubo un evento en la sangrienta guerra que es aún alabado por personas que leían los libros y analizaban la historia.

Fue el acto en el que la Reina regente Daeelyn Royce había logrado ganar dominio a los del bando negro en un sólo movimiento. Fue llamado "La caída de los dos peones", cortesía de uno de los narradores de la historia y bufón enano "Champiñon".

El ataque constó de dos partes:

1. La rebelión en el norte.

El primero, según narran los historiadores ocurrió dos semana después de la ejecución pública de los acusados por la regente de traición. Cuentan que habían llegado cien hombres, todos divididos y aparentemente no conociéndose entre sí, todos comieron y bebieron como viajeros normales al llegar al norte, incluso algunos llegaron con diferencia de tiempos o un día exacto para no levantar sospechas.

Dos noches después de la llegada de estos supuestos viajeros hubo una rebelión en el norte, dentro de los mismas viviendas de los abanderados de Stark sirvientes con marcas de mariposa apresaron a los otros sirvientes y amenazaron en nombre de la reina a los Lores. Pasado ese proceso y tres noches exactas después, la reina misma había pisado tierras norteñas a lomos de su bello Dragón Darknigth y había tomado el corazón del Norte bajo su custodia junto a una parte de su ejército, el suficiente para mantener bajo amenaza a las casas grandes y pequeñas en caso de que quisieran moverse.

Lord Cregan Stark, el guardián del Norte en aquel entonces fue avisado por medio de un cuervo sobre la toma de sus tierras, obligando a sus hombres a regresar y tardando seis días para volver a pisar su hogar, en cuanto el hombre fuera visto la orden era llevarlo y ponerlo en presencia de la reina y obligar a sus acompañantes a retractarse de intentar ayudarlo, cosa que fue así.

Se dice que para ese entonces los ojos que alguna vez fueron amables y cálidos ahora poseían un brillo de ira y dolor en ellos, tanto que Cregan Stark había cedido automáticamente y no había reprochado ante la toma debido a lo intimidante que era aquella mujer a pesar de su baja estatura y delgada complexión. Los del Norte niegan completamente esa versión y alegan que los Stark jamás cederían de su juramentó y que no lo hizo como se murmuraba.

Lo que sí es seguro es que la reina no había conseguido mover a Stark de su apoyo a Rhaenyra, pero si logró que no se moviera durante un corto período de tiempo.

— Mi reina, han encontrado a Cregan Stark y sus hombres cerca, ya han sido capturados y él viene en camino para ponerlo en su presencia.

Daeron Targaryen era el que había hablado a la reina, habiendo él viajado con ella para tener todo más asegurado. Seis días habían pasado desde que ella había llegado a Winterfell.

Cuando el guardián del Norte había estado frente a ella hubo una gran sonrisa en el rostro fino de la reina, el mismo Cregan Stark alguna vez mencionó que era la primera vez que él había visto a la Targaryen, pero que esa expresión de total triunfo y rencor jamás la olvidaría.

— Sueltenlo, el hombre no me hará daño.

Los Caballeros soltaron al corpulento hombre y él negó con su cabeza.

— Lord Stark, me honra plenamente con su regreso. Lamento haber llegado sin avisar, pero los del Norte son serviciales y han podido preparar una habitación para mi hermano y una para mi.

The Name of Blood - HOTDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora