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Maratón 3/3

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Maratón 3/3

Los días habían pasado más rápido de lo normal, el viaje de los Sosa y la experiencia única de presenciar su primer Mundial llegaría a su fin en algunos días. Al día siguiente Argentina iba a jugar contra Países Bajos.

Carolina y sus hermanos estaban en la terraza, disfrutando del sol y la pileta, con sus sobrinos y cuñada. Carla y David dormían la siesta, algo sagrado para todos.

―¿Qué vas a hacer?

Agustina se sentó junto a Carolina en las reposeras. Las dos estaban tomando sol mientras tomaban jugo de naranja. Los otros estaban en la pileta.

―Podrías no responderle e ignorarlo, pero por tu cara...

Sí, Caro le había contado a su hermana mayor sobre los mensajes con Cristian. No se había dignado a responderle todavía, seguía pensando que hacer.

Una parte de ella le decía que lo ignorara, disfrutara el viaje con su familia y no volver a saber de él, la otra parte le decía que por lo menos lo escuchara, la curiosidad le picaba por saber que diría.

―¿Qué tiene mi cara? ―Carolina volteó a verla.

―Y que lo estás pensando mucho, Carolina ―Agustina se bajó los lentes de sol para verla. ―si lo estás pensando tanto es por algo.

―Quiero saber, tengo curiosidad...

―La curiosidad mató al gato.

Fue lo único que le dijo Agustina seriamente. Carolina se sentó en silencio a pensar ¿Aceptaba verlo o no?

―Merezco saber lo que pasó ¿o no?

―Ya sabemos lo que pasó, te metió los cuernos dos veces porque una no le fue suficiente ―Agustina se sentó, comenzaba a desesperarse. ―así son todos los futbolistas, se creen lo más y que pueden estar con cuantas minas quieran.

―No sé...

Ni siquiera sabía que decir de tantos pensamientos que se le cruzaban por la cabeza, entendía que Agustina quería protegerla, pero está vez sentía que no debía hacerle caso.

―Hace lo que quieras, Caro ―Carolina casi se encoje en su lugar al oír el tono tan serio en la voz de su hermana, la necesitaba. ―acá voy a estar yo, podrás ser medio boluda, pero sos mi hermana y muy a mi pesar te quiero.

Carolina le sonrió con los labios apretados y saltó sobre su hermana para abrazarla, sabiendo que esto la iba a molestar.

―¡Ay, Carolina! Tenés esa bikini empapada.

Caro río y la abrazó con más fuerza.

Segundos después Valentín y Román corrieron hacia ellas para sumarse al abrazo haciendo que la tía Agus quisiera ahogarlos en la pileta.

KARMA ✶ cuti romero CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora