CAPITULO 36

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-¿Qué hacemos aquí?- pregunto Chay viendo alrededor sin reconocer el lugar.

-Estamos de vacaciones. Así que te traje de vacaciones- respondió Kim bajando del auto- Nos quedaremos aquí, tenemos una vista al mar desde la habitación- señaló detrás de ellos el gran edificio que era un hotel.

-¿Por que no me dijiste? No traje equipaje ni nada- se quejó el menor pero estaba emocionado por la sorpresa.

-No es necesario, lo que necesites lo compraremos- lo abrazo por cintura.

-¿Presumiendo tu dinero?- se giro para quedar de frente.

-Un poco... aunque creo que no necesitaremos muchas cosas dentro de la habitación- lo jaló más hacia su cuerpo iniciando un beso.

-Supongo que no. ¿Cuanto tiempo?- susurro tomando aire.

-Solo tres días, Porsche me mata si te mantengo lejos tanto tiempo- se separo tomando su mano para entrar al lugar y pedir la llave de su habitación.

-En verdad conseguiste un lugar increíble- mencionó cuando fue corriendo al balcón a ver la playa y el mar.

-Por ti haría cualquier cosa- lo abrazo por detrás dejando besos en su cuello- ¿Nos divertimos un poco?- susurro cerca de su oido con el agarre más fuerte.

-Parecías estresado esta semana- susurro dejándose llevar hasta la cama.

-Los malditos negocios donde me tiene mi padre a veces son un dolor de cabeza. No pude pasar suficiente tiempo en casa contigo- lo llevo hasta la cama acostandolo con un ligero empujón.

-Pero ya pasó, en ese momento solo piensa en que estas conmigo- lo jaló del cuello para iniciar una batalla de besos para saber quien usaba más su lengua.

-Siempre pienso en ti, es peligroso- soltó una risa mientras acariciaba el cuerpo del menor.

-¿Por que? ¿Te distraigo?- mencionó divertido cambiando su posición, quedando sentado sobre él con una pierna a cada lado.

-Demasiado- colocó sus manos en la cintura del contrario para iniciar otra ronda de besos, para este punto no había nada de inocencia en ellos.

-¿Sabes que pasa cuando yo pienso en ti?- susurro entre jadeos, la temperatura subía con cada movimiento entre ellos.

-Dime..- bajó sus besos al cuello del menor mientras sus manos iban al botón de su pantalón. Ya había cruzado esa línea la última vez.

-Recuerdo... tus besos, tus manos, lo mucho que me gusta tu voz grave, lo mucho que me calienta como te mueves- el menor fue quien inicio un vaivén de sus caderas.

-Pero te gusta más hacerlo tu- bajo el cierre del pantalón para pasar a quitar uno a uno lo botones de la camisa-

-Exacto... recordarlo me hace.. querer hacerlo de nuevo pero no estas y yo te necesito- las manos del menor fueron también al pantalón de Kim, deshaciendose del botón y el cierre juntos.

-Que habilidad- dijo mordiendo su labio inferior.

-Necesito sentir mas- dijo en un jadeo.

-Lo tendrás- se separo lo suficiente para que cada uno se deshicieron de su ropa que estorbaba, quedando ambos solo en ropa interior. Era lo más lejos que habían llegado.

-Ah.. si- gimio Chay al volver a su posición, con solo esas dos telas delgadas separadolos.

-¿Cambiamos?- pregunto Kim besando ahora su pecho detiendose en las zonas sensibles.

-No, quiero hacerlo asi- el vaivén de caderas inicio nuevamente haciéndolo enredar los dedos en el cabello del mayor- ¿Tan.. rápido?- pregunto sintiendo el bulto debajo de sus movimientos endurecer más.

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