CAPÍTULO 49

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"Y si tuviéramos bebés, se parecerían a ti. Sería tan hermoso si eso se hiciera realidad. Ni siquiera sabes lo especial que eres".

—Shane Ward—

GRACE

Henry no lo entiende. Haría cualquier cosa por estar con él, por pasar mi vida con él. El amor no tiene límites ni reglas. ¿Por qué tenemos que esperar nuevamente para estar juntos? No tiene mucho sentido para mí en absoluto. Si amas a alguien, ¿no deberías estar dispuesto a correr riesgos con esa persona? Sabía que corría muchos riesgos cuando se trataba de él. Odio ser esa persona, pero puse en juego mi familia y mi educación.

Él también colocó el suyo, entonces, ¿por qué no podemos seguir sin importarnos lo que piense el mundo que nos rodea?

Entiendo. Quiere que sea libre. ¿Pero qué pasa si no quiero ser libre? Si estoy de acuerdo en entregarme de todo corazón a él, no debería haber problema, ¿verdad? Simplemente odio que piense que sus decisiones son siempre las mejores. Yo también hago buenas deciciones y en este momento quiero estar con él y con nadie más. Ningún chico u hombre en la universidad podrá hacerme cambiar de opinión. Esa noche en la Góndola, estaba segura de que lo quería y todavía lo quiero. Siempre lo he hecho y siempre lo haré. Ojalá viera eso.

Lo he estado ignorando durante todo el viaje de regreso a nuestra casa. Sé que es duro y un poco "inmaduro", pero él también puede ser más duro. Me duele pensar que soy inmadura, incluso después de decirme lo mucho que he destacado en mi crecimiento académico y personal. Se disculpó cientos de veces anoche, pero no puedo darle ni la hora del día. No había estado tan enojada con él desde que lo conocí.

—Grace, ¿te gustaría que paráramos en algún lugar para comer? —Su voz suena en el silencio del coche.

—No —respondo rotundamente.

La comida... cree que la comida puede solucionar esto.

Bueno si podría pero ahora no

—Odio cuando no me hablas... —Dice de nuevo, y yo no digo nada. Escucho un suave suspiro cuando decide no decir nada más.

Estaciona en el garaje de la casa apaga el motor, y rápidamente agarro mi bolso y alcanzo el asa. Lo tiro, pero no se mueve. El seguro tampoco se mueve ni un centímetro cuando presiono el botón. Está cerrado desde su lado del auto.

Giro mis ojos hacia él en la oscuridad, y él está apoyado en su asiento, mirándome con esa sonrisa arrogante en su rostro.

—¿Podrías abrir la puerta, Henry?

—No quiero.

—En serio...

Apoya la cabeza contra el reposacabezas y me observa un momento
—Ábrelo tú misma.

Por qué es él....

—Henry

—Extiende la mano y ábrela...

—¿Podrías detenerte?

—No estoy haciendo nada —dice en voz baja.—No voy a hacer nada,Grace. Simplemente acércate y abre la puerta.

Está coqueteando... ¿no? Ahora, cuando pienso en retrospectiva, esa es la misma mirada astuta que me había dado en ese pasillo de ese restaurante hace meses. Intenta pasarme, dijo con la misma mirada arrogante y divertida en su rostro, y no puedo evitar que mi estómago revolotee con mariposas cada vez que me mira de esa manera. Pero todavía estoy enojada con él, así que esto no funcionará.

QUERIDO SR.CAVILL  [HENRY CAVILL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora