XIX Movimientos y evidencias

411 54 7
                                    

Takemichi esperaba paciente la respuesta de sus amigos; Akkun, Makoto, Yamagishi y Takuya lo miraban de vez en cuando y después se miraban entre ellos, procesando lo que les había ducho tan solo minutos atrás.

Finalmente, les había dicho que se unió a la Tokyo Manji.

Era algo necesario, y no podía ocultárselos más, ahora solo quedaba esperar su reacción.

Makoto fue el que pareció componerse primero y lo miro con una mueca disconforme.

—Takemichi, ¿en que habíamos quedado con nada de malas bromas?

—No es una broma —suspiro.

—¿En serio te uniste a la Toman? —pregunto Takuya.

—Lo hice.

—¿Por qué?

Giro hacia Yamagishi que lo miraba interrogante, pensó un poco su respuesta, sabía que tenia que dar una lo bastante convincente, no es que como si los chicos lo pudiesen obligar a salirse de la Toman, pero quería que lo aceptaran lo mejor posible, era consiente de lo delicado que era el tema de él nuevamente implicado en una pandilla.

—Porque... Mikey-kun me lo pidió.

Sus amigos ahora lo veían como si le hubiese salido una segunda cabeza porque la incredulidad se reflejaba perfectamente en sus rostros. Akkun frunció el ceño. Oh no aquí viene. Pensó Takemichi.

—¿Y solo porque tu querido Mikey-kun te lo pidió, te uniste nuevamente a una pandilla?

—Eh... si...

El ceño fruncido de Akkun se acentúo más, una mueca disconforme en sus labios apretados. Takemichi se apresuro a excusarse.

—Pero no crean que fue así como así, no, no, me hice el difícil y lo pensé mucho, Mikey-kun me lo pregunto varias veces hasta que al final acepte. La-la Toman no es tan mala como parece, deberás, es mas tranquila y no tan peligrosa como ustedes creen...

—¿Te estas escuchando?

Volvió a suspirar, pesadamente, sabia que no iba a hacer fácil que lo entendieran.

—Lo hago, pero, escuchen, no es tan malo, ¿de acuerdo? Sé que el unirme a otra pandilla no pinta nada bien, pero ahí las cosas son diferentes a como... como nos paso a nosotros, en serio. Y además... —trago, comenzó a jugar nerviosamente con sus dedos— además... no es igual, todo esta bien, y yo... quiero creer, creer que nada pasara, que todo seguirá bien como lo esta ahora, quiero creer que nada cambiara y que... que el miedo que tengo no se mas qu-que simple miedo a-absurdo y-y... así que, por favor, por favor, ¿pueden apoyarme en esto?

Su estrujada voz resonó en la habitación, antes de que una nueva voz se escuchara.

—Sabes que siempre te apoyaremos.

La suave voz de Akkun lo hizo regresar la mirada a sus amigos, que lo veían con suaves sonrisas y comprensión, inevitablemente Takemichi sonrió, aun con su pulso acelerado y los nervios aun calándole las entrañas, recibió gustoso el agrazo grupal al que sus amigos lo halaron. Todo estaba bien, sabia que sus amigos lo apoyarían siempre.

Por ello no había podido esperar a contarles todo.

...

Chifuyu no olvidaba, por su puesto que no lo hacía, menos las cosas importantes o que le causaban suficiente curiosidad como para investigar.

Y por supuesto que la recién descubierta relación de dos de sus amigos le daba bastante curiosidad como para comenzar a obsérvalos lo más disimuladamente posible.

KILIGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora