CAPITULO 35

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Se encontraban como cada mañana en el desayuno, Pete preparo una bandeja con el menú dejándola en la mesa.

-¿De verdad no quiere venir a desayunar aquí?-preguntó suavemente.

-No. Dice que se siente más cómodo en la camilla. Creo que se siente culpable por estar aquí- comentó Macau terminando su plato para llevarse la bandeja.

-¿Culpable de que?- pregunto a la nada.

-Dejalo. Al menos ya empezó a comerse lo que le das- contesto Vegas terminando lo suyo tambien- ¿Has hablado con él?-

-No, se esconde detrás de Macau aunque trato de hacerlo sentir seguro. Supongo que estar encerrado una semana, mientras te golpean sin parar, puede afectarte lo suficiente, es como haber sido secuestrado y torturado, solo que por quien debía cuidarlo- Pete siguió alimentando a Venice.

-¿Llamaste al terapeuta?- preguntó.

-Si, vendrá por la tarde. ¿Qué harás con los otros?- preguntó limpiando las mejillas del pequeño.

-No lo se, no me corresponde a mi decidir. Lo dejaré a su elección. Después de todo, si él no conseguía esa información, no los hubiéramos encontrado- respondió poniéndose de pie.

-Sabes que pedirá darles empleo, en lugar de echarlos a la calle ¿Cierto?- pregunto con una sonrisa.

-Seguramente. Ya te lo dije, mi hermano es un buen chico- Vegas solto un suspiro acercándose a Pete.

-Hiciste un buen trabajo- le dio un abrazo a su esposo.

-Debo admitir qué mejoró muchísimo más desde que estas con nosotros. No se que sería de ambos sin ti- dejo un beso suave sobre sus labios.

-No pensemos en eso. Por ahora al menos esos dos están de vacaciones. Podrá recuperarse de las heridas y más con un cuidador tan servicial como Macau- dijo divertido Pete.

-Nunca en su vida ha puesto una venda pero ahora es todo un profesional en atender enfermos- Vegas solto una risa- Iré a dar una vuelta a la oficina, para asegurarme qué los incompetentes no hagan estupideces-

-Recuerda que debes ser un buen jefe con ellos- Pete lo jaló de la camisa- Si eres buen jefe te recompensare en los días que pidas de vacaciones-

-Que tentador, así si me convences- volvió a besar sus labios con algo más de intensidad hasta que algo húmedo golpeo su rostro. -¡Venice!- el pequeño solo lo veía riéndose con otra galleta en su boca antes de arrojarla de nuevo- Mocoso creí que ya habíamos mejorado-

-No hagas eso, papá Vegas se va a enojar- lo regañó Pete pero aguantando una evidente risa- Eres un celoso, te enojas porque no te hago caso- lo saco de su sillita para cargarlo en sus brazos- ¿A quien me recuerdas? Todos aquí son unos posesivos- miró molesto hacia Vegas.

-Estas de su lado ¡Me arrojó comida Pete! Nadie en esta casa me respeta en absoluto. Deja que crezcas... te voy a castigar por todas las que me haces ahorita mocoso- Vegas lo señaló de forma amenazante obteniendo solo otra risa mientras se escondía en el cuello de Pete.

-No me lo vas a castigar. Ya vete, tienes que supervisar, anda- Pete lo empujó suavemente en dirección a la puerta- No llegues tan tarde a cenar-

Había pasado exactamente una semana de los eventos, todo parecia ir bien. A Pete le preocupaba qué el chico no quisiera comer al principio pero en un par de días Macau lo convenció, podía darse cuenta de lo bien cuidado qué estuvo. Sabe como hacer sentir bien a alguien más, escuchar, ser cariñoso sobretodo, era la prueba de que Vegas lo crió con mucho amor y protección. A veces veía destellos del chico caprichoso que conoció antes pero el día de hoy, en unos meses había madurado lo suficiente en los aspectos necesarios. Se sentía repentinamente viejo, nostálgico, como si llevara años con ellos.

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