QUERIDO SR.CAVILL [HENRY CAVILL]

CAPÍTULO 43

"Bueno no me rendiré con nosotros. Incluso si los cielos se ponen duros, te estorbando todo mi amor. Todavía estoy buscando"

—Jason Mraz—

HENRY

—Señor. Cavill —Emilia alcanza el brazo de mi padre, pero él se
encoge de hombros y me señala con un dedo gordo.

—¡Eres una maldita desgracia!

—Señor. Cavill no, por favor no le hable de esa manera.

—¿Una estudiante? De todas las mujeres del mundo, ¿escogiste
Jugar con tu alumna Henry? ¿Es por eso que dejaste el ejército? ¿Es por eso que te convertiste en maestro? Para acostarte con tus alumnas ¡¿Lo es?!

Unos pasos suaves bajan apresuradamente las escaleras mientras las cabezas giran en dirección a Grace.

Los tres rostros se arrugan con desaprobación cuando ella se detiene frente a ellos. No habían notado su presencia antes. Mi madre la mira de arriba a abajo, levantando la nariz hacia la faldita, la camiseta sin mangas
y los pies descalzos de Grace.

GRACE

—Por favor, no lo haga —Suplico en voz baja, buscando ver el
dolor grabado en el rostro de Henry.

Su mejilla, una vez impecable, está roja y llena de marcas, y la vista hace que se me acumulen lágrimas en los ojos.

—Por favor, no le pegue. Esto es mi culpa...

—Grace—Henry niega con la cabeza, incitandome a no asumir la culpa, y si no lo supiera pensaría que él también está al borde de las lágrimas.

La bofetada había sido tan fuerte, resonó por toda la casa, y la gran marca de la mano en su rostro puede servir como prueba suficiente de cuán fuerte fue el impacto. La cabeza de Henry casi se torció en el segundo en que la fuerza aterrizó contra su mandíbula.

—No lo golpeé de nuevo, por favor—Las lágrimas salen de mis ojos, se deslizan por mis mejillas y me las limpio temblorosamente con el dorso de la mano.

Verlo herido es como
una cuchilla afilada en mi pecho.

—Niña, mantente fuera de esto—El padre de Henry advierte con firmeza.

Mis lágrimas claramente no
conmovían su corazón de acero.

—Le hablo a mi hijo, no a ti. Ya es
bastante malo que lo hayas seducido. ¿Cuáles son tus planes? ¿Eh? ¿Para gritar violación y sacarle algo de dinero?

Henry frunce las cejas. —No. No te atrevas a hablarle de esa
manera; ¡Te mataré!

—Henry —Su madre se toca la frente, casi a punto de marearse.

Emilia se aferra a su brazo para mantenerla erguida.
—¿Qué te ha pasado? ¿Qué pasaría si la junta de la escuela se enterara de esto? ¿Qué pasa si la llegan a saber que estás teniendo una aventura con una niña?

Niña. Odio esa palabra

—Ella no es una niña, ¿no puedes ver eso? Ella tiene 18 años. Y entonces renunciare a mi trabajo si es necesario¿Eso haría que todos ustedes me dejaran en paz?

—No puedes estar con ella. ¡No! ¡No me sentaré a mirar esto!

—No tienes que hacerlo. Cierra tus ojos madre.

—¡No le hables a tu madre de esa manera, tú....!—Su padre vuelve
a levantar la mano, pero yo me interpongo impulsivamente en su
camino, dispuesta a recibir el golpe en la cara.