KILIG

XXVI Tranquilidad

—Te digo que ya estoy bien.

—Eso mismo me dijo Takuya cuando me llamo para que fuera a ayudarlo y los encontré hechos mierda —Takemichi miro con el ceño fruncido a Akkun, el de cabello ciruela chisto antes de suspirar y rendirse.

Se encontraba en la habitación de Sendo, en una especie de visita/ supervisión de que estuviese bien, y aunque claro que lucía mucho mejor que hace unos días cuando repentinamente fue llamado por uno de sus amigos y los encontró brutalmente golpeados, su amigo aun no sanaba por completo. Akkun fue quien se llevo la mayor parte de los golpes, ya que, a palabras suyas, él era el que mejor peleaba y por eso fue quien mas frente le hizo al sequito de maleantes que los estuvieron siguiendo y finalmente atacaron tomándolos desprevenidos.

—Ya no me duele tanto, es solo incomodidad por no poder moverlo bien —dijo ante la insistente mirada de Takemichi a su brazo izquierdo, el cual se encontraba enyesado debido a que se lo habían roto durante la pelea, Atsushi maldijo mentalmente al recordar al idiota que le hizo aquello.

Takemichi asintió ante sus palabras, ni siquiera molestándose un poco en ocultar la preocupación que sentía por sus amigos, desde que los atacaron y después de que los dieron de alta del hospital los había estado visitando a cada uno a sus respectivas casas, encontrando a cada uno de ellos en distintos estados, al final Akkun fue el que salió peor. Takemichi lo había intentado regañar por hacerse el héroe con los demás cuando sabía que entre todos pudieron dar una buena pelea, pero entonces su amigo que saco en cara que él le había pegado eso de ser héroe.

Quitando el hecho de que aquello no le hacia en lo absoluto gracia siguió discutiendo hasta que al final ambos se cansaron y simplemente se quedaron en silencio. Hasta que Takemichi nuevamente comenzó con el bombardeo de preguntas sobre su estado. Akkun simplemente se hartó.

—Es una lastima que no reconocieran, ni el propio Yamagishi, a ninguno de esos bastardos que los ataco, porque si no yo...

—¿Los buscarías y los golpearías? Aww ¿harías eso por nosotros, Take-chan?

Takemichi puchereo, lanzando una mala mirada a su amigo que solo rio.

—Bueno, no —hablo después de que la risa del otro se calmase—, si fueron tantos como para que ni ustedes siendo cuatro pudiesen con ellos, menos podría yo.

—Lo sé, además, eso tipos eran claramente mayores que nosotros.

—Eso es una mierda.

—Gran mierda.

Volvieron a quedarse en silencio un par de minutos, en los cuales Akkun miraba atento a un distraído Takemichi, quien cuando pareció darse cuenta que era observado le devolvió la intensa mirada que le era dirigida, ambas miradas chocaron y lucharon por un largo rato, hasta que el rubio se canso y con un bufido la desvío y centro su atención en su teléfono, sonriendo suave al leer la pantalla.

Atsushi lo siguió viendo unos segundos mas en silencio, hasta que por fin hablo.

—¿Paso algo?

—¿Eh? —hablo confundido Takemichi, subiendo nuevamente la mirada hasta posarla sobre el curioso rostro de su amigo.

—Que, ¿si paso algo?, te vez algo distinto.

Takemichi ladeo el rostro confundido, con lentitud subió su mano y palpo los pocos raspones que aun tenia en la cara de la última pelea de la Toman, ¿se refería Akkun a eso?

—¿Si? Yo me sigo sintiendo igual de mierda que antes.

El otro rodo sus ojos ante la respuesta de Takemichi.