CAPÍTULO 37

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"Dije, nunca me voy a enamorar a menos que sea de ti que me enamore. Estaba perdido en la obscuridad pero la encontré. Te encontré"

—Stephen Sanchez—

GRACE

A la mitad de la película, ya me estoy riendo tanto que me duele
la cara. Kal está sentado en el suelo mirándome boquiabierto
ladeando la cabeza cada vez que me echo a reír a carcajadas.

Pronto, la puerta se abre, pero estoy demasiado absorta en la
película para prestarle atención.

—Pareces estar divirtiéndote—Dice una voz divertida.

—¡Sil Este tipo es tan gracioso; No puedo creer que él...—Me detengo cuando dirijo la vista a mi maestro.

El sudor corre por sus abdominales que se ven aún más resaltados debido a la humedad de su piel. Su cabello está casi empapado, sus bíceps sobresalen audazmente debido a las pesas que ha estado levantando.

Puedo ver los músculos y las venas empujando contra sus brazos. Rápidamente giro la cabeza hacia la televisión, tragando saliva.

—Oh, sí, esa película es buena. La vi con Leon el otro día—Dice
casualmente mientras camina hacia su baño. —Deberías probar
"Diamantes en bruto" cuando hayas terminado —Su voz ahora se desvanece cuando cierra la puerta del baño, pareciendo ajeno al estado en el que me ha puesto.

Me muerdo el labio y me apoyo contra la cabecera, tratando de
volver a concentrarme en la película. Pero de repente, nada se
registra en mi cerebro.

Kal me está mirando, respirando pesadamente con la lengua
proyectada.

—No estaba mirando sus abdominales, Kal. Confía en mi; yo no lo vi. —Susurró, presionando en broma mi dedo en mis labios.

Cuando vuelvo a estar absorta en la película, se enciende el sonido
del grifo del baño. El agua salpicando contra los azulejos resuena en la habitación, haciendo que me sonroje por el hecho de que él está desnudo a solo una puerta de distancia.

Me remuevo ansiosamente contra la cama, presionando mis palmas
contra mis mejillas. Me estoy quemando.

Soplando los labios, me quito el saco grueso, dejándome con la blusa de la escuela. Estoy en llamas, aunque el aire está encendido.

Cuando mi ansiedad se calma un poco, continúo viendo la película
que ahora está llegando al final. La ducha se cierra y luego hay
un largo silencio.

Entonces se abre la puerta del baño, un aroma mixto de productos higiénicos llena la habitación. Henry sale y, automáticamente, mi
rostro se gira para mirarlo.

Podría morir hoy y mi alma estaría en paz. Este hombre es
una obra de arte, y me compadezco de las personas que nunca podrán conocerlo en su vida. Porque verdaderamente, es un espectáculo que vale la pena contemplar.

Todavía está sin camisa, solo un par de pantalones de chándal
grises en la cintura. Me pierdo en la vista de él, absorbiendo
cada centímetro de su cuerpo esculpido.

Y luego una voz suave me devuelve a la realidad.

—¿Qué estás mirando?

Parpadeo, arrastrándolos hacia su par de ojos que se ahogan en
diversión.

Me retuerzo en mi lugar. Mierda.

—Uh... e-la pintura ...—Señalo el retrato del león justo encima de
mi cabeza. —Me preguntaba si-si estaba pintado o...

QUERIDO SR.CAVILL  [HENRY CAVILL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora