CAPÍTULO 23

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"No hay sol, donde estabas antes. Pero encontré el amor, el calor en tus brazos. ¿No te acercas? Deja que se haga cargo. Solo te quiero a ti"

—RINI—

HENRY

—Si, apliqué un poco de Icy Hot en el área, así que estará bien
después de un tiempo —La esbelta enfermera me asegura.

Ella es una de las enfermeras designadas de Oxford High, a quien le habíamos pedido que nos acompañara en caso de cualquier emergencia

—Bien. Mientras ella esté bien......—Miro fijamente a Grace
dormida desde la puerta de la pequeña habitación.

Ella está acostada contra las sábanas blancas con la boca abierta.
Mis labios se retraen en una suave sonrisa ante la vista, y la
enfermera inclina la cabeza hacia un lado mientras me mira con
interés.

Seguramente, parezco extraño mirando a mi estudiante con esta sonrisa en mi boca.
Así que cuando siento su mirada curiosa, me aclaro la garganta y miro hacia otro lado.

—Déjala descansar, te llámame cuando se despierte —dice la dama, quien me da una sonrisa agradable con un cortés movimiento de cabeza.

Sus ojos están protegidos con un par de anteojos de montura
delgada, pero no pasa por alto mi percepción, la forma en que brillan con admiración.
Esto no es una ocurrencia rara. Las mujeres tienden a desmayarse audazmente por mi, cada vez que entran en contacto conmigo. A veces me gusta fingir que no veo.

Y así, con un breve movimiento de cabeza, me doy vuelta y dejo su estación de trabajo.
Tan pronto como llego afuera, me encuentro con el aire frio de la
noche, una atmósfera que apestaba a lluvia y una voz femenina que me llama desde atrás.

Con las manos metidas en los bolsillos, me doy la vuelta para ver a la Srta. Viscuso acercándose a mi. Una sonrisa sesgada cuelga de sus labios y sus párpados están hinchados como si hubiera estado
llorando.

Su cabello baila con el viento cuando se detiene frente a
mi.
—¿Está bien?—Ella pregunta, su suave perfume nos rodea.

La ira anterior hacia ella se multiplica por diez, y asiento
bruscamente mientras comienzo a alejarme.

—Henry—Ella frunce el ceño.

Cuando no logro detener mis pasos, ella se apresura a alcanzarme y se interpone en mi camino.
Suspiro cuando me detengo abruptamente, con las manos todavía atascadas en mis pantalones mientras exhalo el aire de mis mejillas

—¿Qué es esto?

—¿Que es que? —Ella deja caer los hombros.

—Esto. ¿Qué estás haciendo?

Ella abre la boca, pero la corto en ese mismo instante. —Pensé que te lo habia dicho. No salgo con mis compañeros de trabajo

—Sólo escucha. —ella presiona —Lamento haberla llamado tonta.
Permití que mis emociones sacaran lo peor de mi, y eso estuvo mal como maestra. No permitiré que vuelva a suceder

—De acuerdo. —Trato de caminar a su alrededor, pero ella
rápidamente bloquea mi camino, provocando que genere otro
suspiro.

—¡Esta bien! Lo admito. Estaba celosa de ella....Estaba celosa porque seguía viéndolos a los dos juntos. Es una chica linda, y temo que lo veas y...

—Deja tus sentimientos a un lado. eres mi colega, Trabajamos
juntos, y eso es todo lo que será.— Soplo las mejillas, el fuerte viento agita mi cabello hacia mis ojos. —Si sigue así... no creo
que podamos seguir siendo conocidos, señorita Natalie.

QUERIDO SR.CAVILL  [HENRY CAVILL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora