XXII

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Después de que la princesa de DragonStone enviará un cuervo negándose totalmente a su rendición, acusando a Aegon y Daeelyn de usurpar su corona y acusarla de amenazar a su hijo menor, el Consejo se había reunido para ver sus opciones de defender a su rey de este ataque.

— ¿Qué es lo que tiene en mente, Majestad? — fue sir Criston quien habló.

Ella lo meditó por unos breves segundos antes de hablar.

— Los Velaryon. Su alianza con Rhaenyra es frágil, Lord Corlys ha perdido su esposa y eso vuelve su ira contra la princesa.

— Murió por nuestra mano — Aemond habló — ¿Cómo podríamos lograr que La serpiente Marina se pusiera de nuestro lado?

— Essos; Aegon tiene apoyo de ellos.

La mirada de la reina cayó en su maestro de moneda. Lord Tyland Lannister.

— Confío plenamente en que mi maestro de moneda puede atraer a la flota amiga para pelear con nosotros.

— Será un honor para mí, Mi reina.

— Aunque no lo creas, Lord Corlys ha perdido más con Rhaenyra y Daemon de lo que pudo haber ganado — habló esta vez hacia Aemond — sus dos hijos casados con el consorte y la princesa, ambos muertos ahora, apoyó el reclamo de Rhaenyra y perdió a su esposa. Tenemos ventaja sobre esta situación, es un hombre algo codicioso y si le mostramos que ella realmente no puede proteger a sus aliados los que aún quedan después de nuestra victoria pasada correrán a esconderse.

— Tiene razón, Mi reina — la voz de la mano del rey volvió a escucharse — pero necesitaríamos mediar con el hombre...

— Yo me encargaré de eso, Sir, estoy segura que mostrarme ante él le hará ver que yo tomo a mis aliados en serio.

Fue interrumpido Criston por las palabras de la reina, quien solamente asintió hacia ella.

— No se preocupe por mi, Sir Criston, no entrené en Dorne para no poder defenderme al salir de la Fortaleza. Y en caso de que a mí me pase algo grave, el príncipe Aemond será quien tomará la corona y regirá hasta que el rey este en condiciones para hacerlo.

El Pequeño Consejo se sorprendió ante las palabras, ya había sido nombrado un sucesor para ella.

Se levantó la sesión minutos después, acordando antes que Tyland Lannister viajaría la mañana siguiente a Essos con varios hombres para protegerlo, sin llamar la atención del bando enemigo y Daeelyn encargándose de que la información que rondará no fuera de sus movimientos o si alguien decía algo acertado distorsionar la información.

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— Es demasiado arriesgado que vayas a hablar con él de frente simplemente tú.

— Si no lo hago entonces no verán cuál es nuestra posición.

— Al carajo la posición — Aemond habló ya exaltado — ¿de qué sirve un aliado más o uno menos si tu cuerpo ya está siendo abrasado por el fuego de tu dragón?

Ella regresó su mirada hacia él, había estado caminando por la habitación mientras hablaba con él. Sabía que se refería a las tradicionales formas de llevar a cabo un velorio en la casa Targaryen.

— Necesito que Daemon vea que no le tengo miedo, que no voy a correr de él y que tampoco planeó ser lo mismo. Si logro o no está alianza es lo de menos. Mi padre cree que soy una estúpida niña que esta jugando a los soldados y sentándose en una silla que no le pertenece — caminó hasta él, quedando frente a frente — parte del plan es atraerlo, lo quiero muerto y quiero que sufra, pero no lo hará lejos de mi.

The Name of Blood - HOTDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora