QUERIDO SR.CAVILL [HENRY CAVILL]

CAPÍTULO 34

"Esta es la manera para expresar los sentimientos por los que estoy pasando. No puedo decir que no te amo....Por que te amo"

—The Weekend—

GRACE

Hay un sentimiento de satisfacción que viene con adorar a alguien. Totalmente y de todo corazón. Y luego hacer que te
adoren de vuelta, es un dulce excedente.

A medida que la cabina regresa a su punto de partida, descendiendo de nuevo. Puedo sentir que mi corazón salta en mi pecho. No por la altitud, sino porque pase los últimos cuarenta minutos saboreando cada centímetro de la boca del Sr. Cavill.

Lo he leído todo en los libros antes, lo he visto en esas telenovelas cursis, qué inmensamente gratificante es ser querido y reclamado por alguien. Sin embargo, no tenía idea de que sería tan celestial.

Descubro que la fuerza de mi profesor no solo depende de levantar las pesas que vi en su sala de ejercicios, sino también de agarrar a una mujer en su cautiverio.

Apenas podía moverme un centímetro mientras yacía entre sus muslos, y aunque él sabía que su naturaleza no se había
comportado muy bien, no me apartó. Ni por un segundo, como si yo fuera a desaparecer o mezclarme con la atmósfera si él lo hacía. El momento fue invaluable, atemporal, y estoy tan fuera de mi que no tengo idea de cómo terminamos en tierra.

Regreso a la realidad para encontrar la mano del Sr. Cavill
extendida frente a mi. Su boca está dibujada en una sonrisa, la
brisa agita su cabello oscuro.

Él ahora está parado afuera de la
cabina mientras yo todavía estoy sentada adentro, perdida en mis
pensamientos.

—Oh, lo siento.—Me pongo de pie y acepto su mano mientras me ayuda a salir del ascensor.

Cuando aterrizo sobre mis pies, su boca aparece cerca de mi oreja.

—¿Querías más del viaje?

Seguramente, no se refiere a la Góndola, sino a lo que pasó dentro de ella. Besos, caricias

Estoy segura de que eso es lo que quiso decir. Por alguna razón, su tono bajo me provoca escalofríos en la espalda. Todavía puedo sentir sus largos dedos hundiéndose en mi cintura y vagando por mi cuerpo con tanta dominación.

Lo miro para encontrar sus ojos brillando en la oscuridad, hay
una mirada inexplicable en ellos, y una nueva dosis de humedad
satura mi ropa interior.

—¡Aquí están!—Nathan se acerca a nosotros, con una mano en el
bolsillo mientras la otra cuelga las llaves del auto.
—¿Cómo estuvo el viaje?

Sus ojos se deslizan hacia nuestras manos entrelazadas y rápidamente aparto la mía.

HENRY

—Fue bueno...—Respondo, cambiando de postura. Mis
pantalones todavía se sienten un poco apretados.
—Estaba atascado en el medio; ¿Tienes alguna idea de cuál podria ser la causa de eso?

Nathan se encoge de hombros, doblando los labios.
—Eh, algunos problemas técnicos, tal vez. Sucede muchas veces.

—Ajá—Levanto la barbilla, mis ojos brillan divertidos. —Claro
que si

Nathan sonríe tímidamente y lanza su brazo alrededor de mi cuello, llevándome con él.
—¿Necesitas un trago?

Miro por encima del hombro a Grace, y ella me sonríe
mientras mi hermano me lleva hacia la estación de bebidas
alcohólicas.