Capitulo 22

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Al rato ya nos estábamos encaminando de vuelta a la ciudad, el viaje estuvo bastante tranquilo y todos estábamos muy cansados. Sobre todo Enzo y yo.

Me alivie cuando llegue a mi depto, hogar dulce hogar. Como pude me despedí de los chicos quienes muy dormidos hicieron lo mismo.
Tiré la valija para un costado y me desplome en la cama, necesitaba recuperar energías entonces me iba a tomar todo el lunes para hacer exactamente nada.

————
Miré el reloj. 4 de la tarde y un calor que alcanzaban los 38 grados.

Argentina señores.

Tenía 3 mensajes nuevos. Uno de mamá que decidí ignorar, otro de Julián y otro de Enzo.

Juli: che de casualidad no me sacaste una remera grande gris?

Uh. Se dio cuenta

Enzo: Ya te extraño wacha.

Sonreí ante este.

Decidí tomarme una ducha larga y mientras las gotas seguían cayendo, me perdí en mis pensamientos recordando todo lo que había pasado estos días.
Los encuentros con Enzo, los momentos con Juli, lo qué pasó en el boliche, la confesión de Lautaro.

Al salir me dispuse a ventilar y limpiar un poco el depto ya que hacía una semana que no estaba acá. Una re mugre.
Barrí, limpié unas cosas, acomodé el lugar para que esté más presentable y fui directo q prepararme unos buenos tereres de limonada.

Me percaté que tenía una llamada perdida de una de mi hermana. Era todo muy raro ya que hace rato que no tenía contacto con ella.
Al segundo le devolví la llamada y hablé- Hola..?-

-Hey, Emma, cómo estás?- respondió del otro lado.

-Bien acá andamos y vos?-dije

-Bien tambien. Hoy estás ocupada?- habló ella.

-No, recién llego de viaje pero pasó algo?- pregunté extrañada. No por nada me llama.

-Nos podemos ver hoy? En algún bar o..

-Venite a mi depto- le dije- hace demasiado calor como para salir y acá esta lindo. Si queres, obvio.

-Bueno dale, mándame la dirección después, nos vemos en un rato- dijo y corto.

Bueno, para ser sincera, la relación con mi familia era complicada. Sobre todo por culpa de, mi mamá.

A nosotros se nos podía definir como una familia tipo, hasta que un día yo descubrí que mamá le había sido infiel a mi papá por muchos años, por lo tanto la familia se rompió completamente. Mi papá se fue de la casa y mi hermana y yo nos fuimos con él en ese momento. Después mi hermana decidió irse a estudiar a otro país y por lo que yo sabía ya estaba recibida de abogada.

El tema con mi hermana es que siempre me hecho la culpa por romper la familia, en ese tiempo según ella, si yo no exponía las infidelidades de mi mamá todos íbamos a seguir juntos, lo cual era cualquiera pensar así, yo no tenía la culpa de esto.

Ella es cinco años más grande que yo y después de que se vaya perdimos contacto por muchos años.
Por mi parte, me quedé acá en Buenos Aires y cuando cumplí los 19 pude conseguir mi propio departamento, con ayuda de papá y también empezar una carrera.

Para hacer un resumen mi único contacto familiar por el momento era con papá.

Hasta ahora.

No voy a negar que estaba nerviosa y era más que entendible, no la veía hace años incluso no sé cómo estará ahora o qué tanto cambio, todos cambiamos y no me sorprendería que todo sea raro.

Marcando el reloj las 6 de la tarde escucho el timbre. Estaba segura de que era ella, si fuese Julián ya hubiese sacado la llave y abierto la puerta. Apreté el botón para darle paso y a los dos minutos ya estaba en mi puerta.

-Hola Ame- la salude dejándole el paso para mi depto.

Ella me sonrió y pasó inspeccionando el lugar. Llevaba un traje puesto y se la veía muy prolija, cual abogada.

-Sentate en donde quieras, queres algo para tomar? un té, mate..-

-No mate no, pero un té está bien- habló todavía mirando el pequeño espacio donde yo vivía.

Uh, como que mate no?. Ya empezamos mal.

Al volver con el té hecho no sabía cómo romper el hielo, pero ella se me adelantó.

-Yo se que esto es raro, incluso no sé cuántos años pasaron. Pero te imaginarás que vine por un motivo, por eso te dije que nos reuniéramos.

-Si.. no me lo esperaba, pero ahora si, qué pasó?-

-Hace tiempo vengo recibiendo llamadas de mamá pero no me interese mucho en atenderle, hasta que un día ya harta le pregunté que pasaba- dio un sorbo a su té y volvió a hablar- le diagnosticaron una enfermedad bastante rara.

La miré atentamente y el silencio inundó el departamento. Ay no.

-Ella me llamo a mi anoche y no le respondí, no puede ser- fue lo único que pude decir.

-Tranquila, por lo que se sabe no es terminal, pero si tiene que hacerse bastantes estudios y lamentablemente son muy caros-

-Entonces nosotras tenemos que pagárselos?- rei con ironía.

-No es lo que yo quiero, imagino que vos tampoco, pero tenemos que hacerlo. No tiene otra ayuda que no seamos nosotras.

-Papá sabe?- dije

-No, por eso quería venir a decírtelo a vos primero antes de que él se entere. Porque sabemos cómo es papá, si ella le comenta la situación va a querer pagarle todo y no voy a dejarlo. Vos estás dispuesta a ayudarme con los gastos?- pregunto mirándome atentamente

-Si, eh.. yo voy a buscar la forma pero si, te voy a ayudar en lo que pueda.

-Gracias Emma. No hace falta que la vayas a ver si no queres, eso es decisión tuya.- habló dándome un leve apretón en la mano y sonriendo- Sacando ese tema de lado, vos cómo estás? Vi varías fotos por las redes con ese futbolista.

Mi cara se tiñó de rojo. Fotos? De donde?

-Donde viste fotos?- pregunté avergonzada. Que yo sepa ninguno de los dos había publicado algo.

-Saliste en LAM- habló ella riendo- igual tranquila que apenas se te veía la cara, no te expusieron tanto. Pero bueno sos mi hermana, te reconozco.

-Ay dios, no me la contes- hablé esta vez suspirando y tirando la cabeza para atrás.

Le tenía que avisar de esto a Enzo después. Pero un problema a la vez.

Nos quedamos un rato más charlando de cómo iban nuestras vidas, la facultad, el trabajo y salió todo bastante bien. Pasamos un tiempo agradable, Amelie estaba muy cambiada.

Al rato, nuestra conversación fue interrumpida por el timbre y solo me podía imaginar dos posibles opciones.

360 grados- Enzo FernándezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora