Style - Evan Peters

7

Rose.

Había regresado de hacer algunas compras en el supermercado, cosas que nos hacían falta en el departamento a mi y a ry. Después de tantas fotos mientras los hombres esos creían que no los veía.

Llegué a salvo menos mal.

- Traje para hacer arroz con leche, tu preferido. - me burlé de ryan mientras entraba a la cocina, donde el estaba preparando una especié de pasta. El comenzó a reír.

Hace unas semanas el me había confesado su amor por el arroz con leche, prometiendome que si podría, se casaría con el.

Algo qué me hizo reír mucho, y no sabía si era real hasta qué el jueves de la semana pasada preparo una gran olla de arroz con leche. Definitivamente estaba obsesionado.

- Ya me conoces un poco más, cariño. - ryan se acercó a mi, y me tomó por la cintura, para qué yo pudiera colocar mis brazos alrededor de su cuello, juntando nuestras narices.

Por primera vez no pensaba en evan, estar asi con ry me hacía sentir demasiado bien, quizás por qué el es un jodido detallista en el amor, y hace que me encariñe demasiado.

Aún que evan igual lo hacía.

Antes de poder besar a ryan, mi celular comenzó a sonar, bufe para tomarlo entre mis manos y ver qué era la señora julie...peters.

Genial. Maldición.

¡Mierda!

Me puse la mano en la frente.

- Contesta cariño, seguiré con esto. - dijo señalando la pasta. Asentí un poco avergonzada pensando en si tal vez vio el nombre de mi ex-suegra. Rezando por qué no.

Entre a nuestra habitación y conteste la llamada, no sin antes dar un largo suspiró.

¿Qué ocurría?.

- ¿hola? - dije fingiendo no saber quien era, cuando claramente ya sabía.

- hola corazón, ¿cómo estás?, soy la madre de evan...siento llamarte en las condiciones qué nos encontramos, y respeto mucho tu vida, es solo qué a pesar de qué no seas la pareja de mi hijo, te quiero como una cuarta hija. - explicó la mujer, algo qué me hizo reír. - Espero no molestarte.

- No...no se preocupe, no lo hace. Estoy bien, espero qué usted lo esté igual.

- Lo estoy, michelle y andrew te extrañan, ni hablar de phil, cree necesario hacer unas carnes asadas con tu padre, es un necio.

Sabía qué mi padre y la familia de evan se llevaban bien, pero no sabía si era buena idea qué se juntaran en estas condiciones. Aún que mi relación con evan no debía afectar su amistad en lo absoluto.

- Le preguntaré a mi padre, seguro él estará encantado. Sirve de qué hugo deje esa guitarra que se compró.

Hugo, mi hermanastro había comenzado un nuevo hobbie, tocar la guitarra, y la verdad, la tocaba demasiado bien.
Si antes no salía mucho de su habitación, ahora menos.

- ¡Perfecto! No te quitó más tiempo querida, cuídate, y sabes que siempre tendras un gran espacio en nuestra casa y nuestros corazones.

Sonreí con nostalgia ante lo ultimo.

Había creado alguna forma de afecto bueno con los peters para qué me llamarán. ¿Cómo sería si evan y yo todavía estuviésemos juntos?.

Podría amarlo con la misma intensidad, y dolía por qué estando con alguien mas no podía quererlo como lo hacía con evan.

Me despedí de la madre de evan y colgué apenas me dijo adiós, no quería llorar, pues de alguna forma me hacía extrañar todo eso.

Aún que sabía que podría visitarlos, pero no quería ser un problema en la vida de evan, ni verme como una entrometida.