360 grados- Enzo Fernández

Capítulo 3

A decir verdad, no fue una mala noche. En realidad, todo lo contrario, fue bastante buena.

Nos la pasamos riéndonos con las historias que Julián contaba sobre su tiempo en Europa y como exageraba todo, aunque yo estaba acostumbrada a eso. O incluso de las cagadas que se mandaban estos chicos en los hoteles cada vez que viajaban por un partido.

-No puedo creer que hicieran eso- abrí los ojos tanto como pude- ¿Cómo es que siguen jugando y no los echaron? Son terribles ustedes- comenté entre risas.

-Con Enzo somos el mejor equipo del mundo- comentó Julián chocándole los cinco.

-Y pensar que se llevaban mal cuando jugaban en River..- hablé pero al segundo me arrepentí de lo que dije.

-Pasado pisado- dijo Enzo rápidamente- Ahora somos como hermanos. Y vos también podes ser mi hermanita si querés- agregó guiñándome el ojo mientras Julián se aguantaba la risa.

Rodeé los ojos. Otra vez.

-Bueno che basta basta que me pongo celoso, y si miramos una peli?- dijo Juli cambiando de tema.

-Obvio, lo que quieran- hablé mientras me levantaba de la mesa- voy agarrando el helado pero vayan eligiendo algo.

-Yo quiero una de terror, listo, ya dije- dijo Julián tirandose arriba el control.

-NO, yo quiero ver una de acción- dijo esta vez Enzo haciendo puchero.

-No rompas las pelotas, gil- y los próximos cinco minutos discutieron como dos nenes sobre porque una película era mejor que la otra.

-Bueno listo me rindo, elegí vos bobo, mientras yo voy a la cocina a ayudar a Emma- finalizó Enzo.

A todo esto yo escuchaba lo que decían desde la cocina y se me escapaba una que otra sonrisa.
Enzo por su parte, se acercó y se sentó  sobre la mesada mientras miraba atentamente cada movimiento que yo hacía.

Dale, manejate con confianza vos nomás, pensé.

Yo seguí haciendo mi trabajo y me dispuse a preparar tres compoteras para llevar para el living ya que Julián nos estaba llamando con insistencia amenazando con que iba a ponerle play a la peli y verla solo.

No se para que tanto si siempre se duerme, pero bueno.

-Que onda? Cuál es tu helado favorito?-habló Enzo balanceando sus pies, sacándome de mis pensamientos.

-Amo demasiado el helado de kiwi, es el mejor helado del mundo- respondí- y encima lo pedí así que no acepto ningún comentario negativo.

-Sos la persona mas rara del mundo-dijo Enzo riendo un poco- Cómo te va a gustar el helado de KIWI? Hay mil quinientos gustos de helados Em-

"Em"

-¿Lo probaste? Dame una buena respuesta te lo pido- esto ya se estaba volviendo personal.

Negó con la cabeza.-Me das?- dijo, y yo alcé las cejas- helado quiero malpensada... o si queres darme otra cosa, dame, como quieras-

Agarré una cucharada del mismo y se lo di manchándole un poco la nariz a propósito, mientras él con su cara de indignado intentaba hacer lo mismo conmigo tratando de agarrarme por la pequeña cocina de mi depto.

-SALÍ ENZO-grité entre risas y por suerte para él, logro mancharme con helado el cachete- Sos un pelotudo, daaale, mira lo qué haces.

El comenzó a reírse- Ya te lo saco, rubia.

Se tomó el atrevimiento de acercarse a mi, lentamente, demasiado diría yo, al punto que su nariz estaba tan cerca de mi oido que sentia su respiracion.

-Que estamos haciendo..?-hablé extrañada.

-Shh- Atreviendose, con la punta de su lengua comenzó a lamer muy sutilmente la mancha de helado de mi cachete y mientras tanto yo permanecía estática.

Quiero negar él hecho de qué tal vez y solo tal vez yo haya cerrado los ojos frente a esto. Pude sentir que su perfume me pegó de golpe, inundando mis fosas nasales.

Este pibe me quiere matar.

Cuando se separó me regaló una sonrisa muy descarada, muy a lo Enzo Fernandez.-Listo- dijo, y se dio media vuelta y se fue para el living dejandome ahí, muy en una.

Ah listo.
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