No lograron descubrir quién atacó a Sigma: todos los presentes, a excepción de Fer, estaban de espaldas y no lograron alcanzar a identificar al agresor antes de que se esfumase. Por supuesto, las cámaras no fueron de ayuda al haber sido apagadas por culpa de la falta de energía proveniente del núcleo. Pero el líder de sector ya había tenido demasiados contratiempos, por lo que dio el caso por cerrado y procedió a lo importante: cerrar la primera fase del maldito proyecto Theos de una vez por todas. Tenía sus sospechas en Sergio, pero no pensaba arruinar todo su trabajo por culpa de aquel incidente.
Aún no se podía creer que los ocho jóvenes que Alpha y Delta seleccionaron hubiesen dado tanta guerra. Realmente, sus ganas de luchar por lo que ellos consideraban correcto para ellos demostraban la gran capacidad que todos y cada uno de ellos poseían, desde trabajo en equipo hasta lealtad... aunque fuese entre ellos, y no hacia Apeiro. Sigma comenzaba a entender que había mentes imposibles de cambiar.
En cuanto a los líderes, habría mucho que hablar tras aquellos incidentes. Beta fue inmediatamente enviado a investigar un método para reforzar el sistema de neutralización de emociones, así como una explicación a futuro para la extraña condición de Sergio que le hacía inmune a dichas drogas. Por otra parte, Sigma decidió tener un mínimo de benevolencia con Delta, y su terrible comportamiento tan solo tuvo como consecuencia una advertencia dada su fidelidad a la organización durante tantos años y sus ganas de seguir trabajando para ellos ahora que su punto débil estaba fuera de escena. Además, buscar un sustituto para su puesto en aquellos momentos sería un quebradero de cabeza.
Sigma fue claro con ella, así como con el resto de líderes: si cualquiera de ellos se atrevía a mostrar el más mínimo acto de rebeldía de nuevo, serían castigados. Y todos tenían claro el tipo de castigos que su líder era capaz de hacerles. Tras aquel toque de atención, Alpha y Delta parecieron perder un poco el contacto, pero el dueño de Apeiro no se dignó a pensar en ello lo más mínimo.
Porque su prioridad era dar comienzo a la fase dos del proyecto Theos.
A las cinco en punto, tanto él como Delta abrieron las puertas del complejo donde se había llevado a cabo el experimento para buscar al sujeto ganador, quien ya estaba en el recinto principal, sentado en un banco, practicando algún tipo de truco de magia con cartas mientras silbaba una canción.
—Hombre, por fin —se atrevió a decir, aún ante la presencia de Sigma—. Haber pasado un día entero aquí solo casi me hace enloquecer.
—Tampoco es que por enloquecer un poco más vaya a cambiar la cosa —Sigma le hizo un gesto para que se levantase y les acompañase—. Supongo que podemos ahorrarnos el perder tiempo anunciando al ganador del proyecto.
—Sí, tampoco es que queden muchos candidatos —dijo con sarcasmo, mirando hacia los lados—. Pero vamos, oír cómo me proclamas ganador no estaría de más, teniendo en cuanta todo el trabajo que he hecho durante este mes...
El líder de Apeiro suspiró. A ratos se replanteaba si aquel chaval era realmente la mejor opción para la próxima fase del proyecto Theos. Quizá Fer, si no se hubiese revelado ante él, hubiese sido mejor opción. Al menos se veía más sumiso que aquel huracán de energía que tenía delante. Una pena que valorase la lealtad por encima de —casi— cualquier otra aptitud.
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Hijos de Dios [ERI #1]
Science Fiction🎖️ Ganador de los Premios Watty 2023 🎖️ Si te llegase una propuesta de trabajo de verano en unos importantísimos laboratorios científicos, ¿aceptarías? En ese caso, te hago una pregunta más específica. Si por cada día que pasases contribuyendo al...