capítulo 28: Saudade

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Profundo estado de nostalgia y melancolía por laausencia de algo

Athan no había oído de Luary en días, y, pese a que él sabía que ella necesitaba tiempo a solas, algo le decía que debía ir a verla.

La extrañaba, deseaba verla más que nada, llamarla, escuchar su voz. ¿Cómo decirle a alguien que no quiere verte, lo mucho que la necesitas?

Mientras caminaba vio venir a TJ, tomado de la mano con Alice y al lado de ella caminaba Dilara. La imagen le pareció ajena a él y a su amigo.

–Athan. –Dijo Dilara corriendo hacia él.

–Hola.

–Estábamos pensando en ir a tomar un café. –Dijo Alice. –¿Vienes? Así Dilara no hace mal tercio.

–Sí, claro.

Alice se encargó de dejarlos caminar por delante, mientras se alejaba poco a poco con TJ.

–Amor, no. –Susurró TJ. –¿Dilara y Athan? Por favor.

–¿Por qué? Ella está enamorada de él y ahora tiene una oportunidad. Déjala ser feliz y olvida el pasado, ¿vale?

Dilara agradeció el gesto, pero Athan ni lo notó.

–Y... ¿Qué hay de ti, Athan? –Preguntó de pronto–¿Pasó algo con tu novia?

–¿Cuál novia?

–La violinista.

–Ah, no era mi novia. –Dijo sonrojado. –Sólo somos amigos, y está algo ocupada para venir.

–¿En serio? qué mal, parecían llevarse muy bien. – Athan sonrió con nostalgia.

Athan no parecía, en general, prestarle mucha atención a la conversación que Dilara proponía, ya sea que fuera de su interés o no, su mente estaba en otro lado. Incluso cuando llegaron a la cafetería y conversaron entre los cuatro, Athan no hablaba.

De regreso, al ver que el plan fracasaba poco a poco, Dilara volvió a interceptar a Athan, no ensayarían juntos el resto del día, así que era ahora o nunca.

–Estaba pensando... El otro día vi el comercial de una película que es muy de mi estilo, pero no me gusta ir sola al cine, ¿qué dices si vamos a verla juntos?

–Ahm... No sé si...

–Vamos... di que sí. –La chica se meneó lentamente mientras le tomaba del brazo. Athan se puso nervioso.

–Está bien. –Dilara dio un pequeño salto.

–Genial, es una cita entonces. Vamos mañana luego de clases.

Dilara se despidió con una sonrisa en el rostro mientras que Athan se quedaba como tonto parado en el mismo lugar. Volteó, pero TJ había desaparecido con Alice. ¿Qué acababa de hacer?

Dilara, la mejor manera de describirla sería con la palabra "perfección", parecía haber nacido con el único objetivo de darle algo que admirar a la gente. Pelo castaño, ojos color miel, parecía haber sido esculpida por un artista, porque no sólo sirve nacer bonita, tienes que hacer un montón de esfuerzo para cumplir con todos los estándares de belleza, y ella los cumplía al pie de la letra.

Ella tenía un estilo muy lindo y el día de la cita se arregló más de lo normal, iría con Athan al cine, tenía que lucir hermosa para que cuando lo vieran con ella digan que el tipo era el más afortunado de la historia.

–Déjame entender. –Pidió TJ mientras Athan preparaba el desayuno. –Lu no viene uno días a clases ¿y tú ya sales con otra chica? Y no cualquier chica, Dilara Ayers.

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