✹ SALEM ╱ a draco malfoy fanfiction
↳ ❛ ¡ 𝐘𝐨𝐮'𝐫𝐞 𝐥𝐢𝐤𝐞 a mystery
just waiting to 𝐛𝐞 𝐬𝐨𝐥𝐯𝐞𝐝. ! ❜ 𓂅‧₊˚
✩.*• ──► 𖤐 ⋮ En donde Margo Lovett tiene más poder del que ella alguna vez esperó o donde se...
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FUE UNA BUENA SENSACIÓN poder esperar una noche relajante después de terminar los ensayos y disfrutar de una cena abundante.
Ya estaba soñando con poder relajarme en la comodidad de mi propio dormitorio hasta que de repente recordé algo crucial.
—Oye, Mar, ¿puedes hacerme un favor? Realmente necesito entregar este ensayo mañana, así que no puedo acompañarte en nuestras rondas esta noche, —explicó Ernie, mirándome tímidamente.
Me congelé a la mitad de empacar mis cosas en mi bolso y le lancé a Ernie una mirada de pánico.
—¿Qué?
—Olvidé por completo que teníamos rondas esta noche —susurré, horrorizada.
—¿De nuevo? —Ernie dijo torpemente, pero levantó las manos en señal de rendición cuando le lancé una mirada.
Cerrando los ojos por el dolor, empaqué apresuradamente y dejé mi bolso sobre la mesa mientras murmuraba maldiciones en voz baja.
Merlín, ¿cómo pude haber olvidado mis deberes de prefecto?
Debo haber estado tan consumida con las tareas y mis notas que se me olvidó por completo. Peor aún, esta no era la primera vez que sucedía.
Eramos los únicos de quinto año que estábamos despiertos en la sala común, acompañados de un grupo de cuarto año y algunos de séptimo año que también estaban completando ensayos.
Ruby ya se fue a dormir después de vernos trabajar, alegando que se iba a estrangular si veía que escribía otro ensayo de Pociones.
Si no fuera por el creciente dilema en mi pecho, habría disfrutado el ambiente que daba la habitación. A mitad de escribir mi ensayo ya podía sentir que mis párpados se ponían pesados al escuchar el suave crepitar de las llamas en la chimenea. Pero ahora estaba muy despierta.
Ernie se movió en su asiento, esperando mi respuesta y suspiré. No es que me molestara que Ernie preguntara, en realidad no me importaba en absoluto. Fue un inconveniente tan grande que me di cuenta en el último minuto, justo cuando estaba a punto de buscar refugio para pasar la noche.
Maldiciéndome internamente, le di a Ernie una sonrisa y asentí. Mi memoria era realmente horrible.
—Gracias, Margo —Ernie suspiró aliviado—. Te debo una.
—Será mejor —respondí en broma y nos reímos.
—Pero en serio, Ernie, me lo debes.
El castillo por la noche era bastante intimidante, si no aterrador.
