11

7.2K 662 212
                                    

El sábado había llegado más rápido de lo que esperaban todos los argentinos, el partido que definiría su futuro en el Mundial o los enviaría a todos a casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El sábado había llegado más rápido de lo que esperaban todos los argentinos, el partido que definiría su futuro en el Mundial o los enviaría a todos a casa.

―¡Muchachos, ahora nos volvimo' a ilusionar!

Carolina y Gabriel cantaban abrazados entre la multitud esperando para entrar a la cancha, la familia ya los habían perdido de vista hace rato pero sabían que estarían bien y los verían más tarde.

Los Sosa menores eran bastante energéticos en situaciones como esas, todavía tenían la tensión sobre qué pasaría en ese partido, sabían que no podían perderlo. Pero estaban en Qatar, presenciando por segunda vez a la selección jugar, no iban a quedarse con caras largas todas esas horas.

Así que Carolina y Gabriel iban a aprovechar hasta el último segundo en ese país, si no los mataban ahí sabían que cuando volvieran a Argentina probablemente tendrían que vender hasta la cama en la que dormían por endeudarse tanto.

Después de lo que parecieron años de espera, lograron entrar al estadio de pedo porque creyeron que sus entradas las tenía Carla (los dos agradecieron la manía de Gabriel de llevar mochila a todos lados).

―¡Tío Gabi! ¡Tía Caro!

Los dos oyeron esa voz con la que estaban tan familiarizados, voltearon su cabeza a la derecha donde estaba la tribuna de los mexicanos y ahí encontraron a su familia que resaltaba bastante por el blanco y celeste de sus camisetas.

Los hermanos caminaron en su dirección confundidos.

―¿Qué hacen acá? Allá están todos ―Carolina hizo seña con su cabeza, en la izquierda estaban los argentinos.

Por la cara de culo que tenía su papá supo que algo andaba mal.

―Las entradas son para esta tribuna, alguien no me hizo caso y compró mal ―dijo Fabián mirando a sus hermanos con Román a upa.

Gabriel se le cagó de risa a su papá en la cara prácticamente, Carolina le dio un codazo para que se callara si no quería terminar en Argentina de una patada en el culo.

―Bue, no importa ―la Sosa menor se sentó junto a su mamá y hermana. ―ya estamos acá, no podemos hacer nada, a disfrutar, muchachos.

Y para empeorar todo, David había tenido la mala de suerte de sentarse junto a unos mexicanos que lo descansaban a dos manos.

El partido empezó después de que cantaran el himno, venía bastante bien pero ninguno de los dos equipos había logrado meter un gol todavía.

―Vamos, la puta madre ―Romina se persigno mientras apretaba la mano de su marido. ―en nombre del padre, del hijo...

―¿Desde cuándo tan creyente vos? ―le dijo Fabián tratando de no reírse.

―Fabi, cuando juega Argentina todos somos creyentes, ¿no viste a mamá rezando anoche antes de irnos a dormir?

KARMA ✶ cuti romero CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora