360 grados- Enzo Fernández

Capitulo 6

La cosa se estaba poniendo mucho más intensa, la morocha se había esfumado y solo podía pensar en las manos de Enzo sosteniéndome con fuerza mientras bailábamos.

-Estás muy hermosa, la puta madre- su voz en mi oído me hacía poner los pelos de punta- Si seguís así me vas a matar, rubia.

Sonreí y siendo un poco mala con él, fui desapareciendo de la pista de baile para tomar un poco de aire. Si seguía así sabía que todo esto no iba a terminar bien.

Busqué a Julián y lo encontré charlando con una chica muy hermosa, sonriendo. No iba a molestar ni ahí, entonces aproveché y me fui al baño a retocar el maquillaje y sacarme un poco la transpiración. Había sido un montón eso.

Caminé por la mansión hasta que por fin encontré el baño. Un lujo. Trate de acomodarme el pelo lo mejor posible, me di cuenta de que estaba hecha un desastre ya.
Curiosamente mientras terminaba de retocarme el maquillaje pude ver por el reflejo del espejo a Enzo.

-Te parece dejarme así solo?- preguntó apoyado en el marco de la puerta mordiéndose el labio.

-Yo no hice nada- hablé haciéndome la desentendida y seguí acomodándome el maquillaje.

Cuando menos me lo esperé, Enzo sin un poco de timidez había entrado al baño cerrando la puerta a sus espaldas.
Se acercó a mi volviendo a agarrar mi cintura, como había hecho hace unos momentos atrás y dejando un beso suave en mi cuello.

-Te parece dejarme así solo?- repitió- Me fuiste a provocar, rubia, eso no se hace- siguió su camino de besos por mis hombros haciendo que yo tire la cabeza para atrás, dándole el espacio para que con su boca pueda tomar mi cuello.

-Yo no te provoque, yo nada más estaba bailando y..- empezó a jugar muy sutilmente con el borde de mi vestido mientras seguía con los besos y yo inconscientemente, empecé a jugar con su pelo- nada más estaba bailando y pasándola bien.

-Ah si? me pareció que con Lautaro no bailabas de la misma forma- me apretó más contra el de una forma descarada y excitante- Solo a mi me bailabas así rubia.

Y antes de que su mano se meta por dentro de mi vestido un golpe en la puerta hizo que sobresaltemos los dos y nos separemos solo un poco.

-Enzo.. estás ahí?- hablo una voz femenina.

Se fue todo al re carajo, pensé.

-Qué hago?- le hablé bajito pero todavía muy cerca de su boca. Emma mandándose cagadas que raro.

-Mierda..-sus manos se posaron a mis lados sin dejarme salir todavía, acorralándome. La chica seguía golpeando la puerta con insistencia y era más que obvio que era la morocha. O eso suponía yo.

-Bancame un toque ya salgo- Enzo habló lo suficientemente alto como para que esta chica escuche y así deje de golpear la puerta y dicho y hecho, funcionó.

Suspiré en un intento de relajarme. Primera juntada con los amigos de mi mejor amigo y yo ya estaba haciendo las cosas mal.. pero entiéndanme, es Enzo Fernández.

Enzo volvió su mirada a mi boca, después pasó por mis ojos y finalmente otra vez a mi boca. Con uno de sus dedos recorrió mi labio inferior y me susurró- esa boca es mía, de nadie más-

Y sin más desapareció por donde vino.

Con Enzo teníamos algo pendiente y él lo sabía.

Ambos lo sabíamos.
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