𝒟ℯ𝒿𝒶𝓂ℯ 𝒸𝓊𝒾𝒹𝒶𝓇 𝒹ℯ 𝓉𝒾 / ℒ𝒶𝓇𝒾𝓈𝓈𝒶 𝒲ℯℯ𝓂𝓈

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𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 1

𝐴𝑛𝑛𝑒

El rostro de Larissa permanecía grabado en mi memoria a pesar de todos estos años.

Jamás pude olvidar lo perfecta que se veía bajo la luz de la luna. No podía sacar de mi mente su mirada melancólica, su alta y elegante figura. El brillo de sus ojos y lo feliz que fuimos por esa noche.

A veces, cuando me encontraba sola en mi habitación, conseguía concentrarme lo suficiente y lograba percibir su perfume una vez más.

Su recuerdo estaba tan vivo dentro de mí que aún podía escuchar su risa.

Y las veces que viajaba en el metro me parecía verla entre la gente. Incluso en varias ocasiones creí haberla escuchado pronunciando mi nombre.

Era imposible olvidarme de la mujer que tanto había amado en mis años de adolescencia. Y que sorprendentemente hasta entonces seguía amando.

Durante los primeros meses después de haber salido de Nevermore le escribí cartas incansablemente. Y continué haciéndolo por los siguientes dos años.

Tenía la esperanza de que algún día ella atendería mis peticiones y nos reuniríamos. Pero fue como si la tierra se la hubiera tragado. Y nunca me respondió.

Mi padre me convenció de mudarnos a Francia y al darme cuenta de que ya no tenía ninguna razón por la cual quedarme en este lugar, accedí a hacerlo.

Pero nunca dejé de pensar en Larissa.

Y cuando las redes sociales empezaron a tomar popularidad, creí que se me haría un poco más fácil investigar lo que había sido de su vida.

Terminé totalmente decepcionada al ver que ninguno de los perfiles que logré encontrar le pertenecía.

Hasta que un día, cuando mi padre estaba en el hospital, recibimos la visita de un antiguo maestro de la academia y amigo suyo. Entonces supimos que Larissa se había convertido en la directora de Nevermore.

Unos meses después mi padre murió.

Así que decidí regresar.

En todo ese tiempo no había logrado encontrar algo que explicara el repentino cambio de actitud en Larissa. No entendía por qué decidió botar nuestros planes aquella vez y por qué después ignoraba mis cartas.

Larissa por alguna extraña razón no quería saber nada de mí. Así que debía buscar la manera de acercarme y que no me rechazara.

Primero pensé en mandarle un correo. No era su dirección de correo personal, sino con la que manejaba todos los asuntos de la institución. Y la había encontrado en la página oficial de la academia.

Estaba segura de que ahora si respondería.

Pero una vez más no fue así.

Entonces supe que no me quedaba más opción que presentarme personalmente ante ella.

Ideé mi plan por varios días y decidí llevarlo a cabo. Esa era mi última carta, no podía darme el lujo de fallar. Dentro de mis planes no estaba perder a Larissa otra vez.

Ahora estaba frente a Nevermore. El lugar en el que viví tantos años y que llegué a considerar mi hogar.

Las manos me sudaban.

Creí que sería fácil hacer esto, pero me di cuenta de que tenía la sensación de que mil mariposas revoloteaban en mi estómago y esa era una señal de que en serio estaba nerviosa.