Loca, inesperada y hasta ilógica, así comienza la vida real.
Venus no tenía escapatoria, ahí estaba, de cabeza en un problema en el que ella misma se metió.
Aunque no tenía una razón de peso para hacerlo, necesitaba arreglar las cosas con Tamara y terminó en una aventura distinta y emocionante, cualquier mujer en su lugar estaría al borde del colapso; adentro de la boca del lobo, hablando entre susurros, en un terreno totalmente desconocido, pero no, Venus no pertenecía al resto del mundo.— ¿Puedo saber de qué te ríes muchacha?
— Nada — musitó de forma divertida la ingeniería — es que no puedo creer esto. Entonces ¿Cuál es el plan? — preguntó con emoción.
— ¿Plan? — negó con esa pizca de confusión y enojo en su pecho — mira en la situación que estamos y estás riéndote.
— Ay Tamara por favor ¿Qué más puedo hacer? ¿Enojarme? ¿Llorar? Pues no, estamos aquí ya no hay vuelta atrás — en un largo suspiro sin dejar de mirarla a los ojos tomó muy suave su mano izquierda — por favor perdóneme por meterla en tantos problemas, yo solo quería que no me odiara.
Los bellos ojos grises enfocaron la unión de las manos, tan desiguales, tan distintas, pero calzando a la perfección; muy pocas veces se había dejado tocar de esa manera, de hecho, el contacto físico llegaba a incomodarla, pero resultaba tan agradable aquel suave tacto que por un segundo la asustó.
— No digas tonterías niña — replicó retirando su mano — tú y yo nunca seremos más que dos extrañas, ni siquiera el odio cabe aquí. Solo deseo que todo esto pase y no verte más.
La sonrisa de Venus se desdibujó, por más que intentaba traspasar la dura coraza de la dama frente a ella era tan difícil, entendía muy bien que una persona que vivía en esa situación podía llegar a ser fría y hasta déspota, pero esos luceros que Tamara tenía por ojos no sabían ocultar la bondad que habitaba en su alma, sus palabras no iban acorde a los actos tan puros que nacían sin pensarlo, arriesgó mucho cuidándola aun cuando se ponía en riesgo junto a Vida pero claro que eso jamás lo admitiría, era más fácil hacer pequeños dramas que grandes confesiones.
Dándose prisa Tamara se resguardó detrás de una desgastada cortina que fungía como vestidor, necesitaba cambiarse la ropa para hacer creíble aquello que le había dicho a Charlie.
— No voy a tardar mucho, necesito que las dos guarden silencio, no muevan nada, es más, no hagan nada hasta que yo regrese.
Venus llevó su mano derecha hasta la sien en un gesto de respeto acatando aquella fuerte orden dada entre dientes; la ojos claros solo negó aguantando la risa que le provocó, definitivamente esa muchachita era muy rara.
— A ver muñequita, usted y yo tenemos algo de que hablar, ven aquí — susurró Venus señalando su regazo para que Vida se sentara aprovechando que estaban solas — escuché que estabas castigada ¿Te fue mal en la escuela?
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𝘽𝙀𝙉𝘿𝙄𝙏𝘼 𝙌𝙐𝙄𝙈𝙀𝙍𝘼 ♀♀
RomanceBendito sea el día que el universo unió los caminos de Tamara y Venus. Bendita la suerte de encontrarse cuando la fe estaba perdida. El loco amor de una ingeniera civil que encontró en la indigente con los ojos más hermosos del mundo todo lo que nec...