(Tagalo) misterio lleno de maravillas
Por indicaciones del Director Evander, los primeros en enterarse de los resultados de las audiciones fueron los de la carrera de diseño de moda. Takashi se alegró al recibir la nota que decía que tendría que trabajar con las medidas de TJ, eso significaba más tiempo juntos.
Él no esperaba conquistar a TJ, ni se hacía ilusiones con tener una relación, le bastaba con pasar tiempo con él. El dolor de verlo con alguien más se compensaba en gran medida con la satisfacción de estar a solas con él. Con el tiempo, TJ comenzó a buscar su compañía, era más relajante que la de cualquiera. Incluso visitaba al japonés cuando estaba con Athan.
Uno de esos días, Takashi accidentalmente le dijo que a Luary le gustaba alguien más, preocupando al pelirrojo
–¿En serio, Take? No sé cómo haré esto. ¿Cómo se supone que le diga a Athan que a Luary le gusta alguien más?
–Tal vez no tengas que decírselo...
–¿Qué?
–¿Qué? –Rieron. –Sólo piénsalo, ya tuvieron ¿6 citas?
–Sí, lo llevó a recorrer toda la Isla, un día llegó todo emocionado a hacerme probar unos dulces beduinos que se llamaban jal....
–Halwas.
–Eso. Estaban muy ricos... luego lo llevó a jugar en un patio de juegos electrónicos. Gastaron demasiado dinero en ese lugar. Athan regresó con algodón de azúcar, y dos peluches enormes.
–Sí, esa fue una buena cita. A Luary le gustan mucho los dulces beduinos, es una buena señal que lo hiciera partícipe de ello.
–Sí... ¿Dónde están ahora?
–En tu casa.
–¡¿Cómo?! –Takashi rio. –¿Cómo que en mi casa?
–Luary tiene exposición en dos días. Y como hoy no tenía más ensayos, Athan la invitó a tu casa.
–Wao... espero que pase algo entre esos dos mientras no estoy. –Soltó una risa nerviosa. –¿Puedo preguntarte algo? –Takashi asintió.
–Dijiste que llegaste a la Isla cuando tenías 8, ¿Por qué viniste a la Isla?
Takashi suspiró, no era una historia que le gustaba contar.
–Mi padre... se suicidó cuando tenía 7. –Trató de decirlo como si ya no le importara. –Mi madre no quería que viviera con culpa por eso, tampoco quería que viviera en un país tan tóxicamente competitivo, como Japón. Me trajo aquí. Mis abuelos paternos eran de la Isla, fallecieron hace algunos años, pero se quedaron lo suficiente para ayudarnos a mi mamá y a mí.
–Lo siento, no esperaba que...–TJ se puso nervioso, Takashi lo tranquilizó con su típica sonrisa. –Hagamos un trato, de ahora en adelante, ya no hablaremos de Luary y Athan cómo tema central, hablaremos de nosotros, nos conoceremos mejor.
Takashi rio mientras se sonrojaba. A modo de cambiar el tema, sacó de su baúl la camisa que le había hecho a TJ hace tiempo, cuando lo observaba en silencio en la cafetería.
–¿Te molestaría probarte esto?
TJ tomó la camisa y la desdobló con cuidado, era hermosa. Al instante se quitó la ropa y se la probó.
–Me queda perfecta.
–Créeme, yo estoy más sorprendido que tú.
–¿Es para mí? –preguntó emocionado. Takashi subió los hombros. –¿Me hiciste una camisa?
–Si te gusta es tuya. Fue un accidente, así que...
–Me encanta. –Dijo abrasándose así mismo. –Gracias. Ah, tengo que ir a trabajar. Me iré con la camisa puesta, ¿está bien?
–Si quieres.
–Eres el mejor. Bye, bye
TJ salió casi saltando por el regalo. En el patio se encontró con su grupo de amigos, Jyn, Seul-ki y Alex. Se acercó a saludarlos con una gran sonrisa, la cual se fue borrando al ver sus caras.
–¿Qué pasó?
–Nos enteramos de algo asqueroso. –Dijo Alex.
–¿Recuerdas al chico que nos tomó medidas el otro día? Uno de diseño de modas, primer año.
–Sí, Takashi, ¿qué pasa con él?
–Es gay.
–Y...
–Viejo, nos vio desnudos, a los cuatro. ¿No te parece depravado? –comentó Jyn bastante molesto. –A mí me parece asqueroso.
–Oye, Takashi no es un depravado, sólo hacía su trabajo.
–Pues yo creo que abusó de su poder. Hay que darle una lección. –Propuso Alex.
–Escuchen, están exagerando las cosas. –TJ sintió cómo peligraba su amigo. –Takashi sólo hacía su trabajo, y ya. ¿De qué lección hablan? Si están a punto de hacer algo de lo que se vayan a arrepentir, les recomiendo que desistan.
–Oh, te aseguro que no nos vamos a arrepentir. Hay que dejar en claro el lugar de los homosexuales en el Instituto, pueden hacer lo que quieran en sus casas, pero no aquí. ¿te unes? –el rostro de TJ lo decía todo, estaba decepcionado de sus amigos.
–No te preocupes, TJ. –Dijo Jyn. –Es el amigo de Luary, jamás le haría daño al amigo de la chica que me gusta.
–Luary no te gusta, carajo. Ya para con ella.
Jyn sonrió con malicia, claro que no pararía con ella. No hasta ver a Athan con el corazón roto.
–Linda camisa. –Los tres se fueron.
TJ regresó casi corriendo al estudio de Takashi. Los que aún estaban ahí se sorprendieron de verlo otra vez, pero estaban tan metidos en sus diseños para el festival, que apenas si prestaron atención.
–Acompáñame a casa. –le dijo agitado. –Es más, acompáñame y luego te llevo yo a la tuya.
–Ahm... ¿pasó algo?
–No y espero que no pase. ¿Nos vamos?
–¿No tenías que trabajar?
–¡Takashi! Vamos a mi casa, ahora. Antes de que alguien venga y...
–Bien vamos. – interrumpió más aturdido que convencido.
TJ pidió que nadie entrara al espacio de Takashi por nada del mundo. No hizo falta explicar mucho, Ahmya se encargaría de hacer cumplir el recado al pie de la letra, era una situación que ella también temía que sucediera en cualquier momento.
Ambos, TJ y Takashi, acordaron no decirle nada a Luary, ella no pensaría dos veces la situación. Y ahí comenzó todo, todo comenzó a torcerse.
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La Isla Fel
RomanceAthan Zeev tenía poco más de 20 años cuando su familia lo envió a La Isla Fel para continuar con un tratamiento para sus ataques de pánico, tras una serie de éstos antes de su debut en Corea del Sur. Es en el momento más oscuro de su vida cuando re...