Finalmente, el domingo llegó. La revisión había sido por la mañana, y menos mal que la noche anterior se recogió temprano, pues se olvidó por completo de que la falta de sueño podía afectar a los resultados. Tan solo esperaba que Blanca y Miriam no se quedaran mucho más sin ella.
La segunda revisión no le dio tanto miedo como la primera: al fin y al cabo ya sabía cómo funcionaba. Aquellas maquinas tan grandes llegaban a intimidar, por mucho que realmente no hiciesen nada peligroso —que ella supiese, claro—. La pantalla de resultados reflejó una notable mejoría en los conocimientos de su sector, el Beta, así como en su coeficiente. 189 era mucho, lo suficiente como para sentirse orgullosa. No sabía realmente si aquello podía subir con tanta velocidad, pero era mejor creérselo a cuestionar su propia inteligencia.
Desafortunadamente, aún quedaba un problema que afrontar, quizá el último para uno de ellos: el segundo examen. Delta mencionó durante la revisión que este estaría explicado de antemano, no como el laberinto, por lo que todos deberían reunirse a las 17:00 en el recinto principal para ser acompañados al lugar donde se llevaría a cabo. Aquello reconfortó mínimamente a Bea. Nada podía ser peor que un examen sin instrucciones como lo fue el laberinto, ¿cierto?
Todos esperaban con cierta tensión. Algunos hablaban, otros —como ella— simplemente tenían la mirada fijada en la gran puerta por la que debería aparecer Delta en breves. Y así lo hizo a la hora exacta: ni un segundo más, ni un segundo menos. A esas alturas, ya nadie se sorprendía de dicha puntualidad.
Entró con una mirada seria, más de lo habitual. Debía ser por el examen, pero la pelirroja tampoco pudo comparar la situación con la del anterior puesto que no había estado presente. Igualmente, todas y cada una de las miradas de Delta eran dignas de ser analizadas. Pudo notar un aumento de nervios en el ambiente conforme la científica se acercaba, portando su característico sujetapapeles lleno de indescifrables apuntes.
—Buenas tardes. ¿Listos?
Delta no se sorprendió ante el silencio que recibió.
—No os voy a mentir, este examen será duro. Pero todo saldrá bien, ya veréis.
"Mientras que nadie muera..." Pensó Bea, tratando de bromear en su cabeza para relajarse un poco. Seguía sin entender por qué situaciones así generaban en el grupo tales sentimientos. Quizá desde la muerte de Germán, los exámenes estaban destinados a intimidar al recordarles a aquel trágico suceso. Definitivamente, no fue un buen resultado para un primer examen.
Con un gesto de manos, Delta indicó a los siete jóvenes que la siguiesen a través del recinto. Todos frenaron ante la única puerta que quedaba cerrada a aquellas alturas del experimento, o al menos que ellos supiesen. ¿A dónde irían?
Al abrirla con un movimiento de brazalete, la líder de sector reveló un amplio y largo pasillo con otro puñado de puertas cerradas. Pues no, no era la única que quedaba. Una nueva zona por la que moverse tras superar el examen tampoco sonaba del todo mal, tan solo quedaba por saber qué encontrarían allí.
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Hijos de Dios [ERI #1]
Science Fiction🎖️ Ganador de los Premios Watty 2023 🎖️ Si te llegase una propuesta de trabajo de verano en unos importantísimos laboratorios científicos, ¿aceptarías? En ese caso, te hago una pregunta más específica. Si por cada día que pasases contribuyendo al...