—¿Eso fue el último examen? ¿En serio...? —Sergio parecía más decepcionado que sorprendido ante el más reciente giro de los acontecimientos durante la cena.
—Sí. Dada la importancia de este último examen, Sigma vio interesante cogeros por sorpresa —explicó Delta—. Tampoco queríamos machacaros tanto a estas alturas, sobretodo porque es difícil organizar un examen intenso con tan pocos participantes.
—Pues sinceramente, me esperaba algo peor siendo el último.
—Bueno, habla por ti —dijo Miriam malhumorada junto a Fer, quien por su cara podía dar a entender que aún le estaba afectando el mal rato que había pasado.
—La cosa era que los tres bebieseis del agua, pero empezasteis a discutir antes de que siquiera os la sirviesen. No esperábamos que ocurriese eso —añadió la líder, de brazos cruzados, como si estuviese molesta por lo que había sucedido.
—Es que Sigma se fue de la lengua —lamentó Sergio, cruzado de brazos—. No debería haberlo dicho.
Delta asintió en silencio. Por su parte Miriam tan solo suspiró, nerviosa.
—Sergio, ¿serías tan amable de no sacar ese tema cada cinco minutos?
El joven puso los ojos en blanco y siguió caminando en dirección a la estación de metro, sin decir nada más.
—Gracias —respondió ante su obediencia.
Lo más importante para Miriam en aquel instante era evitar otro arranque de ira en Fer. Entendía su disgusto: en otras circunstancias, ella misma le hubiese ayudado a arrancarle la cabeza a Sergio. Pero estaban a unas horas de ser libres, y no mantener la cabeza fría podía tener consecuencias fatales. Apreciaba a su amigo y sus sentimientos, pero el plan de escape tenía prioridad. Al fin y al cabo, estando muerto no se puede tomar venganza, ¿verdad?
Delta se volvió a comunicar por ellos mediante mensajes escritos una vez llegaron al complejo Theos. A las 3 de la mañana, ella estaría esperando al otro lado del ascensor de cristal, cuyo mecanismo había vuelto a desbloquear para que pudiesen usarlo de nuevo. Una vez reunidos fuera del complejo, se cambiarían su ropa de sujeto por un buen uniforme de trabajador. Nadie dudaría de ellos al estar escoltados por Delta, incluso con el uniforme de sujeto, pero era mejor prevenir que curar. Cuanto menos llamasen la atención, mejor.
Gracias al cielo, sabían que era muy probable que Sigma estuviese dormido entre las 3 y las 4 de la mañana, puesto que no pareció enterarse del intento de escape que llevaron a cabo hace unas semanas hasta que Delta activó las alarmas. Y eso, por supuesto, les daría ventaja de moverse y comunicarse más cómodamente. Aun así, jugaban a contrarreloj: tardar más tiempo del indicado significaría cavar sus propias tumbas, incluida la de aquella pobre líder de sector. Cuando estuviesen juntos, la mujer daría el resto de detalles. Tan solo indicó una cosa más: tendrían compañía.
Miriam lo intentó, pero aquella noche no pudo pegar ojo. Trató de echarse a dormir en cuanto llegó a su habitación, creyendo que le sería fácil dado el cansancio que arrastraba desde prácticamente principios de la semana. Pero en cuanto se dejó caer en el colchón, todo tipo de preocupaciones se echaron encima de ella.
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Hijos de Dios [ERI #1]
Science Fiction🎖️ Ganador de los Premios Watty 2023 🎖️ Si te llegase una propuesta de trabajo de verano en unos importantísimos laboratorios científicos, ¿aceptarías? En ese caso, te hago una pregunta más específica. Si por cada día que pasases contribuyendo al...