CAPÍTULO 42

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"Fuego en fuego normalmente nos mataría. Pero este gran deseo, juntos somos ganadores. Dicen que estamos fuera de control y algunos dicen que somos pecadores, pero no dejes que se arruinen nuestros hermosos ritmos"

—Sam Smith—

HENRY

—Quita tus brazos de alrededor de ella....Ahora..

Me estremezco internamente cuando las sílabas salen de mi boca, sintiendo nada menos que un fuego ardiendo, todos parecen tener una mente propia. Á este ritmo, también puedo conseguir un micrófono y gritarlo en las cimas de las montañas.

Despiadadamente, cuando se trata de Grace no tengo mucho
autocontrol. Mi resiliencia es inexistente cuando ella está en la
mira. Y empeoró esa noche que la toqué sexualmente. Fácilmente
se convirtió en una droga, algo que no puedo tener a mi alrededor sin dejarme probar.

Ya lo he planeado todo. Juré que si antes de que llegara su
graduación, la gente se enterara de la relación "pecaminosa" entre
nosotros, entonces seguramente recibiría todas las balas en el
pecho. No le permitiría sufrir el desafortunado daño de un hecho
que fue únicamente culpa mía.

Solo porque soy mayor, soy su maestro, y debería haber sido yo
quien se mantuviera firme. Pero no pude. Lo intenté todo el
tiempo que trate, y simplemente no pude retener estos sentimientos por mas tiempo.

No suelo ser así. Tan imprudente e irreflexivo. Y ahora me
encuentro tocándola íntimamente detrás de la puerta de un salón
de clases sin cerrar. Si me hubieran dicho hace unos meses que este sería mi dulce pero prohibido probablemente los habría tachado de locos.

Miro hacia atrás a lo que era antes aquel hombre, rico, arrogante, soltero, y que busca con quién follar cada semana y mucho menos establecerse. Pero desde Grace, no he conocido esos lados de mí en mucho tiempo.

Aunque... eso es parcialmente una mentira. Todavía me burlo de
los estudiantes que me molestan o los califico mucho por algo
tan simple como perder una letra de una palabra o usar los signos
de puntuación incorrectos. Sigo siendo un gilipollas... solo para
cualquiera que no sea Grace. Lo estaba haciendo muy bien hasta que la toqué.

Mi autocontrol estaba bajo supervisión y me las arreglaba de alguna manera, incluso sin masturbarme. Pero luego la toqué a ella, y fue como si todos mis esfuerzos se volvieran irrelevantes. Su cuerpo era suave, delicado, y la forma en que sus labios se abrieron y su cuerpo se estremeció cuando tuvo su primer orgasmo es algo que quedará grabado en mi mente para siempre.

Sé que fue su primera vez porque recuerdo a su amigo,
Derek, haciendo una broma sobre que ella no se tocaba antes, y
luego está el desliz de su lengua en mi oficina el otro día, cuando
dijo que nunca había besado a nadie, excepto por ese beso accidental en el auditorio.

Y hoy, cuando empezó a apretar los muslos mientras yo enseñaba
mi lección, supe que estaba perdido. No había vuelta atrás para mi alta estima y mi pensamiento ascendente. Me disolví en un desastre cachondo, frustrado, adicto e impulsivo. Mi pensamiento cognitivo de repente se confundió al querer que se corriera en mis pantalones.

Pero cuando se deshizo antes, prometí no volver a tocarla. No
hasta que se ponga esa toga. Solo tenemos que ser pacientes y esperar.

Mi plan inicial era que nos quedáramos en un perfil bajo hasta la graduación, y todavía quiero que nos mantengamos bajos, pero es difícil mantener la boca y los ojos cerrados cuando este chico la rodea con sus brazos.

Soy fácilmente celoso, locamente territorial y a veces, pasivo-
agresivo. Pero no pasivo en este caso particular, o cualquier caso
como este. Porque cuando voltea su rostro para mirarme, el sol de la ventana de arriba brilla en sus mejillas, destacando las lágrimas relucientes untadas contra ellas.

QUERIDO SR.CAVILL  [HENRY CAVILL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora