Capítulo 26: Hiel

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Sentimiento de intensa amargura.

Takashi regresó al Instituto pocos días después, nada había cambiado, pero era todo diferente, Luary ya no estaba a su lado. Caminó un poco cuando vio a TJ y Athan hablando con dos chicas, una claramente era Alice, la "novia" de TJ, definitivamente, todo seguía igual, y eso le rompía el corazón. No se acercaría, no quería hablar con nadie.

Athan fue el primero que vio a Takashi, codeó a su mejor amigo para señalarlo.

–Estaba pensando que podríamos ir a jugar algo a tu casa TJ, ya sabes... –Alice apretó su pecho contra el brazo de TJ. –Tú, yo, Di y Athan... podríamos...

–Perdón, debo irme, nos vemos luego. –TJ se deshizo del agarre de Alice y corrió hacia Takashi.

La muchacha se quedó tan sorprendida como confundida, TJ nunca la había tratado así, siempre le daba prioridad, por eso no le importaba que él saliera con otras chicas, entonces ¿por qué ahora sentía que era la segunda en su lista de prioridades? Athan se disculpó con las chicas con una cálida sonrisa y caminó lentamente en la misma dirección.

–¡Take! –Le gritó TJ, el japonés volteó con lentitud y el pelirrojo se abalanzó a abrasarlo. –Te extrañé un montón. ¿Estás bien?

EL japonés emitió un quejido de dolor. Esperaba todo menos ese abraso. TJ lo escuchó quejarse y se apartó rápidamente.

–Lo siento. –Lo tomó del mentón y le observó el rostro, sonrió con satisfacción al ver que sus heridas habían sanado adecuadamente.

–Hola Take. –Saludó Athan. –¿Cómo...? –quiso preguntar por Luary, pero no le pareció adecuado, no después de ver sus ojeras. –¿Cómo estás?

–Mejor. Luary también está bien, no te preocupes por ella. –mintió. Athan miró a TJ, era obvio que quería hablar con Takashi, pero no sabía cómo.

–Debo irme, TJ... –Lo golpeó en el hombro y se fue.

Aunque agradeció la iniciativa, TJ no sabía cómo empezar a hablar.

–¿Quieres un café? –Propuso Takashi, facilitando las cosas.

Subieron a la terraza, se había hecho costumbre, algo sólo de ellos. TJ no dijo nada en todo el camino, Takashi se incomodó y cuando se incomoda, huye, pero prefería estar incómodo con TJ a estar solo.

–Perdona. –Dijo Take cuando llegaron. –Imagino que, te metiste en algunos problemas luego de ese día, tus manos... ¿Sanaron bien?

Una furia interna casi ahogaba a TJ, estaba enojado, pero también triste.

–¿Por qué te disculpas? –Miró a Takashi a los ojos, el japonés sintió un poco de miedo. –Son esos malditos los que deberían disculparse, no tú. –Dejó el café y se paró frente a Takashi. –Ellos fueron los que se atrevieron a golpear al chico más puro y dulce que existe, sin razón, sin motivo. No seas tan amable como para disculparte por cosas que no hiciste. No lo hagas, rompes mi corazón.

Los ojos de Takashi se llenaron de lágrimas, pero él no supo si era por lo que acababa de decir TJ, o porque no sabía cómo decirle que Luary intentó suicidarse y le recordaba a su padre, o porque de pronto se sintió aliviado.

–Di...dije algo... ¿malo? –dijo TJ nervioso. –Oye... perdón, no quería... no llores.

Takashi se limpió las lágrimas y apoyó su cabeza en el pecho de TJ.

–¿Estás...?

–Tú igual rompes mi corazón. –lo susurró bastante bajo, como para decírselo pero que no escuchara, fue un pensamiento en voz muy, muy baja...

Pero TJ lo escuchó, y el siguiente latido de su corazón desencadenó un sinfín de emociones que él no podía siquiera nombrar, tal vez porque no conocía el nombre.

–Ah, perdón. –Dijo Takashi algo sonrojado. –aún... me duelen las heridas. –Sonrió con inocencia. –¿Te resfriaste? Tienes la cara roja.

TJ carraspeó y tosió un poco.

–No, es que... hace frío. –Carraspeó una vez más, mientras Takashi se quitaba inmediatamente la bufanda para colocársela. –¿qué...?

–Si te hace frío, deberías abrigar tu garganta, si no, no podrás cantar. Creo que deberías hacerte ver con un doctor, tu cara sigue roja, tal vez sí tengas temperatura.

–No... tal vez. –Dio un sorbo a su café.

Se quedaron un momento en silencio, Takashi se sentía feliz, cuanto más pensaba en lo que TJ le había dicho, más sonreía. En cambio, el pelirrojo no dejaba de darle vueltas a lo que le estaba pasando.

TJ no dejó de pensar hasta que llegó a casa y encontró a Alice haciendo la cena.

–¿Qué haces aquí? –Preguntó el pelirrojo.

–Ese no es un lindo saludo. –Reclamó ella.

–Hola, ¿y Athan?

–En su habitación. Siéntate, la comida ya está lista.

–Iré a llamar a Athan...

–Él ya comió. –Sentenció, ella quería hablar y él sabía que no podía evitarlo.

A una señal de Alice, TJ se sentó y ella le colocó los platos, sirvió vino y propuso un brindis. TJ estaba confundido, ¿por qué hacía eso? ¿Por qué ahora que...?

–Últimamente... has estado algo distante. –Comentó ella.

–Sí, bueno... es difícil estar feliz y contento luego de que tus mejores amigos golpearon a otro amigo muy querido para ti.

–No me refiero a eso. Me refiero a nosotros, si es que aún hay nosotros. Has estado distante desde que Athan comenzó a salir con esa chica. No pasamos tiempo juntos, no comemos juntos, ya ni tenemos citas. –TJ intentó replicar, pero ella lo calló. –No me malinterpretes, no estoy reclamándote, sólo... quiero saber si aún me amas.

–Alice.... claro que te amo. –Le tomó de la mano.

–¿Por qué parece que mientes? Incluso cuando sabía lo de las otras chicas, lo de tu trabajo, cuando me decías que me querías, lo sentía sincero. Por eso, incluso cuando yo me acostaba con otros chicos, sentía que ninguno de ellos me querría como tú.

–Lamento si no soné sincero. Te amo, de verdad. Y soy muy feliz cuando estoy contigo. –Takashi vino a su mente. –Por eso...

–Si fueras feliz cuando estás conmigo... pasarías más tiempo conmigo, ¿no lo crees? –Alice se levantó y se paró al lado de TJ. –Te extraño, y me haces falta.

TJ no había reparado en la ropa que ella llevaba hasta ese momento. Alice estaba preciosa, llevaba un vestido rosa que le sentaba muy bien y su pelo estaba suelto, el perfecto marco para su ojos azules. No tardó en tomar su mano y levantarse para besarla.

–Lo siento, me perdí un poco. –Le dijo. –si vuelve a pasar, vuelve a encontrarme, por favor.

Alice sonrió y volvió a besarle. Athan salió de la habitación en ese momento, pero se detuvo al ver a TJ levantar a Alice, sin dejar de besarla, y luego llevarla a su habitación.

–Wao. –dijo sin emoción aparente y regresó a su cueva.

A TJ no le costó quitar el vestido de Alice, al hacerlo se dio cuenta que ella no llevaba nada debajo. Le sonrió pícaramente y rieron por la situación.

–Adoro que me facilites la vida. –fue lo último que le dijo antes de lanzarse a la cama con ella.

Tal vez era eso lo que necesitaba para dejar de estar tan confundido, tal vez sólo necesitaba distanciarse un poco de Takashi.

El sueño de TJ fue caótico, casi incomprensible, parecía estar de vacaciones, pero no conocía el lugar, no parecía ser la Isla Fel. Takashi, Athan y Luary estaban ahí, parecía que miraban un mapa. De pronto se encontraba corriendo en medio de un bosque, pero ya no estaba Takashi con ellos. Gritó preguntándoles, qué había pasado con él.

–¿No lo recuerdas? –dijo Athan.

–Tú lo mataste. –completó Luary.

En ese momento despertó.

La Isla FelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora