EPILOGO

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-¿Que creías que estabas haciendo?- un muy enojado Vegas se encontraba de brazos cruzados. 

-Se lo merecían- respondió Venice con una pequeña herida en el labio siendo desinfectada por Pete.

-No te pregunte eso- soltó un suspiro- Es la tercera vez que te peleas ¿Puedes contenerte un poco?- 

-No. Son unos inútiles que encuentran divertido molestar a alguien que no les hace nada- hablo con tranquilidad sin remordimiento de consciencia- Si por mi fuera los hubiera dejado peor, pero debía dejar que me golpearan también, así no me pueden acusar de ser yo contra ellos y solo termina en pelea escolar- 

-¿Te estas escuchando? Eres un chico problemático- le recriminó Pete.

-¿Y que? Ya les dije que se lo merecían, lo estaban golpeando entre cinco, incluso destruyeron su teléfono ¿Querían que me quedara viendo?- se quejó mirando a ambos. 

-No, pero pudiste ir por un profesor o algo así, no agarrarte a golpes- volvió a hablar Vegas. 

-No sirven para nada, los programas antibullying son manejados por personal incompetente son unos inútiles. Nada funciona mejor que justicia por tu propia mano- habló con tranquilidad.

-Pero tu no eres un héroe ni un justiciero. Eres un alumno que aunque tenga excelente promedio, si juntas otra nota de peleas no te darán tu certificado de bachillerato- hablo exasperado el mayor. 

-No importa. Me quedo con un tutor en casa y listo- 

Venice había crecido bien, era un niño bueno, educado, amable, encantador, inteligente y muy justo. Al principio era lindo que quisiera ayudar a los demás, protegía a niños mas pequeños y esas cosas. El problema empezó alrededor de los quince años donde los asuntos terminaban en golpes. La primera vez que los llamaron Vegas maldijo a su hermano menor por enseñarle a pelear a Venice para "defenderse". El resultado era lo que tenían hoy, con su hijo en riesgo de no graduarse por estar en una pelea dos semanas antes de terminar el ciclo escolar. 

-Las cosas no son así de sencillas, mejor contrólate. ¿Quién fue esta vez? ¿Nat? ¿Rain?- esos dos habían sido la razón en ocasiones anteriores.  

-Rain- contesto con una mueca. 

-Entiendo que quieras defenderlo, es tu amigo pero Venice, graduarte es importante. Por favor cariño, contrólate- le pidió Pete mirándolo fijamente. 

-Esta bien... te prometo que lo intentare pa- respondió con una sonrisa.

-Siempre haces eso, a mi me llevas la contraria hasta hacerme enojar pero con él accedes de inmediato- rodó los ojos en medio de la queja. 

-Pa Pete es mejor que tu, siempre me agrado más, a él lo obedezco en lo que sea. Se que es quien te controla de todas formas- dijo con una sonrisa.

-Mocoso insolente- fue todo lo que alcanzo a decir antes de que el menor saliera corriendo escaleras arriba- ¿Qué haremos con él? No puede ir golpeando personas a la mínima provocación- 

-Vegas, no eres el mas indicado para decir eso- respondió Pete negando con la cabeza- Lo lleva en la sangre, no lo vas a cambiar. Déjalo, ya encontrara quien calme a esa bestia- 

Macau había logrado expandir el mercado con nuevas líneas de productos en el extranjero incluso, desarrollo de años, comprando en su totalidad las acciones de la sucursal que le dejo Vegas cambiando el nombre para hacerse una reputación propia. Cuando el negocio creció tuvo que traer de manera oficial a su pequeño novio para ayudarle a manejar los números. 

¿Chay y Kim? Esos eran otra historia, un día peleaban pero se reconciliaban al siguiente, siempre por los celos posesivos de ambos, todo un caso, pero aun después de tantos años, seguían juntos, ambos habían fundado un estudio de producción para su vida de artistas independientes, si le preguntan a Macau, solo estaban matando el tiempo sin hacer nada de provecho. 

Volviendo con los padres primerizos, una semana fue todo lo que duro su tranquilidad. 

-¿No nos van a dar los papeles verdad? Dígame que no lo van a expulsar- fue Pete quien hablo en la oficina con un profesor. 

-No, porque esta vez no se peleo con un compañero- ambos miraron confundidos al menor sentado a su lado. 

-¿Que hiciste?- no dijo ni una palabra y tampoco se atrevía a mirarlos. 

-Lo encontramos detrás de las canchas de futbol saltándose una clase- comento el profesor. 

-¿Por eso nos mandaron llamar? Es un buen estudiante y ya tienen cerradas las boletas- cuestiono Vegas. 

-No, no fue por la ausencia, fue por lo que estaba haciendo. Venice se escapo de clases con un compañero y los encontramos en una situación.. inapropiada para la institución- respondió mirando ahora al menor. 

-¿Inapropiada?- pregunto Pete- Sea mas especifico- 

-No le retendré su carta de conducta porque sus papeles ya fueron enviados a certificar pero se escapo con otro compañero para ir a darse cariños en secreto, no creo que el quiera que sea más especifico que eso- soltó un suspiro escandalizado. 

-Entiendo- respondió Pete algo avergonzado al comprender de que iba todo- ¿Dónde esta el otro?- 

-Ya hable con sus padres, así que ya se fue. Aun tienen una semana, necesito que respeten el lugar, es una escuela no un... no es lugar para eso- 

Los tres salieron en silencio con dirección a la mansión, Pete podía ver por el espejo como Venice no dejaba de mandar mensajes de texto. Al entrar a la casa lo primero que hizo fue quitarle el aparato. 

-¿Por que lo hiciste? ¿No sientes respeto por la escuela?- Vegas empezó con el regaño. 

- No hice nada malo, el profesor exagera, dame mi teléfono- estiro la mano en dirección a Pete.

-No jovencito. No hiciste nada malo pero hasta a él le dio vergüenza decirnos que hacías- reprendió ahora él. 

-Es que no fue tan malo, además, al menos teníamos ropa puesta. Devuélvelo- los ojos de Pete se abrieron con sorpresa. 

-Que sin vergüenza eres, lo dices como si nada. ¿Por que lo hiciste?- pregunto otra vez.

-¿Por que haces algo así? Pues porque tienes ganas, es lindo, besa bien, incluso creo que sabe moverse bien y estuvo de acuerdo, yo no lo obligue- Pete no podía con lo directo que era su hijo en este momento. 

-¿Sales con el?- preguntó Vegas.

-Claro que no, no quiero un novio, solo es lindo, tengo ganas de hacer cosas con él, me gusta como me mira cuando estamos a solas- el pánico se hizo presente en el rostro de Vegas.

-No. No voy tener esta conversación otra vez- se acercó a Pete- La oficina esta abierta, hay whisky en la mesa, ya pase esto con Macau y aun vive fresco en mi memoria, este es todo tuyo- salió de ahí lo mas rápido posible hasta el lugar seguro que era su habitación. 

-Te dejamos pasar demasiado tiempo libre con tu tío- Pete soltó un suspiro- sígueme, tendremos una conversación interesante, cuando terminemos te devolveré el teléfono-

Ambos caminaron hacia la oficina de Vegas, ahí iban de nuevo con un jovencito digno de llevar el apellido de esa familia en todo su esplendor, listo para darles dolores de cabeza y quien sabe que sorpresas por un buen rato más.



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