Estado mental involuntario propio de la atracción romántica por parte de una persona hacia otra.
Athan jugaba con TJ mientras subía las escaleras. Aminoró el paso cuando llegaban al piso donde Luary pasaba clases. Dejó que TJ se adelantara y fue a su curso para saludarla. La buscó con la mirada, pero no la encontró.
–Hola Zeev. –le saludó Ze Lei sin emoción en sus palabras.
–Oh, Ze Lei. ¿Viste a Lu?
–No vendrá a clases hoy. –quiso continuar caminando, pero Athan lo detuvo del brazo.
–¿Por qué?
–No se siente bien.
–¿Te dijo que tenía?
–No. –Ze Lei se soltó del agarre y camino hacia su asiento.
Athan esperó un poco más y se fue.
Su preocupación escaló cuando algunas horas más tarde, ella seguía sin responder. No dejaba de pensar en que pudo haberle pasado algo. Incluso mientras ensayaba con TJ.
–Si te preocupa tanto, llámala. –dijo TJ.
–No contesta.
–¿Ya le llamaste a Takashi?
–No tengo su número.
TJ sacó su teléfono y se lo entregó a Athan con la pantalla encendida y el número de Takashi en ella.
–Cómo es que...
–¿Quieres saber cómo está Luary o no?
TJ suspiró y volvió a su guitarra, mientras su amigo llamaba al japonés.
–Hola Takashi, soy Athan, el amigo de Luary. Lu no vino hoy al ensayo, ¿sabes si está bien?
–Holi. Ella está bien ¿No te dijo que faltaría hoy? Se siente indispuesta, ah espera... –Takashi hizo una pausa, luego Athan escuchó un leve –Gracias. –seguido de un sondo de bolsa. –Lo siento, no te preocupes por ella, está bien...
–Sí, pero...
–Perdona, justo ahora me está llamando Lu, debo responder, adiós.
El muchacho miró a su amigo que continuaba inmerso por completo en su canción. Nada tenía sentido, o estaba sobre pensando las cosas, preocupándose sin mucha razón por aquella muchacha. TJ podía hablarle de cualquier cosa, pero Athan simplemente no respondía.
Finalmente, se decidió por ir a visitarla. Quiso llevarle algo, pero no sabía exactamente qué podría gustarle. Tantas no citas y aún no sabía su comida favorita.
Se decidió por un clásico, comida china. No podría no gustarle, ella parecía comer de todo.
A pocas calles de la casa de Lu, Athan vio a Takashi caminando.
–¡Takashi! –Le gritó. Takashi volteó a verle creyendo que era su mente jugándole una mala pasada.
–¿Athan? ¿Qué haces aquí?
–Vine a ver a Lu.
–¿Por qué? –Preguntó como si el actuar de Athan estuviera tan fuera de lugar como el locoto en una torta.
–Me preocupé por ella. Mira le traje comida china. –Levantó orgulloso la bolsa que traía.
Takashi desvió la mirada y apretó con fuerza los labios para no decir nada sarcástico.
–¿Qué tiene ella? –Preguntó Athan, más serio que antes. – ¿Se resfrió? Ayer estaba bastante bien, ¿lo que tiene es contagioso
–No es contagioso. Gracias a Dios no lo es.
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La Isla Fel
RomanceAthan Zeev tenía poco más de 20 años cuando su familia lo envió a La Isla Fel para continuar con un tratamiento para sus ataques de pánico, tras una serie de éstos antes de su debut en Corea del Sur. Es en el momento más oscuro de su vida cuando re...