CAPITULO 2

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Los guardaespaldas de la casa principal no eran tan inútiles después de todo, o quizás si pero gracias a que Pete los estaba liderando es que todo estaba saliendo bien.

-No les gusto el cambio de negociador-dijo Vegas con una sonrisa llegando frente a su principal repartidor de drogas.

-Señor Vegas, no se que se piensan esos idiotas pero querían dar menos mercancía de lo acordado- dijo el hombre mientras acercaba una camioneta modificada con falsas paredes donde escondían el producto.

-Tenemos un problema... esta será la ultima entrega, nos tienen en la mira. No puedo arriesgar el negocio. Te daré el doble de producto... como compensación por no saber hasta cuando volveremos a manejarlo- extendió su mano al hombre que lo miraba con desconfianza.

-Se volvieron débiles al perder a tu padre...- con una mueca el hombre apretó la mano de vuelta.

-Es complicado... ¿Quieres el trato o que esos sigan pisándote los pies para encontrar la fuente del negocio?- esa sonrisa carismática en el rostro de Vegas era difícil de descifrar.

El hambre de ese hombre podía mas y al ver la cantidad de producto distribuido solo para su disposición se olvido por completo de esa señal de alarma indicando que era demasiado bueno.

Cerraron el trato, Vegas tomó las bolsas con dinero en efectivo con ayuda de algunos guardaespaldas, mientras el otro hombre llamaba a su gente para transportar el producto, camuflándolo entre las paredes falsas de la camioneta y otras cajas en la misma condición.

Mientras esto sucedía dentro de un almacén, por fuera todo estaba listo, algo de explosivos instalados estratégicamente, suficiente para calcinar al menos ese y el siguiente almacén, solo en caso de que hubiera intrusos.

-Creo que no necesito decir... mantengan un perfil bajo, los contactaré cuando tenga nuevo cargamento- dijo con una ultima sonrisa llena de satisfacción mientras veía la expresión del otro hombre, quien solo asintió indiferente hacia él, aun extasiado por el dinero que conseguiría de esa venta.

Basto con verlo tan distraído contando los sacos de producto finalmente cargados para salir sigilosamente del lugar, subiendo a una moto con Pete corriendo lo mas lejos posible, mientras presionaba el botón principal para iniciar con las diferentes explosiones simultáneas. A la distancia se detuvieron con el resto de guardaespaldas y en presencia del mismo Kinn vieron una buena parte de la zona ser consumida por el fuego en segundos.

-Creo que... fue un poco demasiado- susurró Vegas al notar el tamaño de las llamas, así como los trozos de metal, madera y cenizas caer al suelo- Hice mi parte... ninguno saldrá vivo de ahí, él era el comprador principal, quien repartía a los minoristas, no saben donde la conseguía. Espero que cumplas tu palabra...- la mirada de Vegas sobre Kinn era la típica de molestia y hastío.

-Siempre- fue lo que dijo el miembro de la familia principal- Aquí...- le entrego un sobre- las escrituras de tu mansión, modificadas para estar a tu nombre. También están los títulos de los negocios de autos en Singapur y la fábrica chocolatera aquí en Bangkok; al parecer una casa de seguridad, que supongo tu si tienes ubicación también aparece escriturada por tu padre, se cambio a tu nombre. Nadie ha tocado el dinero familiar, sigue en el mismo lugar que solo ustedes miembros conocen.-

-No actúes como si me hicieras un favor, esas cosas ya eran nuestras.- tomó de mala gana el sobre, dando un rápido vistazo a los papeles dentro.

-Vegas. Se que no somos como tal una familia.. no me encanta la idea de serlo. Pero no quiero seguir con esta rivalidad..- la voz de Kinn sonaba pacifica y calmada.

-Entonces ocúpate de tus asuntos, tu padre al fin tiene el control de ambas familias, lo que tanto anhelaba ahí esta, así que nosotros no tenemos porque relacionarnos nunca mas con ustedes. Cada quien hará su propio camino.- la amargura en la voz de Vegas era muy notoria- Vámonos Pete- tomó las bolsas de dinero cargándolas en su motocicleta- Espero no te moleste, me gané esto hoy-

-Señor Kinn...- la voz de Pete se desvaneció un poco al mirar a Vegas subir a la motocicleta.

-Vegas. Solo una cosa, espero sepas tratar bien a Pete esta vez- giro su mirada hacia el ex guardaespaldas- Porsche y yo, al igual que toda la familia te tenemos un gran aprecio por tu lealtad Pete... Siempre serás bienvenido en la casa de la familia principal- una ligera sonrisa se dejo ver entre los labios de Kinn.

-No es necesaria tu oferta, él tendrá todo lo que necesite y deseé a mi lado. Ya vámonos, Macau debe estar esperando la cena- jalo suavemente la muñeca de Pete para hacerlo subir a la motocicleta.

-Gracias señor Kinn, si es posible, me gustaría ver a Porsche y los demás chicos algunas veces- dijo el joven mientras se colocaba el casco por seguridad y subía detrás de su pareja. Miro a su ex-jefe una última vez, obteniendo una sonrisa amable y un silencioso "Cuando quieras" apenas audible por el ruido del motor encendiéndose.

Y sin más, abandonaron el lugar aun en llamas. Dejando atrás toda relación con esa maldita familia principal que solo había traído desgracias a sus vidas. Al fin tendrían un hogar pacifico, cálido, amoroso... como debió ser desde un principio.

-Vegas...- dijo Pete cerca del oído de su conductor para que lo escuchara- estaciona cerca de un centro comercial, ya se que quiere cenar Macau-

Una sonrisa se asomo en el rostro de Vegas aun debajo del casco, nadie podía verla pero ahí estaba.

Estaciono en el lugar indicado, no tan visible ya que las bolsas con dinero eran evidentes.

-¿Tu irás?- pregunto suavemente viendo como su acompañante se retiraba el casco.

-Sí, espera aquí, no tardaré, se exactamente lo que pondrá a ese chico de buen humor y olvidará que vamos mas tarde de lo previsto- con una sonrisa divertida y un brillo en sus ojos corrió dentro del lugar, desapareciendo entre la gente.

-Son todo lo que necesito de ahora en adelante...- dijo en un susurro para si mismo, soltando un gran suspiro con la imagen mental de la persona mas importante en su vida, Pete y el único ser humano que se prometió proteger desde muy joven, Macau.

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