Lo ilógico sucede, las heridas solo sanan con el más profundo amor y la valentía que nos brinda la persona correcta.
Tamara trató de ocultar ese nerviosismo de regresar al lugar donde tantas lágrimas dejó, la sorpresa de lo que jamás imaginó.
Venus entrelazó sus manos y no la soltó ni por un instante hasta salir del pequeño aeropuerto de ese pintoresco pueblo por el que parecía no haber pasado el tiempo, estaba exactamente igual, sus calles empinadas con vendedores de artesanías, las fachadas coloridas y ese ambiente musical que encantaba a los turistas.
— ¿Por qué esa carita mi reina?
— Nada, es que en el fondo me asusta un poco estar de nuevo aquí. Fueron tantos años pensando que no saldría jamás.
— Sé que te parece aún algo rara la invitación, pero créeme que era necesaria — con suavidad y unos ojitos complemente enamorados le acarició suave la mejilla haciéndola sonreír — la Tamara que regresa no es la misma que se fue. Aunque, yo sigo admirando a esa mujer que me enloqueció a penas la vi, la que me gritó, me abandonó, esa que me dijo que no seríamos nunca más que dos extrañas.
— Ash detesto cuando recuerdas cada detalle — mintió con carita de orgullo que Venus conocía muy bien — y ahora eres "extrañamente" la mamá de mis hijos.
— Y tú muchachita ¿Sabes que siempre me gustó que me dijeras así?
— Estás completamente loca — negó en un suspiro — para que te des cuenta que también me acuerdo de cosas, una vez me hiciste esta pregunta, ahora te la hago yo ¿Cuál es el plan?
La sagitariana sonrió con ilusión; adoraba que su mujer se superara día con día, pero deseaba desde el fondo de su alma seguir empoderándola.
Es que de eso se trata el amor, de admirar, apoyar y enaltecer.
Había mantenido el viaje en secreto para una ocasión especial, pero se dio cuenta que estar vivas era sin duda ese momento especial, además, luego de la discusión con Leticia comprendió que su Leona con la poca paciencia que la vida le había dado podía armar terribles películas en su cabecita. ¿Cómo llegó a pensar que no quería casarse? ¿Cómo se le había ocurrido imaginar que no era su prioridad?
— El plan eres tú mi reina — respondió encendiendo la cámara que colgaba de su cuello para tomarle esa primera foto — quiero que hagamos todo eso que siempre deseaste.
— ¡Venus no! ¡Niña, ya! — muerta de la risa extendió su mano evitando que siguiera capturándola con su lente — ¿A qué te refieres?
— A esos lugares donde no pudiste entrar, que comamos lo que querías probar o si quieres saludar a alguien, no lo sé; tu mandas.
Tamara solo sonrió traviesamente, pensándolo bien no era un viaje tan loco.
ESTÁS LEYENDO
𝘽𝙀𝙉𝘿𝙄𝙏𝘼 𝙌𝙐𝙄𝙈𝙀𝙍𝘼 ♀♀
RomanceBendito sea el día que el universo unió los caminos de Tamara y Venus. Bendita la suerte de encontrarse cuando la fe estaba perdida. El loco amor de una ingeniera civil que encontró en la indigente con los ojos más hermosos del mundo todo lo que nec...