Confiar en Valentina no es cien por ciento seguro para mí, sin embargo, he de confiar en sus palabras, porque seamos objetivos, ¿qué otra opción tengo? Ninguna. Estoy en un laberinto sin salida.
Ella me ha confesado ser la cuñada de Patrick, esposa de ese hermano al cual no conozco, y que, sinceramente, no quisiera conocer. Valentina es una mujer enamorada y podría estar mintiendo, podría esto ser un plan macabro para envolverme más, por lo tanto, no puedo, mejor dicho, no debo cegarme y creerla mi amiga porque es evidente que no lo es. Ella está de parte de ellos.
Salimos del salón y nos vamos juntas a mi habitación, cabe destacar que los guardaespaldas nos siguen por toda la mansión, con cierta distancia, pero lo hacen y no hay nada que me haga enfadar más que eso.
—¿Qué quisieras vestir esta noche, Esmeralda? —pregunta cerrando la puerta a mi paso.
—Un pijama y a dormir, ¿qué más? —le contesto malhumorada al tiempo que me siento en mi cama y me comienzo a quitar los zapatos.
Luego del incendio, Patrick renovó mi habitación y la verdad es que quedó bastante bien. Las cortinas fueron eliminadas de la decoración y solo están los preciosos ventanales que ahora llevan un vinil con un paisaje de cascada impresa y se ve bellísimo, como también muy relajante; aunque solo me relajen por un par de segundos, ya que la incertidumbre de estar quien sabe dónde, me perturba con frecuencia.
—Hoy estamos de fiesta en la mansión, ¿no te lo dijeron? —Su rostro demuestra desconcierto. Saca del bolsillo de su chaqueta un abanico y comienza a abanicarse.
—Sí, pero no sé el motivo y aunque lo supiera, no pretendo ir —respondo sincera.
—Es nuestra cena de bienvenida —menciona con un atisbo de ilusión en sus ojos.
Una risa irónica escapa de mí. Con mi dedo índice y el pulgar bordeo mi mandíbula, mirándola fijamente.
—Es obvio que no te agrada la idea, Esmeralda, pero es un buen momento para ganar la confianza de Patrick y acercarte a él.
—Esto es muy difícil para mí y lo sabes, Valentina.
—Yo lo sé, pero ¿Quieres tu independencia, no es así?, ¿quieres apaciguar este infierno? —Asiento con mala cara y pongo los ojos en blanco—. Entonces debes hacer que el crea que estás cediendo. Además, estamos en España, sabes todo lo hermoso que hay por ver acá.
—¿Qué estamos dónde? —pregunto lo bastante fuerte, sin poder creer lo que he escuchado.
Mi respiración comienza a agitarse, mi cabeza comienza a dar vueltas. Todo mi mundo se viene abajo. Valentina se acerca y comienza a darme aire con su abanico.
—¿Cómo rayos vine yo a parar a Europa? —grito, exasperada.
—Esmeralda, lo siento. —Intenta calmarme frotando mi brazo.
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Riesgosa Seducción
Romance[BORRADOR] Libro I: Bilogía "La elegida del mafioso" Esmeralda, una joven estudiante de letras en una prestigiosa universidad de México, disfruta de una vida repleta de lujos y comodidades gracias a su padre, dueño de la principal empresa de bienes...