CAPÍTULO 53

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"Esto se siente increíble, te convertiré en una novia, eres mía".

—Bazzi—

GRACE

—¡¿Qué?!— Mamá da vueltas con el biberón en la mano y la otra en la cintura. —¿Qué acabas de decir, Grace?

—Mamá, espera, cálmate. —Me acerco a ella pero da un paso atrás.

—Grace... —Pone el biberón en la cómoda mientras Caroline lo toma para probar la temperatura del líquido en el dorso de su mano. —¿Te casarás la próxima semana?

—Sí... —Ajusto mi peso y me muerdo el labio inferior odiando sentirme culpable por decidir pasar mi vida con el hombre que amo. —Esa es la fecha que ha fijado Henry. Él decía que después de la universidad, pero no podía esperar, 'ma...'

—Grace—Mi madre se sostiene la frente con angustia. —Cariño, ¿no te das cuenta de lo importante que es el matrimonio? Mira lo que nos pasó a tu padre y a mí.

—Mamá, está bien. —Kevin viene al rescate de su hermana favorita (obviamente soy yo) y se hunde en el sofá de su apartamento, justo detrás de una ansiosa Caroline. —Es sólo matrimonio. Sólo un anillo lo hace diferente.

—No, no, eso no es cierto, Kevin —Mamá se cruza de brazos. —Se intercambian votos. Votos muy importantes. Grace, ¿estás lista para amar y cuidar a un hombre? Henry tiene esa edad otra vez... que alguien me ayude. —Gira la mano, intentando que alguien le grite el número.

Caroline hace el honor ya que yo estoy demasiado nerviosa para ayudar en las críticas de mi madre. Me muerdo las uñas con ansiedad.

—Treinta y seis

Me encojo; suena más viejo de lo que realmente es. Diecinueve. Treinta y seis. No esta mal.

—Gracias, Caroline. Exactamente....Es un... —Ella intenta encontrar las palabras adecuadas, examinando su cerebro. —...Un hombre.

Hago una mueca. —Yo soy una mujer.

Ahora me siento como un extraterrestre pero puedo asegurar que soy una mujer

Mi madre suspira, con los hombros caídos. —Por supuesto. Sé que eres una mujer, Grace. Pero ser esposa conlleva grandes responsabilidades. Responsabilidades muy grandes.

—Ahora que lo pienso... tiene razón... —Kevin está jugueteando con el pendiente de Caroline, lo que hace que ella frunza el ceño y le dé un golpe en la mano. —Y Grace, ¿sabes siquiera cocinar adecuadamente? Envenenarás al pobre.

—¿Podrías callarte, Kevin? —Entrecierro la mirada hacia él y arrugo la cara hacia arriba. —Porque definitivamente sabes que sé cocinar. Y sal de aquí con tu ideología del siglo XX sobre cuál debería ser el papel de la mujer. Los hombres también deberían cocinar.

—Lo cual es correcto —dice Kevin, mientras mi madre exhala preocupada.
—Díselo a Caroline, que nunca quiere que cocine para nosotros.

—Eso es porque la otra noche herviste ramen sin agua.

Mi madre y yo nos miramos boquiabiertas ¿Cómo se hierve el ramen sin...? Dejamos de analizar el pensamiento y, en cambio, sacudimos la cabeza, pareciendo dos gemelas idénticas. El cabello de mamá está recogido en un moño desordenado y lleva uno jumpsuit rojo. Yo también, pero de otro color.

Entonces Kayla comienza a llorar desde su posición en la alfombra peluda y Caroline se levanta para levantarla mientras mi madre se vuelve hacia mi.

—Cariño, tienes que estar segura de que esto es lo que quieres. Eres todavía muy joven, ya sabes, con toda la vida por delante.

QUERIDO SR.CAVILL  [HENRY CAVILL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora