IV

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A la mañana siguiente se llevaría acabo la reunión. En ese momento se estaba alistando, la Reina Alicent pidió que estuvieran todos en el Salón, así que eso haría.
Su vestido era de color verde opaco con detalles negros bordados, había un pequeño detalle en la parte de la espalda del vestido, el cual asemejaba al emblema de la casa Royce, su casa. Un detalle hecho a mano por ella.

La reina no le imponía un color de vestimenta, en realidad, usaba verde un poco más por respeto a la familia real, de pequeña, cuando aprendió a leer y escribir, solía leer acerca las casas de Westeros, siendo así como reconoció el emblema de la casa Royce, solía usar vestidos de color bronce o color que se asemejaban a ese color orgullosamente, representando a su madre.

Pero ahora usaba verde, no necesariamente le incomodaba, pero siempre que podía utilizaba otro color de su agrado. Hoy iba a estar en la Corte, no podía usar bronce.

Caminó hacia el Salón cuando estuvo lista, entrando junto a Helaena, se posicionó a la izquierda de Aegon y detrás de ella se posicionó Heleana, quien ahora estaba al lado de su esposo Aemond, después del compromiso entre Daeelyn y Aegon, ella y su hermano fueron comprometidos. Dae era feliz sabiendo que su amiga, la cual era una hermana para ella, era feliz.

Daemon la vió, prestando atención al color que portaba, se sintió tonto al ver el color.

Daeelyn ahora era una mujer, una mujer linda, no era robusta pero su rostro no era delgado, con nariz algo gruesa como la de su madre, en ese momento portaba dos trenzas a cada lado de su cabeza, sosteniendo parte de su corto y rizo cabello el cual llegaba hasta sus hombros.

Daemon se fijó en su expresión, no tenía un rostro serio, más no uno amigable, sus labios relajados y una postura corporal erguida; respetable, si no fuera por sus ojos ella se vería intimidante, pero su mirada era amable como sólo la de ella podía serlo.

Los ojos de Daeelyn también viajaron hasta él, encontrándose, ella sonrió levemente, más como una mueca y desvío su mirada nuevamente.

— Aunque es la esperanza de esta corte que Lord Corlys sobreviva a sus heridas, nos reunimos hoy para lidiar con la amarga tarea de decidir la sucesión de Driftmark. Como mano yo hablo con la voz del Rey en esto y en todos los asuntos, la corona escuchara las peticiones de Sir Vaemond Velaryon.

Habló Otto Hightower, dando inicio.

Sir Vaemond pasó al frente.

— Mi reina, mi Lord mano. — inició — la historia de nuestras casas se extiende más allá de los siete reinos, a la caída de la Antigua Valyria, mientras la casa Targaryen ha gobernado los cielos, la casa Velaryon ha gobernado los mares. Con la caída de Valyria  nuestras casas Se volvieron las últimas de su clase.

— Esto es irritante — susurró a su lado — ni siquiera tiene relevancia lo que dice con lo que va a pedir, sólo debería decirlo.

Ella sonrió levemente, lo más disimulado posible, ante las palabras dichas.

— Yo he pasado toda mi vida en Driftmark, defendiendo el trono de mi hermano, soy su pariente más cercano, su propia sangre, la verdadera sangre de la casa Velaryon corre por mis venas. — habló con desdén viendo a Rhaenyra y sus hijos.

— Como lo hace por las de mis hijos, los frutos de Laenor Velaryon — habló su prima, Daeelyn desvío su mirada hacía ella — sí le importa tanto la sangre de su casa, no sería tan atrevido de suplantar a su heredero. Usted solo habla por usted mismo y su propia ambición.

— Podrá hacer su propia petición, princesa, dele a Sir Vaemond la cortesía de ser escuchado — escuchó hablar a la reina.

Vaemond volteó en dirección a la princesa.

The Name of Blood - HOTDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora