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Ry Gosling.

No quería ser entrometido, pero, en cuanto apagué el fuego de la estufa al terminar la pasta, escuche la conversación de rose con al parecer la madre del chico peters.

Se sentía extraño querer a alguien qué estaba profundamente enamorada de otra persona, y qué por supuesto pasaron muchas cosas juntos, y tan solo en un año.
Estoy seguro que ella me quería de igual forma, pero no tanto como yo lo hacía.

No me molestaba, sin embargo sabía que sería un gran proceso, largo tal vez, y esperaría por ello, no me rendiría.

Escuché como ella le respondía a la madre de peters con una voz feliz, por supuesto, estoy seguro qué a sitio al qué ella va, todos la adoran.

He de decir qué es una chica muy hermosa, tanto físicamente como mentalmente, no discute en lo absoluto y eso al parecer es una de sus mejores cualidades, se rié por cualquier broma estupida qué haga o dia.

Simplemente la chica perfecta.

Cuando salió de la habitación, me recompuse y comencé a servir las porciones de pasta en unos platos, haciendole creer que no había escuchado la parte donde le prometía a la señora reunirse.

Finalmente solo sería una reunión entre sus padres y el de ella, no debería estar molesto, asi que no lo estaba.

- ¿Y? - pregunté intrigado, ella tomó ambos platos y los dejo sobre la mesa.

- Espero no te moleste - dijo acercandose a mi, y tomandome de las manos en cuanto deje los vasos sobre la mesa.

- No podría, ¿Sucede algo? - enarqué una ceja.

Ella suspiró, y ladeo la cabeza.

- Era la madre de evan...- suspiró fuerte, y al notar que no me molestaba en lo absoluto, siguió hablando. - Queria saber como estaba, y si podríamos vernos algún día...solo dije qué si por que no sabia que responder.

- Esta bien si algún dia quieres verlos, ellos fueron y serán parte de tu vida si te quieren. - asentí.

Ella rodeó sus brazos en mi cuello, y se puso de puntitas, algo qué hizo que soltara una carcajada. Beso la comisura de mis labios y hablo.

- ¿Por qué tienes qué ser tan dulce? - hablo en un susurró.

- Por qué me tocó la mejor chica del mundo, y no podría enojarme por cualquier cosa. Tuviste un gran proceso con ese chico, y esta bien qué todavía te quieran ver su familia. - sonreí.

Ella asintió, y recargó su cabeza sobre mi pecho, mientras yo bese su coronilla.

- Vamos a cenar, o la pasta se enfriará...

Ella comenzó a reir contagiándome, y ambos caminamos hasta la mesa.

No me rendiría en hacer qué ella me ame de la misma manera en qué lo hizo con el, o incluso más.

Es una chica a la cual se debe cuidar su corazón en un lugar de alta seguridad. Y hasta que ella me lo permita, lo haré.

Style - Evan PetersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora