Eran Julián y Enzo quienes venían bastante serios caminando juntos. ¿Que estaban haciendo afuera? Y yo pensando que se habían ido de joda con los chicos.
Pero lo más importante ¿Que hacían por ahí solos? No pude evitar que miles de preguntas se me vengan a la cabeza, me carcomía la curiosidad.
-Epa epa, que hacemos? Hay fiesta y no invitaron?- habló Enzo expectante, fulminando a Lautaro con la mirada.
-Estamos tomando un té boludo, que flashas?- respondió Lauta, seguramente harto de estas escenitas de Enzo.
-Si veo, con mantita y todo- volvió a hablar enzo inspeccionando el lugar.
Que pesado hermoso, imposible contener la risa.
Sinceramente ver a Enzo ponerse celoso por boludeces me alegraba el día, hasta cierto punto igual, pero eran boludeces así que me lo tomaba con gracia.-Si, encima te compartiríamos pero... mira la verdad es que alcanza solo para dos, o no Lauti?- comenté divertida mirando a Lauta que se estaba conteniendo la risa.
-Más vale encima no se si viste Em, pero si nos ponemos más cerca capaz..- esta vez habló Lauti siguiéndome la corriente.
-Ah bueno listo, joya, me voy a dormir. Disfruten- habló yéndose mientras Julián, Lauti y yo estallábamos de la risa.
-Miralo lo tenés como loco- dijo Julián para mi sorpresa- Es terrible este, anda a buscarlo, yo me termino tu té- y me lo saco de la mano dando un sorbo.
Me quede sin té y ahora sin Enzo.
-Ah pero sos vivísimo vos-
-Para, ya te vas? Quedate boluda, ya se le va a pasar, no le sigas la corriente- Lauta me detuvo desde su reposera.
-Bancame, ya vengo, voy a decirle que venga así estamos todos- dije dándome la vuelta para ir a donde este Enzo.
Vaya a saber uno en donde se metió.
Subí para su habitación pero nada, seguí recorriendo el pasillo y literalmente no había rastro de Enzo. ¿Donde se había metido este pibe?
Afortunadamente antes de bajar escuché apenas como corría la ducha. Bingo. Se estaba bañando.
Golpee la puerta un par de veces hasta que su voz resonó del otro lado.
-Ocupado, me estoy bañando- dijo.
-Dale boludito, termina y baja así estamos todos juntos- trate de ser lo más paciente posible.
-No quiero bajar, me podes alcanzar una toalla? fíjate que en mi pieza hay una azul porfa-
-Si te la alcanzo venís con nosotros?- dije- Dale no te hagas el difícil- suspiré apoyándome en el marco de la puerta.
-Lo voy a pensar- comentó
Bueno, algo es algo.
Entré a su habitación y el olor a perfume de hombre inundo mis fosas nasales, ese olor característico de Enzo que me fascinaba.
Finalmente encontré la toalla y me fui para el baño nuevamente.
-Acá la tengo- grité para que me escuche.
-Veni pasa, no llego- expresó, obvio que no vas a llegar.
Entré y gracias a todos los dioses estaba todo lleno de vapor, por lo tanto no se veía mucho y agradecía eso.
-Acá rubia- dijo estirando la mano por dentras de la cortina.
Estiré la mano y en un intento rápido no sólo agarro la toalla, sino que me llevo a mi con ella haciendo que entre a la ducha.
Ante el resbalón me pudo sostener, pero a la vez, yo ya me encontraba abajo del agua agarrandome de su cuerpo totalmente mojado.
Lo inspeccioné de arriba abajo, era imposible que este chabon sea real. Enzo Fernández era de otro mundo.
Con un brazo me agarro de la espalda atrayéndome más hacía él quedando solo a unos centímetros de distancia, mientras que con el otro levantaba mi pierna enredándola en su cadera. Podía sentir todo su miembro a través de mi ropa mojada. Y el con una sonrisa en su rostro.
-Quedate acá conmigo, si? Por favor- expresó en un susurro con esa voz ronca que tanto me podía.
Imposible contenerse, imposible no quedarse si te lo pide de esa forma. Su respiración agitada chocaba con la mía entonces sin pensarlo dos veces, fui yo la que rompió la distancia con un beso necesitado, saboreando sus labios como tanto había querido hacer desde la última vez que nos vimos. El sin pensarlo introdujo su lengua, que a su vez luchaba con la mía, desesperados en busca de más.
Con algo de fuerza me pegó contra los azulejos mojados haciendo que se me escape un leve gemido. Siguió devorándome, con todas las ganas que ambos teníamos guardadas mientras yo todavía me agarraba de su espalda y brazos.
Su mano tímidamente levantó parte de mi remera, directo a una zona en específica.-Puedo?- habló y me miró buscando aprobación y yo como pude, asentí.
Sus dedos jugaron unos minutos rozando mi zona íntima por encima de mi ropa interior haciendo que tire mi cabeza para atrás en busca de más. Necesitaba más.Bajé la mirada y podía notar cómo sus pupilas estaban dilatadas y yo en ese momento me encontraba totalmente nublada, no podía pensar en otra cosa.
Con un asentimiento de cabeza le di permiso para que siga haciendo lo suyo, ya en ese momento no me importaba nada ni nadie.Movió mi ropa interior para el costado para meter uno de sus dedos muy ágilmente mientras seguía comiéndome la boca; prosiguió con uno más haciéndome gemir un poco más alto, los movía de una forma que yo sentía que iba a fallecer en ese momento.
-Me estás matando rubia- susurró contra mis labios.
-Te necesito Enzo, por favor- supliqué apenas con un hilo de voz.
-Que? Que necesitas?- habló agitado, en el mismo estado que yo.
-Todo, por favor- volví a suplicar ya desconociéndome totalmente.
Siguió con su juego pero no pasó mucho más hasta que se introdujo dentro de mi, al principio con mucha sutileza hasta que yo pude acostumbrarme, pero poco a poco sus embestidas fueron más fuertes y duras.
Dolía, pero era un dolor muy satisfactorio.El baño estaba inundado de gemidos y respiraciones agitadas, ambos estábamos en un punto en el que no dábamos más, el placer era inexplicable.
Con una de sus manos tapó mi boca silenciándome por los gemidos mientras el gemía bajito muy cerca de mi oído. Con su otra mano sostenía de mi muslo para que sus embestidas sean mejores y más rápidas tocando mi punto débil. Una tras otra, haciendo el mejor trabajo posible, era muy bueno en esto.Minutos más tarde me vine gritando de placer contra la mano de Enzo y después el acabó dentro mío mientras tiraba su cabeza para atrás, disfrutando.
Solo se escuchaba el ruido de nuestras respiraciones agitadas y la ducha seguía corriendo, mientras él me acariciaba y daba besos cortos.
-Fua rubia linda- dijo apenas audible.
Este pibe era increíble.
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360 grados- Enzo Fernández
Romance¿Que harías si alguien como Enzo llega a tu vida y le da un giro de vuelta completa? ---- Comenzada: 01/01/23 Capítulos todos los dias. Historia finalizada. Disfruten y no se olviden de votar. Gracias por leer💘