360 grados- Enzo Fernández

Especial

Un nuevo día en este país. Ya habían pasado dos meses de la llegada y para mi suerte, la convivencia había sido espectacular.
Obviamente no voy a evitar decir que una u otra mini discusión había con Enzo porque era bastante desordenado, pero en definitiva eran boludeces temporales. Ya estaba acostumbrada a todo esto de cuando vivíamos en mi antiguo depto.

A la mañana me levanté para hacerme un café y vi que la casa estaba en completo silencio por lo tanto, supuse que Enzo ya se había ido. Una vez hecho el desayuno lo llevé para el comedor, pero me sorprendí al acercarme a la mesa notando un ramo de flores rojas acompañado de una cajita chiquita.

"Felices 3 meses, perdón por no poder quedarme esta mañana, lo voy a compensar. Te amo rubia hermosa"

Enzo.

Sonreí ante esto, siempre atento en todo.

Abrí la cajita chiquita y dentro de esta había una cadenita de oro con la inicial "E". Imposible ser más cursi, pensé y rodeé los ojos riendo.

Pero igualmente no daba más de enamorada. Amaba estos detallitos.

Hoy era día de partido, ya era el quinto al que asistía y Enzo no paraba de marcar goles, era increíble en lo que hacía y yo por mi parte no podía estar más orgullosa de su crecimiento profesional.

-Dale que vamos a llegar tarde- dijo Julián mirándome desde el marco de la puerta.

-Me termino de maquillar y estoy, bancame un toque- le respondí todavía colocándome rimel ya casi terminando.

-Ah dale, le aviso a los jugadores que retrasen el partido así llegas, a ver a quien llamo...- habló revisando su celular.

-Dale boludo-reí- ya estoy- terminé de hacerle un nudito a la remera del equipo con el número 13 atrás, por supuesto. Me la había regalado Enzo días después de que lleguemos y yo la usaba con orgullo, la amaba.

Con Juli nos dirigimos a la cancha directamente y esta vez le di la derecha a mi mejor amigo, porque si, íbamos tarde. Miré el reloj y ya faltaba poquito, pero en dos minutos nos encontrábamos en el lugar que yo solía sentarme para ver a mi novio jugar.

No me equivoco cuando digo que todo el mundo lo amaba, era inmenso el respeto que se le tenía cuando salía a jugar y la ovación era enorme apenas el pisaba la cancha.

Una vez comenzado el partido con Juli, quien ahora estaba con gorra y lentes para no ser reconocido, nos sentamos atentos y alentando por el equipo, más que nada por Enzo.

El partido estaba entretenido, el Benfica se mantenía superior pero todavía no llegaba el gol, los pases muy precisos pero no lo suficiente para marcar.
Por mi parte me temblaba todo, me ponía muy nerviosa presenciar todo esto porque obviamente quería que ganen.

Fue un partido muy largo en donde ningún equipo había marcado nada, se mantenían 0 a 0 ya en el segundo tiempo.

Con Juli nos agarramos de la mano cuando vimos que Enzo pudo tomarla y picó aprovechando la circunstancia, estaba solo, pero estaba imparable y finalmente aprovechando la situación reventó la pelota contra el arco marcando un gol en el minuto 78.

Las miles de personas estallaron gritando al unísono y con Juli saltamos del asiento y nos abrazamos fuerte gritando a más no poder.
Al separarme pude visualizar a Enzo a través de la pantalla del estadio y ver que señalaba para arriba, más precisamente para el sector en donde estábamos nosotros sentados, mientras que hacía un tres con sus dedos y un corazón. Después siguió festejando con sus compañeros de equipo quienes lo abrazaban y saltaban arriba de él.

-Un tres? Que quiso decir?-habló Julián totalmente perdido.

No le contesté, pero en el fondo yo sabía de que se trataba. Sonreí mientras negaba y miraba para abajo.
Repito, imposible ser más cursi.

Una vez finalizado el partido con Juli esperamos un ratito y fuimos a buscarlo para saludarlo y obvio, felicitarlo por darle el triunfo a su equipo con ese único gol.

-Hermano, felicitaciones- dijo Juli corriendo a abrazarlo una vez que lo vimos por el pasillo.

-Gracias por viajar hasta acá amigo- correspondió el abrazo fuertemente hasta que su mirada se posó directamente en mi.

-Felicitaciones hermoso- dije ahora yo abrazándolo fuerte y dándole un beso corto.

-Gracias mi amor, te queda hermosa la cadenita. Feliz mes- respondió dándome otro beso.

-Feliz mes-dije sonriéndole.

-Te prometo que lo vamos a festejar mejor, lo que vos quieras, esta vez se me complicó con el tema del partido..-habló con una mueca. Pero lo entendía.

-Eu, tranquilo, tenemos todo el tiempo del mundo. El mejor regalo fue esa dedicatoria -dije y lo abrace por el cuello mientras él me tomaba de la cintura.

-Que bueno que llegaste a verlo, igual todos mis goles son para vos- me guiñó el ojo canchareando un toque, pero estaba acostumbrada a eso.

-Propongo que festejemos esta noche, por todo. Tenes algo en mente?- habló nuevamente y me acercó mas a su cuerpo mientras sentía su respiración, pero hasta ahí.

-Yy, capaz que si tenga algo en mente- sonreí mientras le acariciaba el cachete y él también sonreía.

Esa sonrisa, en el piso me tenía.

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Atentisssss
Decidí escribir otra de Enzo, ya la estoy preparando. Espero que también me den mucho amor como a esta 💘