xɪ | ᴀᴍɪɢᴀꜱ

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El miedo se hacía tan grande como la voluntad de avanzar; Venus envió un mensaje informando al equipo que estaba atrapada en el mercado, nadie tenía idea como había llegado ahí, pero protegerla como una de las líderes del fallido proyecto era indi...

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El miedo se hacía tan grande como la voluntad de avanzar; Venus envió un mensaje informando al equipo que estaba atrapada en el mercado, nadie tenía idea como había llegado ahí, pero protegerla como una de las líderes del fallido proyecto era indispensable.

La algarabía cada vez estaba más cerca haciendo latir desesperadamente el corazón de las damas, sobre todo el de Venus, observar a Vida aferrada a Tamara mientras buscaban una salida posible detonó un caos en su interior, por primera vez no enfrentaba el peligro sola, de forma inconsciente las puso en riesgo a ellas también; el aire se hacía denso y pesado al pasar por sus pulmones, la visión borrosa que por segundos desestabilizaba, el temblor en todo su cuerpo y esa fuente voraz de sangre que le hacía palpitar la yugular acentuada en su cuello; un repentino ataque de pánico que supo reconocer de inmediato.

Venus, es por aquísusurró Tamara escondida detrás de un contenedor rumbo al área de descargue sin soltar la mano de la niña¿Venus?

Al no sentir respuesta giró buscándola, pero lo que menos imaginó es que estaría contra una pared tocando su pecho, luchando por llevar a su interior el poco oxígeno que podía aspirar.

¿Qué te pasa? ¡Mírame!corrió rápido sosteniéndola de la cintura mientras la ayudaba a sentar en un improvisado muro de cemento pulido.

Es - estoy bien, solo unos minutos las palpitaciones acentuaban el miedo, un ligero tono púrpura se pintaba en sus labios temblorosos, resecos.

¿Co- cómo que bien? ¡Ay por Dios! quedó de rodillas frente a ella, en medio de sus piernas tratando de sostener un rostro pálido que sudaba frío ¿Qué hago? Muchacha no me hagas esto...

Va- váyanse, yo las alcanzo cerró fuerte los ojos tratando inútilmente de coordinar la respiraciónnecesito un momento.

No te voy a dejar sola la tomó del rostro nuevamente, pero esta vez fuerte, firme y decidida mírame niña, de aquí salimos todas o no sale nadie, yo a ti no te dejaré ¡¿Entendiste o no?!

Esas palabras, sus miradas conectadas, era todo lo que Venus necesitaba sin saberlo; un sostén que solo pueden dar las almas sanadoras, cómo la de Tamara.

La sagitariana asintió levemente recargando su frente en la de esa mujer que no le despegó sus manos de las mejillas ni un instante, una atracción más intensa que sus personalidades, había honestidad en cada roce. La calma parecía regresar mientras Vida le sostenía la mano derecha acariciándole levemente el cabello.

El teléfono vibrando una y otra vez daba el aviso que el tiempo se agotaba, pero esta vez el miedo se transformó en temple por defenderlas.

Ellas, primero ellas.

¡Vámonos de aquí!exclamó con seguridad tomando una enorme bocanada de aire, aferrando su mano izquierda a la de Tamara aún en su rostrogracias.

𝘽𝙀𝙉𝘿𝙄𝙏𝘼 𝙌𝙐𝙄𝙈𝙀𝙍𝘼 ♀♀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora