WHAT COMES NEXT...

CAPITULO 11

La cena transcurrió sin novedades, conversaron un par de cosas como lo que tendrían que comprar en muebles y ropa para Venice.

-¿Me dejaras ir contigo mañana?- preguntó Macau dejando sus platos sucios en la cocina.

-Claro que si, entre los dos acondicionaremos la habitación de Venice- respondió con una sonrisa-

-¿Ya lo dejaras en una habitación aparte? ¿Volveré a tener privacidad contigo?- Vegas se acercó por la espalda a Pete dándole un abrazo por la cintura.

-No. Te dije que no puede dormir solo, arreglaremos una habitación para él pero creo que todavía dormirá con nosotros un tiempo más. También debemos llevarlo al doctor, que nos diga si necesita alguna alimentación en especial- habló Pete con voz suave- Para eso si irás tu conmigo Vegas-

-Bien. Me iré a dormir, hablaré contigo mañana, no quiero que algunos escuchen- Macau se acerco a apretar la mejilla del bebe- Buenas noches Venice-

Ambos vieron al joven subir a su habitación para posteriormente hacer lo mismo. Convivir todo el día con Pete parecía haber sido la solución para dormir plácidamente del pequeño, al menos para despertar en silencio a pedir su comida en medio de la noche sin causar tantos inconvenientes en el sueño de Vegas.

-Bien. Yo mismo me metí en esto. Vamos, tu a la escuela y nosotros al registro- comentó el mayor tomando sus llaves en dirección al auto la mañana siguiente.

Papeleo y mas papeleo, firmas en todos lados era lo que sucedía en esa oficina. Harto de leer hoja tras hoja, Vegas no veía la hora en que le entregaran el documento final para largarse de ahí.

-Aquí esta- les entregaron un acta de nacimiento nueva a nombre del pequeño con Vegas como padre, una madre desconocida y Pete firmando como testigo. Terminado todo regresaron a casa solo para dejar a Pete con Venice ahí, mientras Vegas iba la oficina de la planta a supervisar.

-Iremos a comprar cosas para ti cuando llegue Macau- lo dejo sobre la cama quitándole las capas de ropa para que fuera mas libre de movimientos. Los pequeños sonidos y balbuceos era lo que llenaba la habitación.

Estaban con un nuevo cambio de ropa y la maleta rellena de suministros, esperando el momento para ir a recoger a Macau. El teléfono de Pete sonó tomándolo por sorpresa, respondiendo sin conocer el numero.

-¿Sí? ¿Qué? No... Esta bien, yo iré. Llego en un momento- tomo al pequeño en brazos antes de salir directo al auto dando indicaciones al chofer. En un par de minutos se encontraba entrando a la universidad. Era extraño que llamaran algún tutor puesto que los estudiantes ya eran considerados adultos; sin embargo, mencionaron algo de la unidad medica universitaria y fue suficiente para alterar a Pete.

Llegó hasta unas camillas hecho un manojo de nervios revisando nombre por nombre hasta encontrar el correcto, tomó un respiro antes de abrir las cortinas, encontrando a un Macau sentado sobre la cama, con un labio sangrante, un moretón en una mejilla, una ceja con herida abierta y los nudillos de las manos bastante lastimados.

-¿Quien te hizo esto? Vegas se volverá loco cuando te vea así...- pasó saliva viendo como una enfermera terminaba de desinfectar las heridas y le daba algunos medicamentos para tomar- Soy su tutor ¿Él esta bien?- preguntó cuando la vio recoger todo.

-Ya se le hicieron algunos estudios y todo esta bien, ningún golpe fue de gravedad, son solo heridas superficiales. En unos días estará bien, solo necesita constante desinfección y tomar analgésicos- Pete asintió con la cabeza antes de acercarse revisarlo una vez se quedaron solos.

-¿En que te metiste, cariño?- suspiro buscando mirarlo a los ojos.

-¿Donde... donde...? Aquí..- una ráfaga de aire impacto el rostro de Pete mientras veía como el hermano menor de Porsche se acercaba al joven con los ojos rojos y llorosos- Lo siento. Te dije que no debíamos exagerar las cosas, pero no me hiciste caso, mira como terminaste- un ligero abrazo antes separarse, su nariz hinchada y con escurrimiento era la prueba mas sincera de su llanto.

-También te lastimaste...- mencionó el mayor suavemente mirando la venda al rededor del antebrazo del otro chico.

-Lo siento Pete. Se que estas al cuidado de Macau, fue mi culpa, yo lo convencí de iniciar con esto- las lagrimas habían comenzado a escurrir por sus mejillas.

-No exageres, deja de llorar. Estoy bien, eres un dramático. No debiste llamar a ningún profesor. Me dejaste en ridículo, yo podía ganar. Anda ya... deja de llorar o me sentiré mal de verdad- Macau golpeo suavemente el hombro de Porchay en un intento de tranquilizarlo.

-Ustedes dos me van a dar una buena explicación. Nos vamos de aquí a casa del señor Kinn ahora mismo- se puso de pie movimiento lentamente al pequeño en sus brazos ya que se había despertado- Y te aviso de una vez... Llamaré a Vegas. Esto no es un juego-

-No es necesario, no metas a mi hermano. Esto... va a terminar peor si él sabe... todo- Mencionó nervioso poniéndose de pie también.

-No esta a discusión, los dos.. andando, el auto esta afuera, yo iré a pagar los gastos médicos y los veré afuera- mencionó finalmente caminando hacia una recepción para hacerse cargo del pago.

Viajaron en silencio los tres hasta la mansión de la familia principal. Pete solo tuvo que mandar un texto para tener a Vegas pisando el acelerador en la misma dirección.

"La mansión principal. Ahora. Macau esta conmigo."

Pete entró primero a esa casa, obteniendo una mirada sorprendida hacia el bebe en sus brazos para después mirar a los dos jóvenes detrás de él, uno con notorios golpes y el otro con la cabeza baja.

Los guardias llamaron a Kinn y Porsche, reuniendo a todos en el comedor de la sala principal. Silencio y tensión era todo lo que se podía sentir en ese lugar. Pete no se veía contento aunque sus amigos se encontraban presentes, lo mismo para los otros dos. De un costado de la mesa se encontraban Kinn, Porchay y Porsche en ese orden; mientras que frente a ellos solo estaban Pete y Macau.

-¿De donde lo sacaste?- preguntó Porsche señalando al pequeño en un intento de romper la tensión.

-Es su hijo y de mi hermano- contesto Macau con una mirada molesta.

-No puedes hablar hasta que te preguntemos directamente- una mirada de reojo fue suficiente para hacerlo bajar la mirada en señal de silencio.

-¡¿Donde están?! ¿Por que vinieron aquí?- Vegas entro a la habitación hecho una tormenta de furia con arma en mano listo para disparar, ocasionando que todos sacaran a velocidad una propia, incluyendo a Pete, dejando sorprendidos a los dos integrantes menores por los reflejos de los demás- ¿Que? ¡¿Qué te paso?! ¿Quién de ustedes le hizo esto a mi hermano?-

-¡Basta! Te recuerdo que debes mantener la calma si no quieres tener de fondo el llanto de Venice por un largo rato. Siéntate. Los jovencitos deben tener una historia muy interesante que contar- la voz de Pete resonó fuerte y claro, ligada a una mirada irritada hacia Vegas; consiguiendo que bajara su arma y en silencio tomara asiento a un lado de Macau.

-Entonces... ¿En que se metieron para que terminaras así?- todos habían guardado las armas para relajar el ambiente dejando a los dos adolescentes libres de iniciar su explicación en cualquier momento.