La Isla Fel

Capítulo 51: Mauerbauertraurigkeit

(Alemán) El impulso inexplicable de alejar a la gente, incluso amigos cercanos que estimamos.

Ese sábado Luary despertó con los murmullos del otro lado de la puerta. Despertó sabiendo que quera su cumpleaños y, si no fuera por la reunión familiar, seguro que estaría emocionada. Su cumpleaños era el único día del año en el que no se sentía obligada a contentar a nadie, pero, aun así, surgían situaciones que la obligaban a ser sumisa y quedarse callada.

Fingió seguir dormida, conociendo de memoria la tradición familiar. A los segundos entró su familia cantando la típica canción de cumpleaños, su padre entró cargando un pastel de unicornio con las velas encendidas, lo cual le hizo bastante gracia, su risa arremetió cuando sus padres y su hermana desentonaron y desordenaron la canción.

–Buenos días, mi amor. –Dijo su mamá. –Feliz cumpleaños.

–Gracias ma.

–¿Cómo amaneció la princesa?

–Bien, ahora sopla las velas, fea. –Interrumpió su hermana ganándose una mirada digna de asesino serial por parte de su madre.

–Pide un deseo. –Dijo su padre.

«Deseo... que mi familia se enorgullezca de que sea violinista»

Sopló con toda la esperanza que albergaba en el corazón.

–Baja a desayunar. –Dijo su hermana, saliendo de su habitación.

Su padre salió detrás de ella mientras su madre se acercaba para darle otro beso en la frente.

–No olvides que debes decirme qué quieres de regalo. Algo coherente y realista.

–Claro ma. Ya bajo.

El desayuno fue sencillo, comerían mucho en la tarde y convenía ir con el estómago vacío.

–¿A qué hora llegarán todos? –Preguntó Luary curiosa.

–Ah olvidé decírtelo, tu tía ofreció hacer la reunión en su casa por tu cumpleaños, les queda más cerca a todos, igual cocinará tu papá.

–Ah... –Luary se decepcionó, eso quiere decir que no había escape posible.

–Llama a Takashi y dile que lo recogeremos de su casa para ir.

–Takashi no vendrá, tiene una cita con su novio, y es mejor que salga con él... –

«A que venga con nosotros» complementó en su mente.

–Bueno, entonces –Dijo su padre. –¿Ya nos dirás que querías de regalo?

Luary tomó un gran sorbo de café para calmar los nervios que traía encima.

–La siguiente semana daré un examen, bueno es más como una audición, en el Instituto y me gustaría que vinieran. De hecho, es necesario que al menos uno de ustedes venga.

–¿Volverás a audicionar para entrar al Instituto? –Preguntó su hermana.

–No, yo ya volví a Merak. –Dijo decidida a no aceptar oposición, su madre en cambio perdió la sonrisa y el apetito. –El examen es para viajar a Corea para el musical.

–¿Por qué no nos dijiste que volviste al Instituto? –Dijo su padre. –creí que había quedado claro, la última vez, que no harías nada a nuestras espaldas. –Lu quiso responder, pero él no lo permitió. –¿Por qué lo volviste a esconder? Sabes que todo lo que se hace a escondidas está mal.

–Papá, déjala responder...

–Tú no te metas Nyx. –Reprendió su madre.

–La conversación es con tu hermana, no contigo. –Complementó su padre.