Capítulo 18: Aduantas

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Palabra irlandés. Se refiere al sentimiento de inquietud que proviene de personas y lugares desconocidos.

Feryel había estado planeando invitar a Luary a una cita desde hacía tiempo. Él sabía, o intuía que a ella le gustaba su primo, Seth, pero en los últimos días ella se ha distanciado de él, despertando así una pequeña esperanza.

Esperó al medio día. En la clase de microeconomía 2 no estaba Takashi, así que podía hablar con ella a solas sin que el japonés arruinara sus planes. La escuchó tararear mientras guardaba sus cosas, esa era otra buena señal, estaba de buen humor y relajada, era su momento.

–Esa canción es nueva. –le dijo. –¿De dónde es? Me suena.

–Es del musical. Es graciosa. Conseguiré entradas y te invitaré.

Otra buena señal, ella quería verlo en el musical.

–Hablando de entradas... Me regalaron dos entradas al cine este domingo y no quiero ir con Seth, es para una película de terror, pero si quieres la podemos cambiar por otra.

–¿Cómo le hacen para conseguir entradas gratis? –dijo riendo.

–Fue un regalo. –él fingió reír. –¿Quieres... venir conmigo?

–¿El domingo? –siseó dudando.

Mala señal, tenía que convencerla.

–Sí, es que como sueles estudiar los sábados... –se detuvo, estuvo mal, se estaba delatando demasiado.

–No creo que pueda el domingo. Verás, tengo otro compromiso que no puedo cancelar. Lo siento.

–Ah... –fingió una sonrisa. –Qué mal. Y... ¿No puedes en la mañana?

–En las mañanas ensayo en el Instituto. –miró el reloj de su celular. –Tengo que irme. Tal vez la próxima semana, podríamos organizar algo con los demás e ir todos juntos. Adiós.

Feryel susurró un "claro" pero ella nunca lo escuchó, la vio corriendo hacia la salida y luego perderse entre la multitud. Decepcionado, le entregó las entradas a su primo. Probablemente él les daría un mejor uso, y no precisamente con Luary.

Tal y como Fer lo esperaba, Seth salió ese domingo con una de sus muchas amigas, con las que pasaba y no pasaba algo. Como toda cita normal, luego del cine, la invitó a comer y luego a dar un paseo. Fue mientras caminaba que vio a Luary.

Se molestó al verla con alguien más, pero le alegró saber que la razón de su rechazo a Feryel no era por un motivo familiar.

Estaba tranquilo hasta que la vio reír. El chico que acompañaba a Luary era bastante atractivo, tal vez por eso ella sonreía todo el tiempo.

No sólo eso, por un momento le pareció que ellos dos tenían algo. Por eso ella se había alejado de él durante las últimas semanas, por eso ella ya no quería estudiar con él... Pero no se suponía que sea así, se suponía que él le gustaba a ella, se suponía que él sería quien saldría con ella, todo parecía indicar eso.

No podía aceptarlo, tenía que alejarla de ese chico. ¿Pero cómo?

Esperó a las clases del lunes, sería mejor si se lo decía a Feryel y dejar que se haga cargo de todo, sin pensarlo mucho.

–Fer. –le dijo mientras esperaban a que el docente llegara. –Dijiste que Lu estudiaba en el Instituto Merak, ¿verdad?

–Sí, ¿por qué? –respondió sin levantar la mirada de su teléfono, jugaba Clash Royale y estaba bastante concentrado.

–Es que ayer la vi con... Nada, seguro vi mal. Seguro no era ella.

–¿Qué pasa con ella? –preguntó dejando el celular. Seth sonrió con malicia.

–Pensaba que últimamente está muy dispersa, no se concentra, ya no asiste a los grupos de estudio, falta más a menudo a clases... Parece que la universidad dejó de importarle.

–No es eso, es que tiene ensayos entre semana y...

–Creo que está viendo a alguien. –Seth hizo una pequeña pausa, como si quisiera alargar el dolor de su primo, y continuó. –¿Tú sabes qué tipo de personas asisten a ese instituto?

–Es un instituto de arte, supongo que artistas, ¿no?

–Exacto y ¿qué hacen los artistas cuando necesitan inspiración? –no dejó que respondiera. –Se drogan, beben, se acuestan con muchas chicas. Luary pasa demasiado tiempo con ellos, uno puede adoptar manías. –El docente entró en ese momento al aula y todos bajaron la voz. –Olvídalo, tal vez estoy exagerando, a mí no me agrada esa gente. Pero, no estaría demás hacerle notar que se está descuidando.

El docente sacó algunas hojas de su maletín y comenzó a entregarlas a sus respectivos dueños, eran los exámenes de la semana pasada.

–Luary Tametz... –llamó, pero nadie respondió. –¿No vino? Bien, Sophie Chávez.

–¿Lo ves? –susurró Seth al oído de Feryel. –No vino hoy.

Feryel pensó que, tal vez, Seth tenía razón, tal vez, Luary tenía que alejarse un poco del instituto...

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