QUERIDO SR.CAVILL [HENRY CAVILL]

CAPÍTULO 13

"Hermoso ángel, amo tus imperfecciones en cada ángulo"

Bazzi & Camila Cabello

GRACE

Se siente como si el tiempo se hubiera detenido, sin embargo,
varios momentos han pasado con solo el sonido distante del tictac
del reloj en el fondo.

El Sr. Cavill ahora ha reanudado su distancia anterior, pero
todavía está sentado encima del escritorio, esperando
pacientemente una respuesta a su pregunta "retórica"

Estoy Jodida

Debería haber sabido que nada se pierde en los ojos y los oídos de esta criatura vigilante, o que nunca pierde un momento para
hacer que mis entrañas se retuerzan.

Y luego esa excusa combinada de que yo quería tomar el
paraguas. Quiero decir, ¿honestamente pensé que esa justificación estupida sería suficiente? No. No con este hombre que lee entre
cada línea, sin pasar por alto ninguna laguna o defecto posible,

Realmente estoy jodida.

Presiono mis palmas sobre mi cara para ocultar mi
enrojecimiento, pero mi voz apagada le dice todo lo que necesita saber.

—Lo siento...

Hay un lapso, una brecha de silencio, y es una tortura. Tiene que decir algo rápido.

—¿De qué estas arrepentida?

Su voz es tranquila, locamente confiada, siempre posee un aura
como si fuera cien años más sabio de lo que tú podrías ser.
Detesto la forma en que me estremezco a su alrededor, pero sin esfuerzo me mira a los ojos sin signos de incomodidad.

—Por intentar... hacer eso—Retiro las manos pero no levanto la
cabeza. Manteniendo mi mirada avergonzada en el tercer botón
que sujetaba su camisa dé vestir. —Y-yo me confundí por un
segundo

—¿Qué te confundió?

—¿Señor? —No estoy segura de si eso fue solo un marcador de
posición, un comprador de tiempo, o si realmente no entendí la pregunta.

—¿Qué te confundió? Puedes mirarme cuando estamos hablando, Grace. Ayuda mejor con la comunicación

¡Amigo, no puedo mirarte a los ojos! i¿No puedes ver eso?!

Levanto mis ojos, y el fuerte poder en los suyos casi me obliga a apartar la mirada.

—El momento...—Mi respuesta se retrasa, pero es una respuesta, no
obstante.

—Mm. ¿Te refieres a la lluvia y al hecho de que te abracé?

—Supongo... algo así

iJoder, haz que esta conversación termine! ¡Alguien entre
por esa puerta, o el cielo tiene que caerse o algo así! ¡Cualquier
cosa para sacarme de aquí! ¡Yo me estoy muriendo!

—Vaya.—Él asiente con la cabeza de forma calculadora, arrastrando su labio inferior rosado entre los dientes, pensando.
—Entiendo, situaciones como esa pueden generar fácilmente... tensiones. Eres una mujer en crecimiento, con hormonas alocadas y cosas así...

Oh, por favor no.

—No hablaré de eso. Entonces, no te preocupes por eso.

Por alguna extraña razón, tengo un pequeño pinchazo en el pecho.

Algo parecido a la sensación que tuve cuando Peter Carson me
avergonzó frente a la mitad del alumnado. La única diferencia es
que éste duele mucho más y no sé por qué.