CAPITULO 14

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Porchay había contado la misma historia a su hermano cuando se quedaron solos.

-¿Por que te querías vengar de él?- pregunto seriamente Porsche cuando su hermano termino su relato.

-Kim... se acerco a mi mientras te investigaba a ti, para conseguir información- una ligera capa de humedad de formaba en los ojos del menor, delatando qué estaba muy cerca del llanto.

Esto fue suficiente para que Porsche saliera enojado de la habitación donde hablaban para dirigirse sin dudarlo hacia Kim e iniciar otra ronda de golpes sin descanso. Porchay llego detrás de él sintiéndose culpable ahora por ver como el chico de quien sigue enamorado solo estaba ahí dejándose golpear por su hermano mayor.

-Ya no le pegues. Esta herido- algunas lágrimas salían de sus ojos mientras hablaba.

-¿Y que? No se está defendiendo, es porque sabe que se lo merece. ¿Como pudiste hacerle eso a mi hermano? Lo usaste y sabiendo lo que sentía por ti solo lo dejaste- Porsche dio una última patada en el costado de Kim

-También fue difícil para mi- fue lo que dijo limpiando con su mano la sangre qué había vuelto a salir de sus labios.

-No lo creo. Tu no tuviste que soportar ver su rostro triste, comer poco y encerrarse en su habitación. Me pregunte que le pasaba pero con tantas cosas alrededor nunca imagine que sería algo asi- se alejo de Kim para dirigirse a su hermano.

-¿Qué tanto paso entre ustedes? Quiero la verdad- pregunto seriamente.

-Porsche son jóvenes, seguro solo fue un romance de verano, no te exaltes- mencionó Kinn, le dolía ver a su hermano menor siendo golpeado pero tampoco podía intervenir, había sido muy malo, no tenía justificación.

-Lo quiero escuchar de él. ¿En verdad salías con él mientras yo no estaba?- busco la mirada de su hermano.

-Solo... me ayudo con tutorias de guitarra al principio, después a escribir, solo hacíamos esto hasta que fuera la evaluación para entrar a la universidad. Yo... me confesé pero Kim nunca me dijo que sintiera lo mismo así que no, no tuvimos una relación como tal- bajo la cabeza entre apenado y triste.

-Bien. Vas a tener más restricciones, te pondré un guardaespaldas todo el tiempo- hablo finalmente Porsche.

-Pero... no me gusta que me sigan a todos lados. Tengo amigos, lo verán raro...- hablo desesperado el menor.

-Ah.. hablando de amigos. Olvidate qué vuelvas a pasar tiempo con el idiota hermano de Vegas. Ya sabia que esa cosa que hicieron no había sido solo idea tuya. No iras a esa casa, ni él vendrá a esta nunca- era una regla, no había opción.

-¿A mi me golpeas pero a ese mocoso simplemente no lo dejaras entrar? Se ven en la universidad todos los malditos dias- hablo Kim con clara molestia.

-Pero ya no pasará nada entre ellos, Chay ya tiene muy claro que es un mal chico para él- hablo con voz más tranquila Porsche, una parte de él no quería sacar a relucir la verdad de la historia qué su hermano le contó. Prefería ver a Kim sufrir de celos- Al parecer solo querías vivir la adrenalina un poco, no te culpo, ellos tienen esa vibra pero Porchay... vivir al límite con ellos puede ser peligroso. No te encerrare aquí pero... mantén tu distancia de ese niño- dio unas palmadas en su hombro- Obviamente no vas a poder salir en un mes al menos, ni te quieras escapar porque te tendré vigilado- suspiro dándose la vuelta para salir del lugar seguido de su pareja.

-¿Por mi no estas preocupado?- pregunto Kim con la amargura en su voz.

-Yo te veo muy bien, aun me exiges explicaciones- respondió el menor antes de caminar hacia la puerta.

-Chay... por favor, dime que me perdonas- lo tomó de un brazo con cuidado.

-¿Para que? Dime que gano haciendo eso. Solo lo haces para no tener cargo de consciencia... si es que conoces eso- mantenía su mirada en el agarre.

-Porsche ya lo sabe, no tienes que preocuparte por eso ahora. Podemos iniciar otra vez, con la seguridad qué te dan viviendo aquí, estaré más tranquilo. Puedo invitarte a salir correctamente, tener citas, podemos hacer todo eso ahora que ellos saben lo que pasó.- tomó suavemente él rostro del menor con su mano libre.

-¿Y tu crees que lo permitirá ahora que lo sabe?- pregunto Chay aun sin atreverse a mirarlo.

-Me ganare esa confianza, la tuya, la de él, de quien sea necesario. Deja de pensar en ese imbécil, deja de llorar por él, no lo busques. Quédate conmigo, escogeme a mí- por fin sus ojos de encontraron.

-Tienes que ganarte otra vez ese derecho- contesto firme el chico esta vez, recordando las palabras de su amigo- No voy a caer solo por unas palabras, tienes que demostrarlo. No quiero más secretos, ni cosas a escondidas-

-Si. Claro... será como tu quieras- junto su frente con la del menor- Voy a conquistarte de nuevo- una de sus manos soltó el brazo del chico para llevarla sutilmente a su cintura en forma de un abrazo.

-No.- golpeo suavemente él pecho del mayor separadolo- No puedes-

-¿Por que no? Ese imbecil te hizo muchas cosas más que esto y lo permitías- contesto molesto.

-Si bueno... con él ya tenía confianza. Se daba muy natural entre los dos. Después de todo, estaba dispuesto a dar la cara frente a mi hermano para hacer oficial lo que teníamos, eso me hizo confiar en él- trataba de mantenerse lo más relajado y firme posible.

-Já... es un mocoso qué no sabe nada de la vida. Yo haré que se te olvide- volvió a acercarse lentamente rodeando su cintura de nuevo para pegarlo a su cuerpo- la emoción que te hizo sentir no será nada comparado con lo que yo te puedo dar-

-Pues ya veremos- Chay aclaro su garganta separandose para no hacer evidente el efecto qué tenia Kim sobre él después de todo ese tiempo.

Se retiro con calma a su habitación, para acostarse en la cama. Le habían quitado su teléfono también así que no podía hacer mucho, estaba incomunicado. Las cosas no salieron como las planearon pero al final obtuvo el mismo resultado. Kim habia dicho que volvería a conquistarlo sin secretos ni mentiras. Para ser honesto, los celos en su mirada cuando hablaba de Macau eran muy atractivos y la forma posesiva en como lo tomó de la cintura hacer unos minutos aun daba vueltas en su mente.
Su voz, su toque, la intensidad en su mirada, hacia qué su corazón se acelerará y su mente imaginara tantas cosas, algunas demasiado subidas de tono. No podía evitarlo, había despertado su atracción sexual hacia Kim, más allá de un enamoramiento adolescente inofensivo con un par de besos, en este momento él quería conseguir más. Debía ir despacio, así como le excitaba y emocionaba la idea de Kim siendo tan dominante también le asustaba un poco ya qué era consciente de no haber estado en una situación igual nunca antes. Se dio una ducha para deshacerse de las imágenes mentales qué acababa de crear para después dedicarse a su tarea, cenar y terminar el día.

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