✹ SALEM ╱ a draco malfoy fanfiction
↳ ❛ ¡ 𝐘𝐨𝐮'𝐫𝐞 𝐥𝐢𝐤𝐞 a mystery
just waiting to 𝐛𝐞 𝐬𝐨𝐥𝐯𝐞𝐝. ! ❜ 𓂅‧₊˚
✩.*• ──► 𖤐 ⋮ En donde Margo Lovett tiene más poder del que ella alguna vez esperó o donde se...
▬▬ 🌑 -ˏˋCAPÍTULO SESENTA Y DOSˎˊ- 🌕 ▬▬ ( planeamos un atraco )
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LOS DÍAS SE CONVIRTIERON EN SEMANAS mientras extendíamos nuestra estadía en Shell Cottage, refinando tácticas y elaborando reservas de poción multijugos para el plan que logramos implementar con el duende Griphook.
Aunque lo que quería a cambio era bastante caro (la Espada de Gryffindor), a Harry, -con ese cerebro confuso suyo-, se le ocurrió una escapatoria tan astuta que ni siquiera nosotros podríamos estar eufóricos, excepto Ron, dado que él duende no le cae nada bien.
Era difícil explicar a los demás residentes de la cabaña por qué rara vez aparecíamos durante la cena o durante el día. Los cuatro estábamos demasiado ocupados perfeccionando a fondo los planes que hicimos, repasando cada detalle y cualquier fragmento de información que Griphook nos dijera. Hermione y yo pasamos la mayor parte de las horas cada día con la poción multijugos y nos quejábamos durante semanas de la impaciencia por saber cuánto tiempo faltaba hasta que estuviera lista.
A veces incluso dejaba que Hermione hiciera todo el trabajo, prefiriendo pasar esos pequeños momentos de libertad con Luna y Dean. Nunca preguntaron qué estábamos haciendo y eso me alegraba. Descubrí que su compañía era un refresco después de pasar la mitad del año solo con el trío, y más mientras nos centrábamos en lo que estaríamos haciendo dentro de unas semanas.
La conversación que Luna y yo habíamos mantenido pasó por mi mente hace apenas unos días: un tema que ella mencionó tan casualmente que no sabía si ella siquiera sabía cuánto me afectaba.
—El sótano de Bill y Fleur es encantador —dijo después de que Fleur nos pidiera una botella de vino—. A diferencia de los Malfoy, demasiado solitario y oscuro. Pero al menos el señor Ollivander estaba allí conmigo, y él también venía a visitarme a veces —y recuerdo haberle preguntado de quién estaba hablando.
—Draco Malfoy —afirmó como si fuera obvio—. Se escabullía al sótano, nos daba comida y otras cosas que no nos daban durante el día. Creo que no se le permitía entrar allí en absoluto, pero él iba de todos modos.
Fue la primera y última vez que Luna habló de lo que pasó en el sótano. También una de las muchas noches que pasé con lágrimas rodando por mis mejillas mientras miraba por la ventana de mi dormitorio, jugando con la perla alrededor de mi cuello.
Y fue durante esa noche que también me hizo pensar en Ruby y Ernie. Hasta ahora no me había dado cuenta de que durante todo el tiempo que estuve huyendo ni siquiera pensé en ellos; no me permití extrañarlos ni preguntarme por ellos porque sabía que si lo hacía, esos pensamientos me habrían comido viva.
Al menos sabía que mis padres estaban milagrosamente a salvo, quedándose en casa de la tía Muriel junto con el resto de los Weasley (gracias a Merlín).
